29 febrero 2008

Regresa Los Expedientes Secretos X

El desafío no es menor. Fox, el estudio que se ha anotado algunos de los mayores éxitos de taquilla de la historia ("Titanic" y "La guerra de las galaxias"), fijó el debut de una de sus nuevas películas en una de las fechas más competitivas del año: 25 de julio. Qué mejor muestra de la confianza del estudio en que la legión de fanáticos que "Los expedientes secretos X" reclutó durante los 90 volverá en masa a los cines. Ese día debuta en EE.UU. la segunda película basada en la emblemática serie de TV creada en 1993 por Chris Carter, sobre las aventuras de dos agentes del FBI que investigan casos paranormales.

"The X Files 2", el título de la película por ahora, está dirigida por el propio Carter y verá la luz a seis años del fin de la serie y una década después de la primera película. El director filma por estos días sus últimas escenas en Vancouver (Canadá), ciudad donde se hicieron las primeras cinco temporadas del programa.

Sobre la trama poco se sabe. De hecho, Carter y el productor Frank Spotnitz han hecho un trabajo muy cuidadoso para evitar las filtraciones desde el set. La semana pasada, en una convención de fanáticos del cómic y la ciencia ficción llamada Wondercon, ambos presentaron la primera sinopsis del filme -disponible en Youtube.com- pero se negaron a entregar mayores detalles. Sólo una cosa enfatizaron: la historia nada tiene que ver con la "mitología" de la serie. Es decir, no habla de extraterrestres ni abducciones ni conspiraciones gubernamentales para ocultar la existencia de vida en otros planetas. La historia es independiente y, supuestamente, hay monstruos.

Tanto ha sido el secreto, que hay rumores que afirman que días después de que se filtraran unas imágenes del rodaje que mostraban a la actriz Amanda Peet con David Duchovny, el agente Mulder de la serie, el propio Carter y su equipo filtraron unas fotos que mostraban a un hombre lobo destinadas a distraer la atención de fanáticos y paparazzi.

Hasta el elenco se mantiene en secreto. Por supuesto, Duchovny y Gillian Anderson (la agente Dana Scully) están de regreso. Y además de Peet se sabe que en el elenco están Billy Connolly y el rapero Xzibit. Parte del misterio es saber qué ha sido de Mulder y Scully en estos seis años: al final habían tenido un hijo que debieron dar en adopción y terminaban involucrados sentimentalmente.

El hito

"Los expedientes secretos X", como se conoció a la serie, vio por primera vez la luz el 10 de septiembre de 1993 por la señal estadounidense Fox y es, hasta el día de hoy, uno de los mayores éxitos de ese canal. Comenzó con ratings bajos, pero para la tercera temporada se había convertido en uno de los más influyentes de la TV (al menos una decena de espacios similares fueron creados a fines de los 90) y provocó un culto formado por una legión de fanáticos en todo el mundo. Para el nuevo milenio, David Duchovny dejó la serie y los ratings bajaron. El último de sus 202 episodios se emitió el 19 de mayo de 2002

28 febrero 2008

Marion Cotillard, actriz completa y ahora estrella mundial en ciernes

Un César y un Oscar de interpretación en la misma semana por su actuación en "La vida en rosa" ("La môme") han catapultado al estrellato internacional a Marion Cotillard, actriz francesa que lleva mucho camino recorrido y ha sabido compaginar películas de una dificultad extrema con grandes éxitos comerciales.

Para los jóvenes franceses, en particular de los suburbios, Marion Cotillard es un icono, "la chica" de las tres primeras entregas de "Taxi", serie producida por Luc Besson que han visto millones de adolescentes en Francia y sigue circulando en los videoclubs.

Así pues, la nueva estrella no es una niña: tiene 32 años (Simone Signoret tenía 39 cuando recibió el mismo Oscar en 1960 por "Un lugar en la cumbre"). Tampoco es una primeriza. Lleva 15 años en la brecha, subiendo peldaños con paso seguro y discreto a lo largo de unos 40 títulos y personajes de todo tipo entre cine y televisión. Por eso, quienes la conocen no se sorprenden ahora.

La actriz española Laura del Sol, que en 1999 coincidió con ella en el rodaje de "Furia", se deshace en elogios. "Una persona excelente, con un comportamiento superdulce, generosa como actriz", comenta la inolvidable "Carmen" de Carlos Saura a la AFP. "Estoy convencida de que con la edad estará cada vez más fabulosa", agrega.

Luc Besson es más rotundo. "Marion es como un Fórmula 1. Cuanto más difíciles de vivir y explotar son los papeles, mejor está ella", asegura el cineasta productor.

De lejos le viene a esta actriz parisina. Cotillard tiene coincidencias curiosas con su colega español Javier Bardem, con el que se ha cruzado desde hace un año en los Globos de Oro de Los Angeles, los Bafta británicos y otras muchas entregas de premios a sus respectivos trabajos antes de coincidir también en los Oscar.

Así pues, como Javier Bardem, Cotillard pertenece a una familia de la escena. El padre de Marion, Jean-Claude Cotillard, director teatral; la madre, Nissema Theillaud, actriz. Ambos le inculcaron, antes de pasar por el conservatorio, el amor por el trabajo metódico y sobre todo exigente.

"Me ayudaron a buscar dentro de mí todas las emociones y cómo actuar con ellas", asegura la actriz, que su primo Laurent Cotillard dirigió en teatro en 1997.

Y los dos, Marion y Javier, perdón por esta última pincelada de prensa del corazón antes de cambiar de tema, es sabido que comparten sus vidas sentimentales con amores de la misma profesión, Bardem con Penélope Cruz y Cotillard con Guillaume Canet, al que conoció en "Jeux d'enfants" (2003). Una relación que lleva con tanta discreción como su militancia en Greenpeace.

Capaz de bailar y cantar con una atractiva voz velada, Marion Cotillard tiene sin embargo algo de estrella del blanco y negro, del cine mudo, que se expresa más con la mirada que con palabras. Cuando subió a recoger su Oscar, dejó patente su sensibilidad a flor de piel, timidez y nervios a la vez, una mezcla que no le impidió expresarse con poesía.

Lucile Hadzihalilovic, que la dirigió en "Innocence" (2004), destaca a la AFP su carisma, ese lado "conmovedor" de Cotillard, y prefiere desgranar adjetivos: "Emotiva, fría, sexy: Marion puede ser todo eso a la vez con un deje de tristeza, de profunda falla interior", dice la joven directora francesa.

La dulce fragilidad de Cotillard es aparente, disimula una fuerza mental indispensable para cargar con un personaje tan complejo como la cantante Edith Piaf, un emblema de la Francia eterna, para hacerlo mental y físicamente durante los largos meses, más de un año, que dura la aventura.

Dirigida por el joven Olivier Dahan, Cotillard lleva "La môme" a hombros, omnipresente. La película es ella, como ella es la "cría" Piaf del título francés, con un estilo interpretativo bastante opuesto al que acostumbra, dando más espacio a la representación sobre base de prótesis y gruesas capas de maquillaje que a la naturalidad del personaje, del que asume además el paso del tiempo, desde la juventud hasta la muerte, en octubre de 1963, cuando no había cumplido los 48 años.

Cotillard habla inglés, lo que no deja de ser una ventaja para una estrella mundial en ciernes. Tim Burton la llamó en 2003 ("Big fish"). Fue el primer norteamericano. Luego Ridley Scott para "A Good Year" (2006). Ahora, la actriz francesa se dispone a rodar a las órdenes de Michael Mann en Chicago el policial "Public Ennemies" con Johnny Depp.

