El nivel medio de las 22 películas vistas en competición ha sido bueno pero no excelente y aunque ha habido ejemplos de buen cine, como 'Changeling', de Clint Eastwood; 'Leonera', de Pablo Trapero; 'Gomorra', de Matteo Garrone, o 'Adoration', de Atom Egoyam, lo cierto es que nada ha sorprendido demasiado.
Por originalidad destaca el documental animado 'Waltz with Bashir', del israelí Ari Folman, sobre el papel de Israel en la matanza de palestinos en Sabra y Chatila (Líbano) en 1982.
Si a la originalidad le añadimos complicación, en este apartado puede incluirse 'Synecdoche, New York', el debut como realizador del guionista Charlie Kaufman, con un muy buen punto de partida pero que se pierde en sus pensamientos.
Por crudeza el retrato de las bases de la mafia napolitana que el italiano Garrone hace en 'Gomorra' o la dura historia de la mujer encarcelada y que da a luz en la cárcel y que ha gustado mucho en Cannes, 'Leonera', del argentino Trapero, en la que ha destacado claramente la actriz Martina Gusman.
Por solidez de planteamientos 'Changeling', otra muestra más de que Clint Eastwood es un maestro clásico detrás de la cámara, y 'Adoration', del canadiense Egoyam, una sutil historia con los ataques del 11 de septiembre de fondo.
Y por arriesgada no se puede dejar de mencionar el 'Che' de Steven Soderbergh, dos películas -4 horas y 28 minutos- en las que Benicio del Toro interpreta al revolucionario argentino, un filme rodado en español y que es una explicación destinada especialmente al público estadounidense. También 'Il Divo', una divertida y ácida sátira sobre Giulio Andreotti y la clase política italiana que ha ido ganando adeptos desde su proyección.
Muy de Cannes se pueden calificar a la propuesta de los hermanos Dardenne, 'Le silence de Lorna', con la que buscan su tercera Palma de Oro y hacer así historia o la turca 'Uç Maymun' (Los tres monos), un drama social de ritmo pausado De sórdidas la singapurense 'My Magic', sobre un padre alcoholizado, o 'Serbis', un filme del filipino Brillante Mendoza, que ha gustado al presidente del Jurado, el actor y director estadounidense Sean Penn, que incluso pidió una segunda proyección de la película para que la vieran de nuevo sus compañeros en la tarea de elegir a los ganadores.
Simplemente por venir de él, a destacar 'Palermo shooting', de Wim Wenders, un filme en el que la música tiene tanta importancia como la palabra y en el que están muy presentes las bases de su filmografía.
De las tres francesas en competición, la mejor 'Un conte de Nóel', de Arnaud Desplechin, un muy buen reparto para una comedia 'franco-francesa', como llaman los galos a sus elementos más característicos y singulares. La relación de estudiantes adolescentes con su entorno de 'Entre les murs', de Laurent Cantet, gustó a sus incondicionales y 'La frontiere de l'Aube', de Philippe Garrel, a nadie, si tenemos en cuenta que recibió silbidos tras su proyección, algo que también le pasó a 'Delta', del húngaro Kornel Mundruczo y en menor medida a 'La mujer sin cabeza', de la argentina Lucrecia Martel.
Dos brasileñas a concurso. 'Blindness', de Fernando Meirelles, que abrió el Festival y la competición, y 'Linha de passe', de Walter Salles y Daniela Thomas, dos trabajos bien hechos pero no redondos.
Poco que decir del resto, como '24 city', del chino Jia Zhangke, con un documental ficcionado y menos aún de la olvidable 'Two Lovers', del estadounidense James Gray.
En poco más de 24 horas veremos lo que el Jurado de la competición oficial tiene que decir.