31 marzo 2010

Anuncio en el final de Lost bordea el millón de dólares

La expectación creada ante el adiós de la popular serie de televisión Lost, fijado para el 23 de mayo en EEUU y que en en Perú emite el canal de cable AXN, disparó el valor de los anuncios publicitarios asociados a su emisión hasta casi 1 millón de dólares por cada 30 segundos, informó ayer la prensa local.

Tras seis temporadas en antena, el programa de ciencia ficción sobre los pasajeros del vuelo Oceanic 815, cuyo avión se estrelló en una misteriosa isla en el Pacífico, entró en su recta final rodeado de un gran interés por parte de la audiencia, que la cadena ABC quiere rentabilizar al máximo.

Según datos ofrecidos por la revista Advertising Age, el canal estadounidense fijó entre 850.000 y 950.000 dólares cada 30 segundos de anuncio en los cortes publicitarios previstos para el último capítulo del ciclo, 4 veces más que lo solicitado para el episodio final de la quinta temporada del programa.

La cantidad es inferior en alrededor de 400 mil dólares a la que se pide cada año en EEUU a los anunciantes que quieren ver su producto en las pausas comerciales de la ceremonia de los Oscar.

30 marzo 2010

Julia Roberts vuelve al cine como una mujer que busca el amor

Julia Roberts partió el año con un gran éxito de taquilla. US$ 210, 8 millones recaudados en todo el mundo por la comedia romántica "Día de los enamorados". Pero en aquella cinta -que la reencontraba con el director de "Mujer bonita", Garry Marshall-, la actriz era sólo un miembro más de un abultado filme coral. El próximo 14 de octubre, Roberts volverá a las salas locales como reina absoluta en el drama "Comer, rezar, amar", dirigido por Ryan Murphy, más conocido como creador de series de TV como "Nip/Tuck" y "Glee".

Basada en las exitosas memorias de Elizabeth Gilbert, la cinta narra el viaje que esta mujer realiza por todo el mundo en busca de dar sentido a su vida luego de que fracasan sus intentos por quedar embarazada. En la travesía, Elizabeth se encontrará con un hombre que la hará replantear sus prioridades y, también, redescubrir el amor.

Roberts encabeza un elenco que incluye al español Javier Bardem, James Franco, Billy Crudup, Richard Jenkins y Viola Davis. La cinta se filmó el segundo semestre de 2009 en ciudades como Nueva York, Nápoles (Italia), Pataudi (India) y Bali (Indonesia).

La película ya ha comenzado a generar rumores de una posible nueva nominación al Oscar para Roberts. Ella ha sido nominada tres veces y lo ganó en 2001 por "Erin Brokovich".

Por estos días, la actriz comenzará a trabajar en su nuevo filme. Se trata de "Larry Crowne", donde será dirigida por Tom Hanks, quien además integra el elenco.

Ryan Murphy, que debutó en cine con el drama "Recortes de mi vida", pretende seguir aprovechando su nueva sociedad con Roberts. El nombre de la actriz suena como posible invitada para actuar en un próximo episodio de "Glee".


Woody Allen ya tiene elenco

Marion Cotillard (ganadora del Oscar por La vie en rose) y Rachel McAdams (Sherlock Holmes) están en las negociaciones finales para ser las protagonistas del filme que Woody Allen comenzará a rodar en París este verano boreal, según informó la revista Variety.

El filme -que será el primero que el director de Manhattan filmará en la capital francesa- ya tiene asegurada la participación protagónica de
Owen Wilson (Starsky & Hutch) y se viene hablando hace meses de una participación especial de Carla Bruni, la modelo, actriz, cantante y esposa del presidente francés Nicolas Sarkozy, pero sigue sin confirmarse.

Como siempre sucede en los filmes de
Allen, poco se sabe de su trama de antemano. Lo único que se anunció es que parte de la película transcurrirá en la actualidad y que otra parte será "de época".

Allen estuvo a punto de filmar en París en 2006, pero el proyecto se cayó por falta de presupuesto. Pero tras el gran éxito que fue en Francia Vicky Cristina Barcelona (15 millones de dólares), los productores españoles (que tienen un acuerdo con Woody para tres películas) se decidieron a gastar extra para filmar en Francia, aprovechando una nueva ley que reduce 20% los gastos de los rodajes allí por devolución de impuestos.