Luego le espera Rob Marshall, el director de "Chicago" para filmar "Nine", una versión musical de "8 1/2" de Federico Fellini, también en Estados Unidos. Los dos pensaron en ella antes de su Oscar por "La vida en rosa". Y ella lo tiene muy claro: "Las historias, los personajes y los directores que me interesan son norteamericanos".

Matthew Fox. Entre Lost y Meteoro

Como verán sus fans, su personaje de agente secreto en Puntos de vista no tiene ningún punto de contacto con el doctor Jack Shephard, el rol que lo hizo mundialmente famoso en la serie Lost. Y Matthew Fox dice que ésa es una de las razones por las que aceptó el trabajo. "Eso, y que me parece fascinante la idea de explorar un evento desde distintos puntos de vista, me alucina esa habilidad que tiene la raza humana de que dos personas puedan mirar un mismo hecho y ver dos cosas completamente distintas, dependiendo un poco de dónde están paradas o de sus motivaciones".

En el thriller político Puntos de vista, opera prima de Pete Travis, con William Hurt, Dennis Quaid, Sigourney Weaver y Forest Whitaker, lo que se puede explorar desde ocho puntos de vista es el intento de asesinato de un presidente norteamericano (Hurt), cuando visita España atendiendo un cónclave antiterrorista, seguido de una espectacular explosión y de una persecución en auto por las calles de México, oficiando para la ocasión de Salamanca.

En su vida privada Fox también sabe de cambios de perspectiva. Tomemos como ejemplo su idea del paraíso. En setiembre de 2004, cuando la serie Lost inició su peregrinación por la isla donde se estrelló el vuelo 815 de Ocean Airlines, Fox se mudó con su mujer y sus dos hijos a Hawai, donde se filma la serie, igual que el resto del elenco. Por entonces él creía que Hawai era el paraíso.

Mirado desde otro punto de vista, hoy confiesa que ya no siente lo mismo. "Los chicos están muy felices ahí y hemos pasado buenos momentos, pero es como todo, sólo se puede entender la felicidad si se conoce la tristeza. La verdad es que para mi familia hoy la idea del paraíso pasa por ir a la montaña y tirarnos bolas de nieve los unos a los otros". Se ríe divertido de la paradoja y agrega que no seguirán viviendo en Hawai una vez que termine la serie. Que muy probablemente regresen a California. Su mujer es italiana y a esa selección de fútbol Fox le rinde culto.

Alto, elegante, lleva la camisa gris desprendida bajo un traje azul y el pelo corto y prolijo, recibe a Clarín en Los Angeles. Se lo nota confiado en sí mismo, y se entiende por qué el creador de la serie, J.J. Abrams, lo eligió como el líder de los famosos náufragos.

Viene de hacer cuatro películas y dos temporadas de la serie en los últimos dos años y el paro de los guionistas, hoy superado, le terminó cayendo bien para descansar con su familia en Oregon. Llevaban 8 capítulos editados antes de la huelga y ahora deben apurar otros ocho para terminar la cuarta temporada.

Los productores ya avisaron que "Lost" terminará al cierre de la sexta temporada, en 2010. ¿Qué te parece la idea?

Me parece muy bien. Es una historia de misterio y se hace difícil ir contándola si los guionistas no saben cuándo va a terminar. En estos últimos 48 episodios la acción va a transcurrir más rápidamente y eso va a beneficiar al televidente. Después de la segunda se subió mucha gente al tren estimulados por el Globo de Oro y el Emmy, pero no todos entendían el concepto y por eso fueron abandonando la serie. No creo que haya decaído en calidad. Lo único que puedo adelantar es que va a seguir habiendo viajes en el tiempo y que cualquiera puede morir, incluso mi personaje, nadie está exento.

¿Te imaginás protagonizando otra serie televisiva depués de "Lost"?

La verdad es que después de Lost ya no quiero hacer más TV. Aún cuando creo que la televisión es el medio donde están los mejores guionistas. Pero me gusta la flexibilidad y el control de mi vida que me permite el cine, poner toda mi energía en una película durante tres meses y al terminarla estar desempleado y poder tener tiempo entre proyectos para estar con mi esposa y mis hijos, mi familia y mis amigos. En TV son 9 meses intensos de trabajo por año.

¿Intuíste cuando te ofrecieron el rol que la serie se iba a convertir en un fenómeno mundial?

No. Siempre creí en Lost, desde el primer día, pero el éxito me tomó por sorpresa, totalmente. Creo que es porque no tiene una identidad cultural determinada, es sobre la especie humana, no importa la nacionalidad. Y si es cierto que ese fenómeno global me da la oportunidad de trabajar en películas como Puntos de vista o Meteoro, de los hermanos Wachowski, también me ha quitado un poco de privacidad. Por alguna razón la gente que te ve en la pantalla cree que sabe cómo eres, y el cien por ciento del tiempo se equivoca.

¿Es dificil dejar a Jack Shephard en el set?

Cada actor es diferente. Mi rol me demanda cosas muy pesadas. En el final de la tercera temporada, por ejemplo, el tipo está suicida, tomando drogas y bebiendo hasta morir, literalmente. Es difícil salir de ese estado mental, pero mi familia está consciente de eso y saben que me toma un tiempo.

¿Cómo eliges los proyectos cinematográficos? ¿Qué tienen en común películas como "Puntos de vista" y "Meteoro"?

Buenos directores, así como creo que la TV se distingue por sus escritores. La película de Travis es muy inteligente y mi rol juega en el límite entre el bien y el mal, y esos grises me gustan. Por otra parte, trabajar con los Wachowski es el sueño de cualquier actor, son muy talentosos. Y lo que están haciendo con esta película a nivel efectos especiales es increíble, estoy seguro de que al público le va a volar la cabeza, como a mí.

¿Eras fan de la serie animada japonesa? ¿Te gustaba el Enmascarado?

Jamás la había visto hasta que me reuní con los directores. Luego me interné a ver varios capítulos y me encantó, pero el homenaje que están haciendo ellos la pone en otro escalón, es imposible contarlo con palabras, tienen que verlo. Otra cosa buena que pasó es que mi hijo de 6 años me vio en el set en Berlín con el uniforme del Enmascarado y se enamoró, dice que se lo va a poner en Halloween. Eso es muy cool.

*Fuente : Diario "El Clarín" de Argentina

27 febrero 2008

"Hard Candy" el nuevo disco de Madonna

La reina del pop tenía que sorprender con su nuevo disco y qué mejor forma de hacerlo que acompañada de los músicos más importantes del último tiempo. "Hard candy", el nuevo álbum de Madonna que se lanzará a nivel mundial el 28 de abril, cuenta con las colaboraciones de Justin Timberlake y Kanye West . Será producido por Pharrel Williams, un conocido compositor de hip hop que ha trabajado con Mariah Carey, Britney Spears y Janet Jackson, entre otros, y Timbaland, quien ha ayudado a crear algunas de las canciones más exitosas de la música hip hop y R&B, entre las que destacan singles de Timberlake, Nelly Furtado y Rihanna.

Con estas colaboraciones no extraña que el sonido del nuevo disco sea cercano al hip hop. Timberlake participa en "Four minutes", el primer single que será lanzado a fines de marzo.

