Cuentan la historia de Lorna (una soberbia Arta Dobroshi), una inmigrante albanesa en Bélgica, que 'colabora' con un tipo poco recomendable que organiza matrimonios por conveniencia, primero para conseguir la nacionalidad y luego por dinero para abrir un restaurante.
Contada a través de los silencios de Lorna, las imágenes muestran de forma muy realista —como suelen hacer los hermanos Dardenne— la forma de supervivencia de la mujer, las miserias del toxicómano (Claudy/Jeremy Renier) con el que se ha casado y sus dilemas morales.
No necesitan entrar en lo sórdido para mostrar la vida de este grupo de personas, a cada cual más solitaria. Y a mostrar esa desesperanza ayudan las localizaciones, en Lieja, con los típicos cafés belgas "anacrónicos", que parecen sacados de "mediados del siglo" pasado, como reconoció en rueda de prensa Luc.
La elección de Lieja no es gratuita, como explicó Luc. En sus anteriores películas el escenario era un lugar cercano a esa ciudad, más pequeño y solitario, pero en esta ocasión querían "poner los secretos de Lorna en medio de la gente porque eso reforzaba ese silencio, lo hacía más inquietante e incluso más solitaria".
También colabora a dar el ambiente que buscaban el cielo permanentemente gris, color que contagia la fotografía de la película, que da una sensación de depresión permanente. "Lo que nos ha interesado esencialmente es la historia de los seres humanos, los que vienen de fuera, como Lorna y Sokol (su novio, interpretado por Alban Ukaj), que buscan de qué manera conseguir lo que ellos creen es su parte de felicidad", explicó Jean Pierre.
Unos silencios muy elocuentes
Lorna "es un ser humano con sus paradojas, sus silencios" y por ello el trabajo de cámara ha sido en este filme "mucho más tranquilo" que en trabajos anteriores de los Dardenne. "Queríamos observar a Lorna" y "para mirarla no era cuestión de moverse con ella, si no de grabar y ver. Mostrar a esa mujer misteriosa y su silencio, que es terrible", precisó Jean Pierre.
La actriz Arta Dobroshi (kosovar), que aprendió a hablar francés en dos meses para interpretar el papel, señaló que conoce a personas de los Balcanes con historias similares a las de Lorna, que es simplemente "un ser humano que trata de sobrevivir y que podría ser de España, Bélgica, Kosovo o cualquier otro lugar".
Por su parte, Alban Ukaj, su novio en la pantalla y también kosovar, destacó que para preparar su papel tiró de sus propias experiencias, de la época de la guerra de Kosovo. "Lo peor que te puede pasar cuando vienes de un país pobre o en guerra es la humillación", afirmó al explicar el carácter de su personaje.
En ese contexto, la pobreza de la que proceden los protagonistas, el dinero cobra un protagonismo curioso en la historia, tanto física como éticamente por la aceptación o rechazo que provoca en Lorna en función de su procedencia. Un dinero que "permite cambiar de vida a los personajes, cada uno a su manera", según Jean Pierre, que resaltó que el dinero no es sólo capitalismo, sino que también "permite comportamientos morales".
En cuanto a la realidad del problema de la inmigración irregular que trata la historia, Luc criticó algunas de las medidas adoptadas por gobiernos europeos, como encerrar a menores por la expulsión de sus padres, lo que calificó de "inhumano e indigno de una democracia".
Hay que buscar "la solución más humana posible" pero sin ser demasiado inocente porque "el mercado negro se aprovecha de esos trabajadores". Igualmente lamentó que en algunas ocasiones se tienda a calificar a un ser humano en función de una pertenencia religiosa. "Europa es un continente que hereda del judaísmo, del cristianismo y puede que, por Turquía, del islamismo" y "si hablas del amor, de la culpabilidad, sí, es cristiano, pero yo diría que es humano".
Con esta película los hermanos Dardenne aspiran a su tercera Palma de Oro en Cannes, lo que sería histórico, ya que nadie lo ha conseguido antes. Ellos la obtuvieron en 1999 por 'Rosetta' y en 2005 por 'L'Enfant'. A lo que hay que añadir el premio de interpretación femenina a Emile Dequenne por 'Rosetta' y el masculino a Olivier Gourmet por 'Le fils' en 2002.