Allen ya tiene lista una película que, se rumorea, podría presentar en mayo, en el Festival de Cannes. Se titula You Will Meet a Tall Dark Stranger (Conocerás a un extraño alto y oscuro) y tiene como protagonistas a Anthony Hopkins, Naomi Watts, Antonio Banderas, Freida Pinto y Josh Brolin

29 marzo 2010

Juliette Binoche será el rostro oficial de Cannes 2010

Hace dos años atrás los organizadores del Festival de Cannes decidieron escoger la imagen de una musa para promover el prestigioso certamen. Este año la elegida es la actriz francesa Juliette Binoche.

La fotografía fue tomada por la retratista Brigitte Lacombe y muestra a Binoche descalza, con camisa y pantalón negro escribiendo con unas brochas y mediante un amplio gesto la palabra "Cannes", con unas letras luminosas, bajo un fondo azul.

En un comunicado de prensa, los organizadores dicen que "la gracia de su gesto es una invitación a seguirla", y agrega que los organizadores quedaron "seducidos" por "la figura alegórica" que representa Binoche, ganadora de un Óscar por su papel en "El paciente inglés".

Asimismo, destacaron la silueta de la actriz, que "ilumina la escena con su presencia", y la "simplicidad" de la imagen, que desprende "magia" por la "mirada enigmática" de Binoche.

El cartel de este año prosigue con la serie de heroínas que inició el festival hace dos años "como representación del misterio de la pantalla".

En la pasada edición el cartel fue un fotograma de "L'Aventura", película rodada en 1960 por Michelangelo Antonioni, en el que una misteriosa silueta femenina se asoma a un balcón.

En 2008 fue Pierre Collier, artista de carteles cinematográficos, quien preparó una imagen inspirada en una fotografía del cineasta David Lynch, en la que se mostraba a una mujer rubia con los ojos tapados para guardar su anonimato

21 marzo 2010

El destino según una serie

FlashForward , la serie de AXN que medita acerca de la naturaleza del destino, espera que el propio le sonría con el correr del tiempo.

En esta ambiciosa ficción -que hoy emitirá sus cuatro primeros capítulos, por AXN, en continuado, a partir de las 15- miles de millones de personas en el planeta se desmayan al mismo tiempo, durante dos minutos y 17 segundos, y tienen una visión de sí mismos el 29 de abril de 2010, seis meses en el futuro. Las repetidas referencias a esa fecha específica -un jueves, el día que se emite la serie en su país- son un compromiso con sus espectadores de que el enigma a resolver tendrá una solución clara, de que no lo están inventando a medida de que avanzan sus capítulos.

"Es un pacto que tenemos con la audiencia: los vamos a tratar con respeto. Si se compenetran con la suerte de los personajes, verán que sus historias tendrán una recompensa", dice David S. Goyer, uno de los creadores del ciclo, basado en la novela homónima de Robert J. Sawyer, bautizado desde sus inicios como "La sucesora de Lost ".

En su oficina de Burbank, California, el productor afirma que Lost demostró que el público televisivo está dispuesto a seguir historias épicas, casi cinematográficas. Y FlashForward es épica. En el piloto, un alcohólico recuperado se ve bebiendo; una mujer soltera se vislumbra en un control prenatal y un tercer personaje, a punto de suicidarse, se ve vivo dentro de seis meses, lo que lo impulsa a dejar de lado su revólver. Pero algunas personas no ven nada en el "apagón", como lo llaman en el ciclo. ¿Es porque no estarán vivos?

En una paradoja digna de la propuesta, el protagonista, un detective del FBI interpretado por Joseph Fiennes, es puesto a cargo de la investigación del fenómeno porque en su visión se veía investigando los desmayos. El programa se pregunta: "¿Nuestros caminos están escritos desde nuestro nacimiento, o tenemos libertad de elegir?", explica Goyer.