Han pasado más de dos años desde el último álbum de la cantante estadounidense, "Confessions on a dance floor", que vendió cerca de diez millones de copias. "Hard candy" forma parte del nuevo contrato de la diva con la promotora Live Nation Inc., un acuerdo que, según "The Wall Street Journal", fue por US$120 millones por diez años. "El mundo de la música ha cambiado, y como artista y mujer de negocios tengo que moverme con él", dijo Madonna en esa oportunidad

26 febrero 2008

Los Europeos inundan los Oscar

Es muy probable que los 5.829 miembros de la Academia de Hollywood habilitados para votar no se hayan detenido en pensar la nacionalidad de a quienes iban a elegir ganadores. Pero la supremacía europea fue notoria en la 80ø entrega de los Oscar, anteanoche, en una ceremonia que, como viene ocurriendo desde hace años, luce cada vez más deslucida y menos atrapante.

En los años '70 Hollywood posó su mirada en Europa para copiar su estilo de narración y capturar los dramas más intimistas. Y algo cambió. Por de pronto, en los rubros de interpretación no ganó ninguno de los 13 estadounidenses que estaban nominados, y sí cuatro europeos: los ingleses Daniel Day-Lewis y Tilda Swinton (actor protagónico y actriz de reparto, por Petróleo sangriento y Michael Clayton, respectivamente), la francesa Marion Cotillard y el español Javier Bardem (por La vie en rose y Sin lugar para los débiles). Pero la lista de ganadores del Viejo continente prosiguió con los italianos Dario Marianelli (música), Dante Ferretti y Francesca Lo Schiavo (dirección de arte), la británica Alexandra Byrne (vestuario), los franceses a cargo del maquillaje de La vie en rose, y hasta los realizadores europeos de un corto ganador demostraron que no siempre Hollywood se mira al ombligo a la hora de premiar.

También fue un año en que muchos primerizos en esto de las nominaciones se fueron a casa -o al hotel en Beverly Hills, antes de cruzar el Atlántico- con una sonrisa. Las mencionadas Marion Cotillard y Tilda Swinton; Diablo Cody, por el guión de La joven vida de Juno; el italiano Dario Marionelli, por la música de Expiación, deseo y pecado; Didier Lavergne y Jan Archibald, por el maquillaje de La vie en rose. Y hubo filmes perdedores, que no se llevaron nada por lo que estaban nominados.

Pero los hermanos Coen, con Sin lugar para los débiles, fueron los grandes ganadores de la noche, y se sumaron a un trío de elegidos (Francis Ford Coppola, por El Padrino II, James Cameron por Titanic y Billy Wilder por Piso de soltero, únicos privilegiados en ganar tres premios personales en una misma ceremonia.

Con los premios puestos es fácil dilucidar qué quisieron hacer los académicos al votar como lo hicieron, y decir que los ganadores marcan tendencia. Tras el triunfo de Martin Scorsese en febrero de 2007 con Los infiltrados y ahora los Coen con Sin lugar para los débiles, podría imaginarse que el thriller y/o el cine negro se instalaron para quedarse en Hollywood.

Pero también es cierto que Scorsese merecía su premio muchos años antes -por Toro salvaje, por Buenos muchachos, netamente superiores a Los infiltrados- y los Coen -recordar Fargo Barton Fink-, también. ¿Qué pasó con el cine de autor? Porque El Padrino I y II pueden disfrutarse como dramas, pero también tienen su columna de thriller. Y a los nuevos filmes de Scorsese y los Coen parece faltarles algo para ser considerados clásicos de clásicos.

En otros rubros, en términos generales pasó lo que se presumía: los académicos repartieron estatuillas como si se hubiesen puesto de acuerdo todos los miembros: las nominadas a mejor película se llevaron algo. Al filme más independiente y original (La joven vida de Juno) le tocó el guión precisamente original; a la europea Expiación, deseo y pecado, un premio artístico (la música); a Petróleo sangriento, el mejor actor y la fotografía; y a Michael Clayton, la actriz de reparto.

Tal vez lo más entretenido para muchos haya sido la alfombra roja, pero dentro del Kodak Theatre quedó claro que en Hollywood hay una sangre nueva que se va abriendo paso. Habrá que ver cómo esa inmigración europea es fagocitada -o no- por la Meca del cine.

25 febrero 2008

Y el Oscar es para Marion Cotillard

Edith Piaf puede que sea un icono cultural francés pero Marion Cotillard poco sabía de la cantante antes de aceptar encarnar su trágica existencia en la cinta 'La Vie en Rose', que le dio el domingo un Oscar histórico.

Cotillard, ganadora de la estatuilla dorada a Mejor Actriz por resucitar en la gran pantalla a Edith Piaf en 'La Vie en Rose', fue descubierta como la nueva revelación en la comedia 'Taxi', punto de partida de una ecléctica carrera en el cine francés e internacional.

Galardonada en enero de un Globo de Oro y en febrero con un BAFTA en Londres, la actriz de 32 años es la segunda francesa en alzarse con la estatuilla dorada en esa categoría, 48 años después de Simone Signoret. Juliette Binoche también obtuvo una pero como Actriz Secundaria en 1997 por 'El paciente inglés'.

Cotillard puede celebrar además ser la segunda mujer en ganar el premio por una actuación en un idioma que no es el inglés, siguiendo los pasos de la leyenda del cine italiano Sophia Loren, ganadora del galardón en 1962.

"Yo no sabía mucho de la vida de Piaf y empecé a descubrirla en una especie de inmersión, vi las películas que hizo como actriz, la escuché muchísimo (...) luego encontré el espacio en mí para que convivieran dos personas, ella y yo", explicó la actriz en febrero en una presentación del filme.

Marion Cotillard se convirtió literalmente en Piaf, a quien interpreta en todas las edades de la vida logrando una mimetización sorprendente, gracias al uso de prótesis y maquillaje.

En la Berlinale, Cotillard subrayó que "necesitó algunas semanas" para volver a ella misma tras el rodaje de 'La Vie en Rose': "Tomó un poco de tiempo, es un personaje de composición y durante cuatro meses mi voz, mi comportamiento no eran realmente los míos".

Nacida el 30 de septiembre de 1975 en París, Marion Cotillard se involucró desde muy joven en el universo del teatro por sus padres, Jean-Claude Cotillard y Niseema Theillaud, directores, actores y profesores.

Esta chica de ojos grises se alzó con el primer premio de arte dramático en el Conservatorio de Orléans en 1994, año en que rodó su primer largometraje 'Histoire d'un garçon qui voulait qu'on l'embrasse' de Philippe Harel.

Después de aparecer en 'Comment je me suis disputé...' de Arnaud Desplechin o 'La belle verte' de Coline Serreau en 1996, su carrera despegó con 'Taxi' de Gérard Pirès (1998), que tuvo su segunda parte en 2000 y la tercera en 2003 bajo la producción de Luc Besson.

Sin dejar de participar en cintas en su país, en 2003 llegó su primera oportunidad en Estados Unidos para interpretar a una joven francesa en la película de Tim Burton 'Big Fish' mientras grababa en paralelo su papel de Tina Lombardi en 'Un long dimanche de fiançailles' de Jean-Pierre Jeunet, que le dio el César a Mejor Actriz de Reparto en 2005.

