Liviana, desenvuelta y llena de guiños, "Vicky Cristina Barcelona", presentada en selección oficial fuera de competición, reúne a Scarlett Johansson, Rebecca Hall y una deslumbrante Penélope Cruz, alrededor de Javier Barden en el divertido papel de un amante latino.
Hall y Johansson encarnan respectivamente a las dos heroínas del título, turistas recién llegadas a una Barcelona de tarjeta postal. La primera es una joven formal que va a casarse próximamente con un buen partido, la segunda es apasionada y fantasista y espera que la vida le aporte emociones fuertes.
Muy rápidamente, son abordadas por José Antonio (Javier Barden) un pintor que acaba de romper una relación tormentosa con su mujer, María Elena (Penélope Cruz), y que les propone una relación a tres.
Tras varias peripecias, entre Oviedo y Barcelona, Cristina termina viviendo con el pintor, hasta que aparece la ex esposa que, tras un intento de suicidio, se instala con ellos.
Woody Allen mantiene al espectador con la sonrisa en los labios del principio al fin, y a menudo lo hace reír a carcajadas.
Evidentemente, los actores se divirtieron tanto como el público entre diálogos imposibles, escenas de amor interrumpidas y situaciones disparatadas. Un elenco perfecto en el que destaca Penélope Cruz, en tórrida amante y mujer de rompe y rasga, que pasa del inglés al español para increpar a la amante de su ex, que no entiende una palabra.
La actriz española, en la plenitud de su arte, llena con su 'duende' la pantalla.
"Quería hacer una película sobre Barcelona", dijo Woody Allen en Cannes, calificando a la capital catalana de ciudad "palpitante, exultante".
En la competición, la segunda película brasileña que aspira a la Palma de Oro, "Linha de passe", de Walter Salles y Daniela Thomson, fue recibida con fuertes aplausos.
"Linha de Passe" cuenta la historia de cuatro hermanos, que buscan su camino en la vida. De padres diferentes, los cuatro viven con su madre, empleada doméstica que espera otro hijo, de padre desconocido.
El filme transcurre en Sao Paulo y la ciudad aparece prácticamente como el sexto personaje de la trama, un personaje áspero y sombrío en el que la vida es forzosamente dura.
Doce años después de "Tierra Extranjera", primera película que reunió a los dos directores, Salles y Thomas quisieron hacer otro filme sobre el mismo tema, la juventud brasileña, pero evitando el tópico de los jóvenes condenados a la violencia.
Filmada con una cámara que refleja la urgencia, con un montaje muy nervioso de planos alternados, "Linha de Passe" muestra por momentos un realismo casi documental, una opción que Salles reivindicó en Cannes reconociendo que la película "está hecha en el límite entre el documental y la ficción".
Segundo filme del día en competición, y el único chino candidato a la Palma de Oro, "24 City", de Jia Zhang Ke, opta también por una narración a medio camino entre la ficción y el documental, para contar la transformación de una ciudad obrera en complejo de pisos de lujo.
En la sección paralela la Quincena de los Realizadores, pudo verse la única película chilena seleccionada en esta edición, "Tony Manero" de Pablo Larraín, que utiliza el culto de la música disco y su película emblemática, "La fiebre del sábado noche", para ofrecer una acerada parábola social y política.
El domingo entrarán en liza por la Palma de Oro la película italiana "Gomorra" de Matteo Garrone y la filipina "Serbis" de Brillante Mendoza, pero toda la atención de Cannes estará acaparada por el esperado estreno mundial de "Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal" de Steven Spielberg, con el que regresa a las pantallas, tras 19 años, el legendario personaje interpretado por Harrison Ford.