Las similitudes entre Lost y FlashForward (que se emiten los martes, por AXN, una detrás de la otra en nuestro país) son muchas. Dos integrantes del elenco de Lost , Dominic Monaghan y Sonya Walger , aparecen en FlashForward . Pero sus responsables hacen un importante distingo. Así como Lost es famosa por no revelar la explicación de buena parte de sus enigmas, FlashForward promete responder "virtualmente todas" las preguntas.

Para el final de esta temporada, sus seguidores descubrirán si la gente que no tuvo visiones morirá o vivirá, quién es el sospechoso cero (la única persona que, hasta el momento, se ha comprobado que estaba despierto en el momento de los desmayos), pero seguramente no sabrán la razón del "apagón" global. "Ese es el misterio que reservamos para el final de la historia", confesó Goyer.

Como Lost , la serie esconde en sus escenas incontables "huevos de Pascua" o pequeñas revelaciones, para que los espectadores los descubran. Por ejemplo, la secuencia de títulos de cada episodio incluye una imagen que sólo se ve durante un segundo, que es en sí misma un flashforward a algo que se verá en esa entrega o en alguna posterior. "Nunca se nos van a acabar las historias", confía Goyer.

Futuro turbulento

  • Los 12 millones de espectadores que sintonizaron el debut del programa en los Estados Unidos parecían confirmar que ABC había encontrado al sucesor de Lost . Pero con el correr de los capítulos, su audiencia se estabilizó en niveles sólo respetables. Por estos días, se verán en EEUU los últimos capítulos de su temporada mientras se espera su renovación por un año más con un estado de ánimo similar al de sus personajes, que el futuro les sonría a pesar de las turbulencias

14 marzo 2010

Una isla donde nada es lo que parece

La isla siniestra no plantea, como tantos thrillers , un rompecabezas de esos que invitan al espectador a poner en juego sus habilidades de detective y tratar de descubrir por vía racional, mientras la acción transcurre, el enigma que sólo se descifrará al final. Se trata más bien de otro tipo de trama intrigante: aquella que zigzaguea constantemente, aconseja no confiar demasiado en nada de lo que se ve y pide paciencia para aguardar el sorpresivo giro que traerá el desenlace revelador. El problema, en estos casos, está en determinar si el impacto de la sorpresa justifica o no tanta espera. Habrá opiniones divergentes. Entre la aventura actual que vive el protagonista -un alguacil que ha sido enviado en misión oficial para investigar la desaparición de una paciente en una isla-colonia psiquiátrica de Nueva Inglaterra- y las afiebradas alucinaciones que lo aquejan y que tienen que ver con trágicos acontecimientos de su pasado, es difícil establecer dónde empieza lo real y dónde el delirio. Tal ambigüedad, que -puede sospecharse- Scorsese habrá querido utilizar también para interrogarse sobre las borrosas fronteras de la realidad, es la que alimenta el suspenso de su film, concebido como homenaje al cine negro de los cincuenta (la historia transcurre en esos años), pero también al viejo terror de clase B con sus personajes tenebrosos, su horror psicológico y sus fundamentos vagamente psicoanalíticos.

La novela de Dennis Lehane le proporcionaba todos los elementos necesarios: una isla escarpada, muy poco accesible y azotada por todos los vientos; en ella, un viejo fuerte de la Guerra Civil reciclado como hospital para enfermos mentales con antecedentes criminales; un misterioso faro; pacientes que vagan por parques y corredores como zombies rigurosamente custodiados por una multitud de enfermeros; científicos que ensayan nuevas terapias, y por todas partes la memoria fresca del horror nazi y sus experimentos médicos y la paranoia creciente de los años de la Guerra Fría. De la historia que se desarrolla a partir de la llegada del alguacil (DiCaprio) y su colega (Mark Ruffalo) poco puede decirse sin correr el riesgo de revelar lo que debe ignorarse.