Gracias a su nuevo estatus internacional, la actriz que declaró a AFP que se sentía más comprometida con los directores que con Hollywood se ganó el papel protagonista en el próximo filme policíaco de Michael Mann, 'Public Enemies', al lado de Johnny Depp y Christian Bale

Un merecido Oscar para Tilda Swinton

La británica Tilda Swinton se alzó el domingo en Los Ángeles con el primer Oscar de su carrera, como Mejor Actriz Secundaria por su interpretación de una fría abogada que intenta jugársela para tapar un escándalo corporativo en la multinominada 'Michael Clayton'.

Swinton competía en este apartado de los máximos galardones de la Academia de Artes Cinematográficas de Hollywood con la australiana Cate Blanchett ('I'm not there') y las estadounidenses Ruby Dee ('American Gángster'), Saoirse Ronan ('Atonement') y Amy Ryan ('Gone, baby gone').

La actriz de 47 años y apariencia fría nació en el seno de una familia escocesa tradicional y fue educada en Cambridge, tras lo cual se inclinó por las artes y se integró en la compañía teatral Royal Shakespeare.

De pálido y enigmático rostro y cabello pelirrojo, esta londinense que fue compañera de clase de Diana, la fallecida princesa de Gales, vio su carrera proyectarse a la gran industria del cine tras años de actuación en filmes poco atractivos para los circuitos comerciales, frecuentemente proyectos experimentales, muchos de ellos vinculados a su amigo cineasta Derek Jarman, como 'Caravaggio' (1986), 'The Last of England' (1988), o 'Edward II' (1991).

Pero su papel más famoso provino sin embargo de un filme que no era de Jarman sino de su protagonista en 'Orlando' (1992), la adaptación de Sally Potter de la novela de Virginia Woolf para la pantalla grande, en el que su personaje vive 400 años y cambia de sexo, de hombre a mujer.

A partir de 2000, Hollywood le abrió los brazos y se la vio compartiendo cartel con grandes estrellas taquilleras como Leonardo Di Caprio ('The Beach', 2000), Tom Cruise ('Vanilla Sky', 2001) y Nicolas Cage ('Adaptation', 2002).

En 2005 participó en la exitosa cinta 'Las Crónicas de Narnia', en cuya segunda parte -prevista para estrenarse en 2008- también participa.

Ese mismo año también actuó en 'Broken flowers' Bill Murray, dirigidos por Jim Jarmusch, y con ambos volverá este año en 'The limits of control', filme que también contará con la actuación del mexicano Gael García Bernal. junto al estadounidense

Su actuación en 'Michael Clayton', que este domingo le permitió alzarse con el primer Oscar de su carrera, ya había sido premiada a principios de febrero con un Bafta

23 febrero 2008

Juno gana los Independent Spirit Awards

Cuando quedan sólo unas horas para que se entreguen los premios más deseados de Hollywood, la película revelación del año, 'Juno', ha sido la gran triunfadora de los 'Independent Spirit Awards', gracias a los galardones obtenidos en las categorías de mejor película, mejor actriz (Ellen Page) y mejor primer guión, obra de Diablo Cody.

La ceremonia, celebrada en la playa de Santa Monica, sirvió como previa a la gala de los Oscar, los premios por excelencia de la industria, que se celebran esta noche en Los Ángeles.

Tanto 'Juno' como la joven Page aspiran a hacerse con el Óscar en las mismas categorías, mientras que Cody pujará por lograr el galardón al mejor guión original.

"Esto es algo tan, tan especial, pero en realidad es culpa de Diablo Cody", dijo la joven Page, quien en el film decide entregar a su recién nacido en adopción. "Ha escrito uno de los mejores guiones que he leído en mi vida y ha creado un personaje adolescente creo que como nunca antes se había visto", agregó.

Jason Reitman, el realizador del filme, no pudo sumarse a la fiesta ya que el premio al mejor director se lo llevó Julian Schnabel por 'The Diving Bell and the Butterfly', cinta que también logró el galardón a la mejor fotografía, obra de Janusz Kaminski.

El director de 'I'm Not There', Todd Haynes, su director de casting, Laura Rosenthal, y el reparto del film -Christian Bale, Richard Gere, Heath Ledger, Julianne Moore entre otros- recibieron el primer Premio Robert Altman que otorgó la organización Film Independent. La película recrea la vida del popular músico estadounidense, Bob Dylan.

Durante el evento, la organización rindió tributo a Ledger, que falleció el 22 de enero en su apartamento de Manhattan (Nueva York) por una sobredosis accidental de calmantes, píldoras para conciliar el sueño y otros fármacos.

Ledger fue uno de los seis intérpretes que encarnaron a Dylan en 'I'm Not There', entre los que se encontraba Cate Blanchett, quien dijo del actor que "probablemente era uno de los espíritus independientes más bellos de todos".

Blanchett consiguió el premio a la mejor actriz secundaria por retratar a Dylan en su transición como icono del folk al rock eléctrico, un papel que también le puede valer un Óscar.

"Todos le queríamos", dijo Haynes, quien recordó que Ledger, candidato al Espíritu Libre hace dos años por 'Brokeback Mountain', deseaba probar las tareas de dirección en un futuro. "No tengo ninguna duda de que hubiera sido un director asombroso", apuntó.

'The Savages' ganó el premio al mejor actor (Philip Seymour Hoffman) y al mejor guión (Tamara Jenkins), mientras que el musical "Once" se hizo con el premio al mejor filme extranjero.

Chiwetel Ejiofor, sin la rivalidad de Javier Bardem entre los candidatos al mejor actor secundario, se llevó ese galardón por 'Talk to Me'. El premio al mejor documental fue entregado a 'Crazy Love', de Dan Klores.

'The Lookout', una obra de Scott Frank, se llevó el honor al mejor filme novel. Por su parte, 'August Evening' recibió el premio 'John Cassavetes' a la mejor cinta con un presupuesto inferior a los 500.000 dólares.

A pesar de que estos premios reconocen los filmes más independientes de Hollywood, no pudieron evitar que los mayores flashes de la velada fuesen para la afamada actriz Angelina Jolie y su embarazo

22 febrero 2008

Y las nominadas al Oscar de Mejor Película en 2008 son...

Una pincelada sobre las cinco obras que competirán por un Oscar el domingo en Hollywood, en la categoría de Mejor Película, por su arte para derrochar sangre, ambición, sarcasmo, traición y buen humor.

'NO COUNTRY FOR OLD MEN'

La adaptación de la novela de Cormac McCarthy de 2005 fue titulada en América Latina como 'Sin lugar para los débiles' y su adaptación en la gran pantalla por los hermanos Joel y Ethan Coen fue aclamada por la crítica.

Derrochando maldad y mucha sangre, la cinta, de 122 minutos, dibuja un paisaje sombrío en el desierto fronterizo entre Estados Unidos y México, donde una mala jugada entre narcotraficantes termina en una serie de asesinatos perpetrados por un villano (Javier Bardem) que se sirve de un arma para atronar ganado para acabar con tantos enemigos como desconocidos transeúntes.

'THERE WILL BE BLOOD'

Una acertada incursión en el cine de época del director estadounidense Paul Thomas Anderson que hurga en la vida de un hombre obsesionado con encontrar petróleo.

La narración cinematográfica de esta cinta, titulada en español 'Petróleo sangriento', pone al descubierto la enajenación y la ambición de poder paralelamente a la vulnerabilidad de un hombre ¿tirano? que marcó los inicios del siglo pasado en California.

