
Todo ocurre en un film dirigido por Kirk Jones, donde la protagonista se anima a guiñarle el ojo con sutil ironía a la mismísima magia de Harry Potter.
"Yo amo «E. T.», una película que regaló alegría y amor a muchas generaciones. Por eso, haber escrito e interpretado esta película con la mente puesta en los chicos fue un verdadero gozo", dice. Thompson se entusiasma con el papel con el que más parece haberse comprometido en los últimos tiempos.
La actriz, hoy de 46 años, había sobrellevado un período de aislamiento después de su comentado divorcio de Kenneth Branagh. Más tarde volvió a casarse con otro actor, Greg Wise, siete años más joven que ella y de esa unión nació, cuando Thompson tenía 40 años, su primera hija, Gaia, a la que califica de pequeña joya. Thompson dice de sí misma y de su hija: "El consumismo traza líneas demográficas muy fuertes y separa a los hijos de los padres, a los jóvenes de los viejos. Yo, en cambio, creo en todas las cosas que pueden unir a las diferentes generaciones, no en las que las separan".

No es casual descubrir que Jane Austen, la autora de "Sensatez y sentimientos" -cuya adaptación al cine tuvo a Thompson entre sus protagonistas- y "Orgullo y prejuicio", es la preferida de la actriz. En una charla con ella se mezclan todo el tiempo sus motivaciones personales y sociales con el cine, el teatro y la literatura.
"Es que yo estoy convencida de que la vida imita a la literatura y no al revés. Escribir es el modo en el cual trato de equilibrar la vida diaria, la imaginación y los valores", explica. Y dice haber escrito esta película -en la que muy pocas veces se la ve al natural- también pensando en su hija. "En tiempos tan oscuros como los que vivimos, es verdaderamente dichoso estar con los hijos y reencontrar el valor del más pequeño e íntimo vínculo con ellos", agrega.