Scorsese saca buen partido del material, pone al servicio de la historia su talento para traducir en imágenes y sonidos el clima de perturbadora incerteza que la gobierna y vigila la solidez de la construcción, que admite unos cuantos flashbacks -quizá demasiados- en los que cabe algún toque surrealista. Por cierto, hay más grandilocuencia que sutileza: no podría esperársela teniendo en cuenta el cine que toma como referencia, pero el relato, aun con su frialdad, se sigue con interés, al menos hasta el desenlace. El énfasis en la banda sonora y la intensidad que se busca en la interpretación resultan más de una vez excesivos. En cambio, son admirables los aportes de Dante Ferretti en el diseño de producción y de Robert Richardson en la fotografía.

13 marzo 2010

¿...Y dónde están los Morgan?

Es prácticamente una regla de género para la comedia romántica que la historia se termine cuando la pareja protagónica se junte. Usualmente, luego del "fueron felices y comieron perdices", los títulos empiezan a pasar por la pantalla. ¿...Y dónde están los Morgan? es una excepción. Porque el relato escrito y dirigido por Marc Lawrence ( Letra y música ) comienza más o menos por la mitad del matrimonio de Meryl y Paul Morgan, interpretados por Sarah Jessica Parker y Hugh Grant. Lamentablemente, hasta allí llega su intento de originalidad. Casi desde los primeros minutos del cuento, situado entre las calles de Nueva York y las praderas de Wyoming, es posible ver cómo se desarrollará la película casi escena por escena. Claro que, a diferencia de otras películas de su tipo, en este caso la previsibilidad no empaña lo entretenido de los diálogos. Bien escritos y bien actuados, especialmente por Grant, que hace años -desde El diario de Bridget Jones- que está perfeccionando diferentes versiones de este mismo personaje. Un hombre sofisticado, gracioso e irónico que esconde una gran vulnerabilidad. Por el lado de Parker, a la que le toca interpretar a Meryl, una mujer fuerte pero herida por la infidelidad de su marido, el síndrome Sex and The City hace las cosas un poco más complicadas de creer. Su personaje aquí es una versión desglamourizada de Carrie Bradshaw, y sin embargo está lo suficientemente cerca de ella para que el espectador no pueda distinguirlas demasiado. Es cierto que, lejos del desenfado de la serie televisiva y luego la película, la esposa engañada de ¿...Y dónde están los Morgan? tiene más nervios que zapatos, pero ese detalle no la hace más querible

Del amor al crimen

Cuando la pareja sea testigo de un asesinato y deba refugiarse con nuevas identidades en un pueblito de Wyoming, la cercanía y el aislamiento ayudarán al romance, y el absurdo de poner a dos bichos de ciudad en el campo aportará algunas risas, más a expensas de ellos que de los pintorescos lugareños. Sin caer en ridículos, pero utilizando estereotipos bastante marcados, la película podría haber derrapado si no fuera por Sam Elliott y Mary Steenburgen, la pareja de alguaciles que refugiará a los Morgan y de paso funcionarán como improvisados consejeros matrimoniales. El interpreta, como ya lo hizo antes, al cowboy americano por excelencia, estoico y tan imponente como las armas que maneja el personaje de Steenburgen, una actriz versátil y bellísima en su madurez. Con un desenlace más de fórmula que atrapante, ¿...Y dónde están los Morgan? consigue sin embargo entretener contando una historia del amor después del amor.

Estrella de Felicity protagonizaría nueva serie de Fox

A ocho años del final de la serie Felicity, la actriz Keri Russell podría regresar a la televisión si acepta finalmente la oferta de Fox para unirse al elenco de su comedia Wilde Kingdom.

La cadena estaría en negociaciones con Russell para que ésta sea la protagonista de la próxima apuesta de la televisora.

Producida por Lionsgate y Tantamount, el programa presenta a Will Arnett como un millonario de Beverly Hills egocéntrico que se enamora de una mujer totalmente opuesta (Russell) que no soporta su estilo de vida y sus valores.

Mitch Hurwitz, el mismo tras Arrested Development, es el encargado de dirigir el piloto, que escribió junto a sus compañeros de AD Arnett y Jim Vallely.