'ATONEMENT'

Épica ambientada en Gran Bretaña en los años previos a la Segunda Guerra Mundial, narra la historia de una mentira lanzada por una niña de 13 años que acusa al novio de su hermana de violar a su prima, privando así a dos amantes de vivir su propia historia en las afueras de Londres.

'Expiación', 'Expiación, deseo y pecado' como se ha titulado la cinta en los mercados en español, fue la adaptación al celuloide de la novela de Ian McEwan, aclamada en 2001.

'MICHAEL CLAYTON'

La cinta, que lleva el nombre de su personaje principal, habla de esa figura de las grandes corporaciones que está entre la frontera de un agente policial y la de un abogado, ese intermediario que todo lo sabe y todo lo arregla sin mayores preguntas.

Pero cuando su mejor amigo del trabajo descubre que la empresa agro-química que representa ha utilizado un producto tóxico, a Clayton no le quedará más que escoger un bando, la lealtad a su amigo o su dudoso deber ante una multinacional.

'JUNO'

O 'La joven vida de Juno', basa su trama en la historia de una astuta adolescente de 16 años que contra todos sus pronósticos queda embarazada de su amigo del instituto.

Sin caer en el sentimentalismo ni en el cuestionamiento del aborto, la película se encarga de dibujar una comedia con suficiente ironía y sarcasmo sobre la evolución interna de una persona confrontada a una experiencia de vida que va mucho más allá de la típica narración de un embarazo no deseado.

El principio del fin : Lost

Si usted estaba de pie, seguramente tuvo que sentarse.

No podía ser.

Era el capítulo final de la tercera temporada de "Lost" (ver recuadro para un curso rápido sobre la serie) y Jack le decía a Kate: "Tenemos que volver a la isla".

El doctor Jack (Matthew Fox), héroe de la serie sobre un grupo de náufragos en una misteriosa isla caribeña, estaba hecho pedazos. Y Kate (Evangeline Lilly), la chica linda pero mala, rehusaba juntarse con él. Con eso, los fanáticos de "Lost" alrededor del mundo (sólo en EE.UU. 15 millones de espectadores) - ya sea viéndolo por televisión, por Internet, en un CD grabado por una tecnológica alma caritativa de la oficina- , por primera vez en tres años no estaban conociendo la historia de los náufragos a través de un flashback. No. ERA UN FLASHFORWARD. Es decir, un adelanto. "Lost" abría sus puertas a un futuro más allá de la isla. Por fin, una recompensa a tantas horas invertidas siguiendo la historia televisiva más adictiva de la década.

Jack y Kate habían salido de la isla. Y algo había salido mal.

Fue un nuevo ejemplo de cómo hacer bien las cosas para todo el resto del universo televisivo: con el final de la tercera temporada "Lost"se reinventaba, sorprendía y hasta se atrevía (si no lo vio, salte al próximo párrafo. O mejor, ahórrese esta nota) a matar a personajes populares, como Charlie (Dominic Monaghan). Había comenzado el principio del fin.

UNA MUERTE ANUNCIADA. El año pasado, los tres responsables de "Lost", los productores y a veces guionistas J. J. Abrams, Damon Lindelof y Carlton Cuse, llegaron finalmente a un acuerdo con el canal ABC para ponerle una fecha de término a la serie. Se acordó que duraría tres temporadas más, a razón de 16 capítulos por año (este año quizás se reduzca el número por la huelga). Así, en 2009, sintonizaremos el capítulo 117, para escuchar por últimas vez las tres palabras que más escalofríos pueden generar en un "Lost-adicto": "Previously, on Lost...".

Los productores han asegurado que las respuestas a las interrogantes de la serie se van a ir dando paulatinamente en los capítulos restantes, no sólo al final. "Con 16 capítulos por temporada, sentimos que podemos garantizarles a todos que cada episodio va a ser bueno", ha dicho Lindelof.

La gran pregunta es: ¿tienen claro lo que están haciendo?. Incluso siendo un incondicional de "Lost", más de una vez uno se ha preguntado: ¿Y cómo van a solucionar esto?. Ellos dicen que lo tienen claro. En una conversación con Stephen King (los tres autores de "Lost" son fanáticos del escritor, y viceversa), organizada por la revista "Entertainment Weekly", el trío reconoció que al principio trabajó con fe para atar todos los cabos sueltos. Ahora dicen estar seguros de tener listo el mapa que resuelve todos los misterios, desde los números malditos que se repiten en todos lados, hasta quién es Jacob, el fantasmagórico líder de "Los otros", los supuestos villanos.

"Lost", de nuevo, nos pide un poco de fe.

POR QUÉ SIGO CREYENDO EN "LOST".

En la cuarta temporada que comienza en AXN el 3 de marzo a las 20 horas, los puzzles se empiezan a armar para desarmarse. No sería "Lost" si entregara todo en bandeja. El nuevo misterio que obsesiona mis días es quiénes son los "Oceanic six", los seis personajes que lograron salir de la isla (Jack, Kate y cuatro más que no me atrevo a revelar), y qué hace que ahora no se puedan ni mirar a los ojos.

Cada espectador de "Lost" ha tenido que firmar un acuerdo imaginario en el que se entregó y prometió creer en una isla tropical con osos polares, donde los paralíticos caminan y el cáncer se cura. Nada en "Lost" es lógico, es todo raro y horriblemente complicado. ¿Por qué someterse al suplicio de esperarlo semana a semana?

La serie tiene eternos atractivos. Una misteriosa historia que te obliga a querer saber qué pasó. Es la serie más cara de producir (cada capítulo cuesta cerca de US$ 2,5 millones), por lo que siempre la calidad es alta. Altísima. Y el novedoso formato, de saltos en el tiempo, permite profundizar en los personajes como nunca antes se había visto en televisión.

Pero en realidad todo eso son los acompañamientos. Podríamos hablar de que "Lost" sólo existe en el mundo post 11 de septiembre en donde el terror a lo desconocido ha adquirido popularidad, decir que rescata tantas alusiones a la cultura pop-nerd y a grandes pensadores (el nombre John Locke hace referencia al pensador del liberalismo del siglo XVI y hay citas a personajes de Stephen King, etc.) que convocan el interés de las masas. Son recursos que en el reino del déficit atencional te exigen fidelidad y concentración.

De alguna manera Jack, Sawyer y compañía tienen algo en común con Harry Potter: son los íconos de la cultura pop de esta década, adictivos, o los amas o los odias, y hacen sentir a los espectadores/lectores que una semana para esperar otro capítulo, o meses para un libro, es simplemente demasiado tiempo.

Son personajes que traspasan la ficción y, por su excelente factura, adquieren dimensiones reales. "Lost" hace flashbacks y nos explica por qué los personajes son como son, por qué Kate mató a su padrastro, por qué Sawyer es un estafador, por qué Jack siente esa necesidad de arreglar todo; hace que sintamos cierta familiaridad con sus comportamientos e historias, lo que nos obliga a interesarnos por su futuro. Nos obsesionamos con el motor que hace funcionar la serie: ver cómo lo harán para salir de la isla.

En "Lost", al igual que en la saga de J. K. Rowling, lo que importa es el proceso, no el final (a menos que en el capítulo 117 descubramos que esto ha sido todo un sueño, porque parto yo misma a protestar). "Lost" ha sido desde el primer día la invitación a un viaje, y benditos son quienes han sabido entregarse y disfrutar del paseo.

