Veinticuatro horas antes de la gran partida, las calles de Cannes todavía no estaban listas para la fiesta que llega hoy. Hasta avanzada la noche de ayer, las entradas de hoteles y cines seguían bloqueadas por andamios, mientras operarios afinaban detalles decorativos para la partida de la versión 61 del Festival de Cine de esa hermosa ciudad de la Costa Azul.Hollywood, en todo caso, ya se hacía sentir en la Riviera francesa. Toda la fachada del hotel Ritz Carlton está dedicada a "Indiana Jones y el templo de la calavera de cristal", uno de los filmes estrella del certamen este año. También se ven gigantescos afiches de películas como "Tropic thunder" y "Kung Fu Panda".
La sede del certamen, el Palais des Festival, sí está lista: ayer decenas de camarógrafos ya estaban instalados a los costados de la alfombra roja, y también había fans esperando para ver aparecer a estrellas como Natalie Portman y Julianne Moore. Como siempre, en Cannes la política tiene su palco propio: a un costado figura un gran afiche de Ingrid Betancourt, la ex candidata presidencial colombiano-francesa, actualmente secuestrada por las FARC.
La jornada inaugural tendrá como protagonista al brasileño Fernando Meirelles (52), que presenta su nueva película en competencia: "Ceguera". Esta esperada adaptación de "Ensayo sobre la ceguera", del portugués José Saramago, lo consolida como el brasileño más importante del cine actual.
Meirelles le arrebató el título al autor de "Diarios de motocicleta", Walter Salles, gracias a dos películas exitosas: "Ciudad de Dios" (2002), que lo nominó al Oscar y le dio fama mundial, y "El jardinero fiel" (2005), su primera aventura hollywoodense que ganó el Oscar a la Mejor Actriz Secundaria (Rachel Weisz). Salles, que no ha tenido un paso feliz por EE.UU. (su película "Dark water" fracasó en la taquilla), está regresando de un descanso de tres años: tiene a su filme "Linha de passe" compitiendo por la Palma de Oro.
Filmada en Montevideo en septiembre de 2007, "Ceguera" está protagonizada por Julianne Moore, Mark Ruffalo, Danny Glover y Gael García Bernal. Narra el colapso de una ciudad ficticia producto de la masiva epidemia que causa la pérdida de la vista. Ya en 1998 Meirelles se acercó a Saramago para que le cediera los derechos de su libro, pero el autor se negó. Según él, era una historia demasiado violenta y necesitaba al director preciso. Whoopi Goldberg y el propio García Bernal también persiguieron ese guión. Finalmente, en 2006, el productor Niv Fischman logró persuadir al literato. Su principal condición fue que la película no se ambientara en una ciudad específica. Así, el proyecto volvió a las manos de Meirelles, elegido por el productor y esta vez aprobado por Saramago.