Después de disfrutar el exito de las cuatro temporadas de Felicity, Russell decidió enfocarse en el mundo del cine. Durante 2007, en tanto, la actriz apareció en dos episodios de Scrubs

11 marzo 2010

Lost: Michelle Rodríguez reaparecerá en la última temporada

Cuando el fin de Lost está cada día más cerca, se anunció que la actriz Michelle Rodríguez reaparecerá en uno de los capítulos de la sexta temporada y final de la serie que en Perú emite el canal por cable AXN.

Rodríguez interpretó en el programa a una oficial de policía latina llamada Ana Lucía, pero su personaje murió al final del segundo ciclo, tras algunos problemas con la justicia de Hawai que la obligaron a desaparecer del guión.

Desde entonces, sólo ha tenido una intervención en la trama, en la quinta temporada cuando apareció en una de las visiones de Hurley.

El regreso de la actriz a la historia de los sobrevivientes a un accidente aéreo en una isla del Pacífico fue confirmado por los propios productores de la serie, quienes no dieron más detalles del rol de la estrella de Avatar.

La reincorporación de la actriz se une a otros actores que regresan a Lost, entre los cuales se encuentran Dominic Monahan, Maggie Grace, Harold Perrineau y Cynthia Watros

10 marzo 2010

Muere Corey Haim, ícono de las películas juveniles de los '80

Esta mañana la policía de Los Angeles confirmó la muerte del popular actor "ochentero" Corey Haim, recordado por sus papeles en las películas "Sin licencia para conducir" y "La generación perdida", según informa el sitio TMZ.com

El actor habría fallecido por una sobredosis accidental de drogas, a los 38 años. La policía recibió un llamado esta madrugada desde el hospital Saint Joseph, ubicado en California, para iniciar la investigación del deceso.

Haim estuvo involucrado con las drogas durante su juventud, e incluso llegó a internarse catorce veces en centros de rehabilitación. Recién en el 2004 logró desligarse totalmente del consumo de ellas.

El actor canadiense comenzó su carrera en 1984 con la exitosa cinta "Firstborn", en la que interpretaba a un joven en medio de una guerra familiar. Al año siguiente apareció en la cinta para la televisión "A Time to Live".

Haim saltó a la fama con la película "Lucas", en la que interpretaba a un tímido estudiante secundario. Posteriormente grabó "Generación perdida", cinta que lo consolidó como uno de los actores jóvenes más populares de la década, junto a otra estrella que cayó en el consumo de drogas, Corey Feldman.

Su éxito se incrementó aún más en 1988, cuando se estrenó la comedia "Sin licencia para conducir", película que con los años llegó a ser considerada un clásico adolescente de aquella década. Otro de sus éxitos en aquel decenio fue "Sueña un pequeño sueño", en la que en 1989 volvió a compartir pantalla con Feldman.

El 2007, produjo y estelarizó un reality show precisamente con Feldman, titulado "The Two Coreys", que alcanzó a durar 19 episodios.

Durante los últimos años, Haim participó en proyectos televisivos y cintas de bajo presupuesto, pero también se desempeñó como productor. Este 2010 pretendía expandir su carrera convirtiéndose en director de dos películas, "The Throwaways" y "A Detour in Life".

Haim intentó revivir su éxito de los ochenta con sendas secuelas de "Sueña un pequeño sueño 2" (1995) y "Generación perdida: La tribu" (2008), pero ambas fueron lanzadas directamente en video. El último proyecto estrenado en el que participó fue "Shark City", una comedia que pasó sin pena ni gloria por la cartelera norteamericana

08 marzo 2010

Una ceremonia sin brillos y sin sorpresas

"Este show es tan largo que ahora Avatar sucede en el pasado", bromeó Steve Martin en el final de la 82a. ceremonia de entrega de los premios Oscar. Tres horas y media se tomó la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood para reconocer lo mejor de la producción cinematográfica de 2009. Tres horas y media que parecieron más. Tal vez por la ansiedad local por la categoría de mejor película extranjera, tal vez porque el intento de los productores Bill Mechanic y Adam Shankman de revitalizar la transmisión no resultó del todo exitoso. Después de una temporada de premios que comenzó en enero, la noche más glamorosa de Hollywood careció del brillo y el interés de otros años. Salvo para los aperuanos y argentinos, claro.