"Lost" es como leer un libro: es imposible explicarle a alguien esa sensación que da cuando uno se pierde entre sus páginas. No hay explicación científica de por qué leemos, o por qué enganchamos con una serie. El consumo es un proceso solitario, y quizás por eso, cuando el producto a consumir se transforma en un fenómeno colectivo, es que no lo podemos dejar ir. Sentirse parte de una conciencia mundial es parte de la recompensa.

Veo "Lost", porque si me pongo en Messenger "Oceanic six", salta gente a hablarme sobre lo que pasó anoche en la serie.

Veo "Lost", porque éste será el proceso más individual del mundo, pero no estoy solo.


((Curso Express de "Lost"))

Temporada 1 El avión Oceanic 815 cae durante el trayecto Sydney-L.A. 48 sobrevivientes se encuentran en una misteriosa isla, habitada por una mujer francesa que lleva 16 años ahí, y "Los otros", sus nuevos enemigos.

Temporada 2 Sigue la batalla con "Los otros". Conocen más sobre la "iniciativa Dharma", un proyecto científico que revela cómo algunas cosas han llegado a la isla. Se suma un nuevo grupo de sobrevivientes caídos al otro lado de la isla.

Temporada 3 Centrada en quiénes son "Los otros" y su líder Ben Linus, quienes toman prisioneros a varios protagonistas. La temporada terminaba, con los náufragos a punto de ser, supuestamente, rescatados

Petroleo Sangriento

Esta es la película de un solo hombre: Daniel Plainview (Daniel Day-Lewis), un pobre minero que golpe a golpe se convierte en propietario de la tierra, después descubre el llamado oro negro y por el petróleo termina convertido en un magnate solitario y millonario. Ningún otro personaje le hace sombra y más bien es el oscuro corazón de Plainview el que domina una película con el aspecto de una gran superproducción, gracias a las posiciones de la cámara, la banda sonora o la dirección de arte, pero no por los movimientos de masas, los grandes escenarios o los efectos especiales.

"Petróleo sangriento" no es una gran producción por el dinero invertido, sino por la manera como está filmada: es épica, pero es íntima y está recogida en un protagonista único. Lo de Paul Thomas Anderson, el director de "Boggie Nights" (1997) y "Magnolia" (1999), es el retrato de un hombre destinado a convertirse en un visionario y en un millonario de comienzos del siglo XX y, por tanto, en un pilar del capitalismo. Esta es la historia de esa construcción, pero la letra es pequeña y sucia, porque Plainview está dentro de la ley, es un vecino decente y honorable que emplea las armas que el sistema le permite: compra las tierras a precio vil, hace negocios con granjeros ignorantes, tiene la ventaja de la información privilegiada y si la religión le sirve, también la usa.

En la película no hay nada parecido a la crítica social o política de la época, al régimen de trabajo, a la poca seguridad laboral o a la explotación de los obreros, algo que harían, por ejemplo, directores como Steven Spielberg, Ron Howard u Oliver Stone. "Petróleo sangriento", en cambio, se contiene y a lo mejor se muerde los labios, pero nunca se transforma en un discurso políticamente correcto a un siglo de los hechos y con la galería totalmente a favor.

La película se vuelca en Plainview y en su conciencia, porque es alguien sin mujer ni hijos y sin nadie que lo quiera, pero un exitoso empresario que aprovechó las oportunidades y la ocasión, tuvo audacia, suerte y pocos remordimientos; puso talento, trabajo y en todo el camino, y éste es su tormento, no encontró nada parecido a la bondad, al bien común o a los designios de Dios. Plainview padece su soledad y en su cuerpo y semblante, en sus sudores y voz, se depositan y reflejan sus males: desde las ansias de poder del torvo Ricardo III a la ambición ilustrada del ciudadano Kane.

Daniel Day-Lewis está casi todo el tiempo en pantalla y su actuación es descomunal, por lo que su personaje empalidece todo lo que está a su alrededor; también al joven predicador que interpreta Paul Dano, un buen actor, pero demasiado liviano para un Daniel Day-Lewis tan intratable, brillante y aplastante, que su actuación es incluso mejor que la película.

15 febrero 2008

Las hermanas Bolena en Berlin

La sección oficial de la Berlinale se ha despedido con tres películas dignas, pero también incapaces de proporcionar un subidón, un poco de entusiasmo. Después de la torturante resaca mental provocada por nueve días de cataratas de mediocridad, en las que te agarrabas como el náufrago a la tabla a cualquier película decente, que no te durmiera o te pusiera de los nervios, lo único que deseas es que esta olvidable Berlinale se acabe de una vez, volver a tu añorada casa para disfrutar en ella del cine que te proporciona vida. La mayoría del que hemos visto aquí te la quita.

El cine y la historia se habían ocupado amplia y morbosamente de Ana Bolena, aquella ambiciosa señora que consiguió volver loco de amor al caprichoso, libertino y cruel Enrique VIII de Inglaterra, un tío con la misma capacidad para encoñarse con las sucesivas mujeres de su corte como para enviarlas a la cárcel, al olvido, al destierro o al verdugo cuando se le acababa la pasión por ellas.

En Las hermanas Bolena, el director Justin Chadwidck también le presta minuciosa atención a la familia de esta temible mujer, obsesionada por lograr poder y dinero del rey maquinando estrategias para que éste les ofrezca compartir su insaciable cama a las chicas de la familia. También centra su mirada y su piedad en María Bolena, una mujer bastante legal que fue el primer cebo que le ofrecieron al rey, del cual acabó enamorándose y dándole un hijo bastardo, siendo sustituida en su privilegiado estatus de amante real por su maquiavélica y cínica hermana Ana. Toda esta intriga acabará cuando Enrique VIII decide que le corten la cabeza a Ana Bolena, la mujer que cambiará la historia de Inglaterra, la pionera de los futuros ríos de sangre que en forma de guerra civil y en nombre de la dichosa religión asolarán años más tarde a ese país.

Realizada con corrección, tiene el aliciente del enfrentamiento entre Natalie Portman y Scarlett Johansson, dos de las más vistosas reinas del cine norteamericano actual. Apreciando siempre el talento de la primera y gustándome o dejándome frío la segunda en función de que la dirijan bien o mal, la interpretación de ambas en esta ocasión no es para guardarla en el recuerdo. Te ocurre lo mismo que con la película, que la ves agradablemente pero se te olvida rápido.

Ballast, dirigida por el primerizo Lance Hammer, interpretada por gente que nunca había actuado delante de la cámara, rodada en tres escenarios y con presupuesto mínimo, posee muchas de las apreciables características, pero también de las tediosas, del cine independiente norteamericano. Cuenta con esforzada sensibilidad y cierta monotonía el áspero reencuentro entre un hombre que ha intentado suicidarse con la deprimida ex mujer de su hermano (que también se suicidó; como ven ustedes, todo cristo secuestra niños o se suicida en la temática de esta Berlinale) y su sobrino, adolescente enganchado al crack y con sombrío futuro. Esta familia en crisis acabará comprendiéndose y otorgándose mutuo calor. Como debe ser, aunque para llegar hasta tan esperanzadora conclusión el espectador se haya aburrido a ratos y sensibilizado en otros con los infortunios cotidianos de la desolada familia.

