Un hombre encerrado en sí mismo y su talento musical, una mujer igualmente talentosa, música como él y de principios aguerridos conforman una pareja de hierro para cualquier historia. Y la real, verídica que Johnny y June: pasión y locura narra da cuenta de ello, con un diseño estilístico que permite admirar el retrato de una era.
El músico Johnny Cash sufre una depresión que el guión, del director James Mangold y Gill Dennis se ocupa de bucear en sus motivos más recónditos: un padre abusivo que desde niño le cuestiona la responsabilidad de la muerte de su hermano mayor, con quien estaba muy unido, muerte accidental en la que él no tuvo nada que ver. Ese hogar ajeno a la tranquilidad se repetirá en el que Cash forme con su primera esposa, Viv. Lejos de la comodidad, John se prueba en el mundo de la música y de a poco su dieta pasa a constituirse en anfetaminas, alcohol y barbitúricos.
La presencia de June Carter, estrella del folk a la que Johnny seguía de niño por la radio —ella sólo le llevaba dos años— será decisiva en cada paso que el autor de Walk the Line —como se titula sin eufemismos el filme, sin pasión ni locura—, dé desde que la conozca en el mismo escenario que comparte con Elvis y Jerry Lee Lewis.
Porque no es una autobiografía de Johnny Cash, o sí lo es, pero centrada en el amor que le profesó a June. En los años'60 no era sencillo que un hombre casado y una separada pudieran vivir lo que vivieron ambos, y la película se preocupa por establecer los rasgos de una relación y una afinidad en la que el cantante intenta por todos los medios y ardides que June se case con él.
Previamente, es en la audición con Sam Phillips, quien descubrió a Elvis, donde la película comienza a tomar un primer giro en su trama. Y desde allí no se desbarrancará más.Johnny y June no sería lo que es sin las actuaciones de Joaquin Phoenix y Reese Whiterspoon. Si bien el protagónico lo lleva el actor de Señales, y ambos cantan con sus propias voces los temas de sus personajes, la actriz de Legalmente rubia sorprende con una composición cabal, llena de matices y alejada de la linealidad con la que nos tenía acostumbrados a presentar sus roles protagónicos.
June escribió Ring of Fire pensando en su amado, y cada vez que la canción, en su etapa de composición o ya sobre le escenario aparece, el vínculo con Cash crece. Y es así como la pasión que Johnny siente por ella se cristaliza en la pantalla, mientras que el papel del padre de John aparece expresado de manera unilateral, con maniqueísmos.
Cómo Mangold (director de Inocencia interrumpida y Identidad) se ocupa de June y de la salvación de su amado, no sólo de la droga, es el punto alto del relato. Que sí, cae en los clisés de toda biografía musical, pero es tanta la pasión que se irradia entre esos ojos que todo, o casi, se puede perdonar