Los galardones actorales estaban casi cantados, y aunque diez films compitieron por el premio de mejor película, lo cierto es que la pelea se resumía en Vivir al límite (el film que casi no consigue salas para ser estrenado) versus Avatar, la película más taquillera de la historia del cine. Con nueve nominaciones cada uno, Kathryn Bigelow y James Cameron fueron representados como dos maneras diferentes de hacer cine. Los casi seis mil votantes del Oscar eligieron esta vez la independencia por sobre el sistema de los estudios que reinan en Hollywood, otorgándole seis premios a Vivir al límite contra los tres de Avatar.

Pero lejos de moldear su noche según el modelo de austeridad de Bigelow, los Oscar parecieron tomar nota de las extravagancias del estilo Cameron. Así, en lugar de un conductor tuvieron dos, Martin y Alec Baldwin, ambos apenas graciosos. En vez de un comienzo tuvieron dos, primero con los nominados a mejor actor y actriz parados sobre el escenario y luego con un número musical protagonizado por Neil Patrick Harris, un popular intérprete televisivo cuyo talento no logró superar lo añejo de la propuesta. Y, en lugar de un homenaje a los fallecidos en el año que pasó, los organizadores decidieron incluir dos. El primero recordó al guionista y director John Hughes y el segundo, musicalizado por James Taylor (interpretando el tema "In My Life" de The Beatles), fue un montaje general, que no incluyó a Farrah Fawcett. Un error que en una producción del nivel de los Oscar no debería ocurrir.


Sandra, la mejor y la peor
-

Está claro que Hollywood no quiere que Sandra Bullock haga comedias. ¿Cómo se explica si no que por su papel en la fallida All About Steve la actriz haya recibido y aceptado el sábado el premio Razzie a la peor actriz del año y que veinticuatro horas después por su papel en el drama Un sueño posible se haya ganado el Oscar a la mejor actriz? Según ella, se quedó con la estatuilla por cansancio de la Academia.

En uno de los mejores discursos de la noche, Bullock saludó a sus compañeras de rubro Gabourey Sidibe ( Preciosa ), Carey Mulligan ( Enseñanza de vida ), Helen Mirren ( The Last Station ) y Meryl Streep ( Julie & Julia ), con la que compartió un beso en los premios del público norteamericano hace unos meses y a la que mencionó al final de sus agradecimientos -emocionantes pero sin los molestos desbordes de otros años- como "mi amante, Meryl Streep". Igual de efectivo aunque extremadamente frío y ensayado fue el discurso del mejor actor de reparto, Christoph Waltz. El intérprete austríaco, que se lució en Bastardos sin gloria, le otorgó el único triunfo de la ceremonia al film de Quentin Tarantino, que competía por ocho premios. Para sorpresa de nadie, la comediante Mo´Nique se quedó con la categoría de actriz de reparto por su interpretación en Preciosa.

La primera nominación de Jeff Bridges fue en 1972, por su papel secundario en La última película, de Peter Bogdanovich, ambientada en un pueblo de Texas. Treinta y ocho años y muchísimos films después, otro personaje texano hasta la médula le consiguió su primer Oscar. Gracias a su desgarradora, inteligente y divertida interpretación del cantante de música country Bad Blake en Loco corazón ,Bridges se subió al escenario mientras la platea lo aplaudía de pie. Con la cadencia y los modismos de Dude Lebowski -el personaje de culto que interpretó en El gran Lebowski de los hermanos Coen-, Bridges agradeció y agradeció, superando bastante los 45 segundos reglamentarios. Una de las nuevas disposiciones de los productores que buscaron ganar tiempo para poder organizar un absurdo número de baile que representó a las cinco nominadas en la categoría de musica original. La mezcla de danza moderna y hip hop buscó atraer el público joven, lo mismo que la presencia de los protagonistas de Crepúsculo , Kirsten Stewart y Taylor Lautner, para presentar un innecesario montaje dedicado al cine de terror.

"La mejor película es Vivir al límite", anunció Tom Hanks, al que sólo le faltó salir corriendo del escenario para demostrar que la aburrida, larga y desilusionante 82a. entrega de los Oscar había terminado.