Katyn tal vez suponga el testamento cinematográfico del venerado y longevo director polaco Andrzej Wadja, señor que me impresionó en algunas de sus primeras películas, como Cenizas y diamantes y Canal, pero del que también he tenido que sufrir variados y prestigiosos aburrimientos. Wadja narra con ambientación de lujo y precisión dramática la masacre en un campo de concentración de soldados, oficiales, policías e intelectuales polacos que perpetraron los servicios secretos rusos en la Polonia que se habían dividido Hitler y Stalin, y que durante mucho tiempo se adjudicó equivocadamente a los invasores nazis. Katyn posee fuerza expresiva, pero también tienes la sensación de que ya la has visto en el cine demasiadas veces.

Fuente : El País

11 febrero 2008

Atonement gano los premios Bafta

Cinco horas antes del inicio de la ceremonia de los Grammy, Londres también se vistió de gala. Ayer, en el Royal Opera House, se realizó la 58ª edición de los premios Bafta (Academia de Cine y Televisión Británica ), que son el símil de los Oscar en Gran Bretaña. Los grandes ganadores fueron Daniel Day-Lewis, mejor actor por "Petróleo sangriento", y Marion Cotillard, quien venció a Julie Christie como mejor actriz con "La vie en rose". Javier Bardem, por "Sin lugar para los débiles", y Tilda Swinton, por "Michael Clayton", fueron los premiados en la categoría de mejor actor y actriz de reparto. "Expiación, deseo y pecado" ganó sólo dos de las 14 nominaciones que tenía: mejor película y diseño de producción. Los hermanos Ethan y Joel Coen se llevaron la "máscara" en la categoría mejor director por "Sin lugar...".

Entre los asistentes, se lucieron la también nominada Keira Knightley, Anthony Hopkins, Sienna Miller y Kevin Spacey, entre otros. Estos premios son un buen indicador para saber qué pasará en los Oscar del 24 de febrero

Y el Grammy es para Amy Winehouse

Se llevó cinco estatuillas, incluyendo Mejor Artista Nuevo y Mejor Canción, pero no pudo asistir a la ceremonia.Le tuvieron que hacer un evento especial, pero valió la pena. Porque ayer Amy Winehouse fue la gran gandora de la edición número 50 de los Grammy, aunque tuvo que ver todo desde un estudio en Londres.

Eran casi las once de la noche cuando se mostró por primera vez el lugar donde la que ya era ganadora de cuatro galardones, incluyendo Mejor Artista Nuevo y Mejor Canción, por "Rehab", se había reunido con familia y amigos: desde una pequeña y glamorosa sala, Winehouse cantó "You know I'm no good" y "Rehab", con una voz fuerte pero nerviosa y más movimientos de los que suele hacer sobre el escenario. Luego, dio su primer discurso de la noche al enterarse que también había ganado grabación del año. La única nominación que no ganó fue la de Disco del Año, que recayó en Herbie Hancock.

La cantante no llegó a Los Angeles porque está en medio de una terapia de rehabilitación y no obtuvo su visa a tiempo, según se había anunciado, anoche estaría supervisada por personal médico.

Kanye West fue el segundo más premiado con cuatro reconocimientos, aunque todos fueron en la subcategoría de rap. Él además se presentó con Daft Punk y luego dedicó una canción a su fallecida madre.

Las grandes cumbres musicales fueron la tónica de la celebración de los 50 años de esta ceremonia, que partió con un discurso de Frank Sinatra. Luego, y gracias a una pantalla instalada en el escenario, el mítico cantante hizo un dúo con Alicia Keys. Juntos interpretaron "Learning the blues".

Y con Winehouse lejos, Keys fue la gran diva en el Staples Center de Los Angeles: además de la apertura, la cantante volvió a ponerse sobre el escenario para cantar "No one", y recibió dos premios.

Otras reuniones estelares fueron las de John Legend y Fergie, John Fogerty, Jerry Lee Lewis y Little Rochard, y Beyoncé y Tina Turner.

Uno de los momentos más emotivos de la noche fue entregado por The Beatles, cuando el Cirque du Soleil y la parte más anónima del elenco de la película "Across the universe" les rindieron un tributo con "A day in the life" y una versión gospel de "Let it be".

El gran regreso de Whitney

Hace ocho años que no recibe un premio Grammy y anoche tampoco postulaba a alguno, pero un día antes de que se entregaran los mayores reconocimientos de la industria musical, Whitney Houston se robó la atención y los aplausos en la fiesta más glamorosa que precede a este evento: la que cada año realiza el magnate de la música Clive Davis.

Este debiera ser el año de Houston, con la aparición de su primer disco de estudio desde 2002, y a más de un año de haber salido del centro de rehabilitación en el que estuvo internada casi todo el 2006.

"El año pasado en la misma gala, Whitney Houston casi no se paró de su silla y se veía muy frágil. Pero ayer (sábado) en el Beverly Hilton se vio a una completamente recuperada Whitney que se movía por el salón con gracia", escribió el sitio Foxnews. También se informó que la cantante estuvo sentada en la mesa del organizador del evento y también se la vio conversando con Alicia Keys, entre otros artistas.

Los ganadores:

CANCIÓN DEL AÑO:
Amy Winehouse por "Rehab"

GRABACIÓN DEL AÑO:
Amy Winehouse por "Rehab"

REVELACIÓN DEL AÑO:
Amy Winehouse

DISCO DEL AÑO:
Herbie Hancock por "River the Joni letters"

MEJOR DISCO POP:
Amy Winehouse por "Black to black"

MEJOR ACTUACIÓN FEMENINA POP:
Amy Winehouse por "Rehab"

MEJOR ACTUACIÓN MASCULINA POP:
Justin Timberlake por "What goes around...comes around"

MEJOR ACTUACIÓN FEMENINA R&B:
Alicia Keys por "No one"

MEJOR ACTUACIÓN RAP:
Kanye West por "Stronger"

MEJOR ACTUACIÓN DE ROCK:
Bruce Springsteen por "Radio Nowhere"

MEJOR DISCO ROCK:
Foo Fighters por "Echoes, silence, patience & grace"

MEJOR DISCO RAP:
Kanye West por "Graduation".

10 febrero 2008

Julie Christie a punto de un Oscar

He buscado a Julie Christie durante 30 años. Pero ella no quería ser encontrada. Yo sabía dónde estaba: en una aislada granja en Gales. Ella ignoró cada petición de entrevista, de la misma forma en que siempre ha evitado las fiestas, alfombras rojas y paparazzi.

Ahora saca la voz, porque ha sido persuadida de emerger brevemente de las sombras para hablar de su excelente y compleja interpretación en "Away from her", el filme por el que ya ganó un Globo de Oro y un SAG y está nominada a un Oscar. "Ésta podría también ser mi última película", advierte. Es una conmovedora mirada al Alzheimer. Su personaje, Fiona, está entrando en el mundo de la confusión y el olvido. Su marido acepta internarla en un lujoso hogar, donde la mujer se enamora de otro hombre. Escrito y dirigido por Sarah Polley (también nominada a un Oscar por Mejor Guión Adaptado), quien quería a Christie en el rol, pero después de meses intentando convencerla, declaró sentirse como un pretendiente cortejando a una mujer que no quería ser cortejada. "Soy terriblemente perezosa", dice Christie, como explicación. "Generalmente, soy bastante despiadada al decir que no. Pero sabía que alguien más haría 'Away from her' al final, y me iba a enfermar por no haber sido yo".

Vestida con un abrigo negro con cuello de piel falsa, anteojos oscuros y cabello rubio, Christie no ha perdido nada de su reputado vigor y poco de su atractivo. A pesar de su estatura (apenas 1,57 m) y su edad, 66 años, se las arregla para verse más alta y joven.

