La película de Steven Spielberg, sumamente esperada y que marca el regreso a las pantallas tras 19 años del legendario personaje cinematográfico encarnado por Harrison Ford, suscitó el entusiasmo del público que, al empezar la proyección, aplaudió estruendosamente e, incluso, acompañó tarareando el célebre tema musical que identifica a la serie, mientras pasaban los títulos.
Tras poco más de dos horas de proyección, los aplausos del final fueron menos entusiastas, pese a que esta cuarta entrega no decepcionará a los fans, puesto que incluye todos los ingredientes que tanto éxito dieron a las precedentes: acción, encanto y humor para aderezar una intriga que mezcla aventura, una pizca de verdad arqueológica y mucha fantasía, en este caso matizada de ciencia ficción.
Indiana Jones IV transcurre en plena guerra fría, en los años 50, y todos los elementos característicos de la época salpican la película: el rock de Elvis Presley, alusiones al maccarthismo y guiños cinematográficos, como la aparición del joven Mutt (Shia LaBeouf) en moto, gorra y campera de cuero, verdadera caricatura de Marlon Brando.
Pese a que sigue enarbolando la misma sonrisa seductora, el mismo sombrero y el mismo látigo, los años han pasado por el héroe, al que el joven personaje que lo acompaña trata de 'abuelito'. El paso de los años exigió también un cambio de los malos de servicio, que en vez de los nazis son los soviéticos, dirigidos por la malvada Irina, una sorprendente Cate Blanchett.
Tras escapar de un ataque de agentes soviéticos y de una explosión atómica cuando busca una extraña reliquia arqueológica, Indiana Jones es despedido de la universidad en la que enseña, porque lo ocurrido atrajo las sospechas del FBI que "ve cómplices del comunismo por todos lados".
Cuando toma el tren para irse de la ciudad, un muchacho que le pide su ayuda y lo encamina en busca del cráneo de cristal de Akator, misteriosa pieza arqueológica. Ambos parten hacia Latinoamérica, donde entre las líneas de Nazca de Perú y las ruinas en la selva de perdidas civilizaciones precolombinas, prosiguen la búsqueda, seguidos de cerca por los agentes soviéticos, que desean apoderarse de la pieza.
Harrison Ford, de 66 años, declaró que había reencontrado con "emoción" y "nostalgia" el personaje de Indiana Jones. "Esas películas fueron quizá el momento más importante de mi existencia, y reencontrar su ambiente fue verdaderamente maravilloso", dijo.
Respecto al recibimiento, menos entusiasta de lo previsto, de la película, Ford estimó que "no es inhabitual que un filme popular sea menospreciado por ciertas personas". "Esto no me preocupa mayormente", agregó.