Yo estaba en el colegio cuando Christie revoloteaba por la pantalla como Diana Scott en "Darling". Para cuando yo ya estaba en el rubro, ella había dejado Hollywood. Se fue a vivir con el periodista de izquierda Duncan Cumpbell (con quien finalmente se casó hace poco) y desapareció para criar ovejas en Gales. Volvía cada cierto tiempo para una película, pero seguía alejada de la prensa. "Nunca vi el sentido de ser de alto perfil cuando lo detestaba tanto", dice.

El 24 de febrero irá a los Oscar, aunque algo a regañadientes. No tiene buena opinión del negocio del espectáculo después de la última vez que fue al evento, hace 10 años, cuando estuvo nominada por "Una luz en el corazón". "El estudio quiere que te veas fantástica, y toma prestada ropa y diamantes de diseñadores para que uses", dice. "No volveré a hacerlo. Te conviertes en una especie de vendedora. Hay, incluso, letreros que dicen 'Voltea', porque quieren que le hagas propaganda al vestido". No espera mucho de la alfombra roja. "No le importo un diablo a nadie", insiste. "Seamos realistas: quieren ver a gente como Johnny Depp o Angelina Jolie, una joven que admiro. Es el lugar para la gente joven y bella".

Debutó en televisión en 1961, pero fue el filme de 1963 "Billy Liar" el que le trajo notoriedad. Uno de sus roles memorables fue en "Don't look now", junto a Donald Sutherland. La pareja aparece en pantalla en una escena erótica que ha sido descrita como la más sexy de la historia. El rumor de que además es la única escena de sexo real en una película mainstream ha corrido siempre, pero ella dice que nunca dirá la verdad: "¿Puedes imaginar perder ese pedacito de mística?".

¿Por qué, después de ser una estrella, decidió abandonar Hollywood? "Las películas me parecían turbulentas y estresantes", dice. "Me han causado una enorme cantidad de ansiedad, porque no tengo mucha confianza. Tienes que socializar todo el tiempo. Soy muy tranquila y prefiero hablar con poca gente".

Christie nació en Chabua, India, donde su padre plantaba té. Sus padres se separaron, y ella fue más influenciada por su madre Rosemary, cuyo estilo de vida es el que nunca hizo que se adaptara en Hollywood. La actuación tampoco ha significado mucho. "Me llevó de la vida real a una vida de apariencia. Quería esa vida real de vuelta. No soy una actriz dedicada". Tampoco la motiva el dinero. "Tuve grandes ganancias, pero todo se me fue". No hay tono de pesar. "Ya no tengo una carrera que construir", dice. "Así que hago unas pocas cosas que pagan las cuentas. No me puedo quejar".

Tres roles emblemáticos

"DOCTOR ZHIVAGO" (1965)

El ingreso de Christie a la historia del cine. Aquí interpretó a Lara, una mujer de historia trágica que tiene un romance con el poeta y doctor Yuri Zhivago.

"DARLING" (1965)

Con 25 años recién cumplidos, Christie gana el Oscar a Mejor Actriz por esta cinta donde es Diana Scott, una joven decidida a obtener fama y fortuna. Para hacerlo no duda en utilizar su belleza y dotes de conquista.

"UNA LUZ EN EL CORAZÓN" (1997)

Casi recién salida de un retiro voluntario a comienzo de los 90, Christie fue nominada al Oscar por este rol de una mujer madura en crisis.

Oscar

CUATRO veces ha estado nominada. Ganó la primera vez por "Darling" (1965).

fuente : GARTH PEARCE

07 febrero 2008

Arranca la Berlinale con los Rolling Stones

"Shine a light', el documental de Martin Scorsese sobre los Rolling Stones, ha sido el encargado de inaugurar la 58º edición del festival de cine. Abrir la Berlinale siempre es un privilegio para el filme elegido, en esta ocasión por partida doble: los 'dioses' Stones desfilaban en pleno por la alfombra roja para demostrar que nunca se filmaron tan bien las arrugas más vivas del rock.

"Los Stones eran mi objeto de deseo, fueron la música de mi vida", declaraba Scorsese ante la prensa, en calidad de comandante de una banda a la que Berlín recibió con la pasión de una masa de 'groupies'.

"Es un honor para nosotros estar aquí. Es la primera vez que un documental musical abre un festival así. Nuestro agradecimiento al director, Dieter Kosslick", saludo que realizaba Jagger, caballero y carismático como en el filme, sólo que sentado y sin dar brincos.

Los rockeros han hecho alarde de buenas maneras y con caras de buenos chicos. Conciliadores, incluso con quienes reprochaban que una película no tiene la fuerza de un concierto.

"No es un concierto, es un filme", ha aclarado Jagger, mientras Keith Richard sentenciaba que lo grandioso de todo fue no notar el despliegue de cámaras organizado por el equipo de Scorsese. "Tratamos de estar lo más cerca posible de un concierto sin llegar a ser un incordio", ha subrayado Scorsese.

Las claves del documental

'Shine a Light' no es ni un concierto filmado ni un documental al uso, tejido con las piezas más emblemáticas de la banda y salpicadas por declaraciones de sus héroes. Es un filme con un lenguaje propio, en el que Scorsese sabe dar a cada plano un toque mágico.

La cámara recorre cada arruga, vena, arteria y fibra de Jagger, convertido en una categoría humana propia ante la que sólo cabe preguntar cómo puede sobrevivir a sus conciertos.

Keith Richards, con su permanente aspecto de acabar de caer del cocotero; Ronnie Wood, alter-ego o imitación del anterior, y el monosilábico Charlie Watts, incapaz de hilar una frase completa, son sus comparsas en un universo con Jagger como único astro rey.

El núcleo de las imágenes salen de un concierto exclusivo -2.800 plazas- en el Beacon Theater de Nueva York en 2006, con el ex-presidente Bill Clinton en el papel de 'telonero' de los Stones, presentando la actuación como una gala contra el cambio climático.

Un par de toques maestros de Scorsese retratan la ironía del conjunto. Desde Richard saludando cortésmente a la madre de Hillary Clinton, a las niñas bien, apelotonadas ante el escenario, rendidas a cada brinco de las caderas de alfeñique de Jagger.

En el mismo tono se intercala un dúo con Christina Aguilera, aguantando el empaque de Jagger sobre unos tacones 'alámbricos' de equilibrio imposible, o el mismo Scorsese, preguntándose si es cierto que el líder de los Stones puede arder si se le coloca bajo los focos.

Con la periodicidad justa para no aburrir ni romper las piezas, Scorsese incorpora impagables escenas de archivo, con Jagger o Richard jovencitos y explicando a ciertos guardianes de la moral que no son anarquistas drogadictos.

En directo o de archivo, 'Shine A Light' muestra a un Jagger sexy como nunca. Tanto en los primeros años de la banda, cuando suelta casi mesiánico que a los 60 piensa seguir en lo mismo, y también superadas ya todas esas décadas.

La constelación de los Stones, al completo, Scorsese y el producto final, 'Shine A Light', han convertido la apertura de la Berlinale en acontecimiento histórico. Un privilegio también para el director del festival, Dieter Kosslick, que desde luego no tendrá que explicar a qué viene colocar un documental musical para abrir un festival de cine, por supuesto fuera de concurso. Por pura 'Satisfaction'.

Fuente : "El Mundo"