05 octubre 2005

HELENA BONHAM CARTER

Si Tim Burton es, como Johnny Cash, el "hombre de negro"; su esposa, Helena Bonham-Carter, bien podría ser "la chica de rojo". Así funciona la pareja. El aparece en escena, desgarbado, con su atuendo negro de pies a cabeza coronado por unos enormes anteojos azulados, y ella viene a su lado, con su pelo naranja, y una especie de pesado atuendo victoriano, con un enorme escote que confirma su reciente maternidad, y en el que predomina el rojo brillante. El calor veneciano debe estar haciendo estragos dentro de ese packaging, pero la actriz inglesa lo soporta estoicamente.

Catalogada por años como actriz de filmes de época ("desde 1998 que no hago uno, pero no tengo forma de borrar esa idea", dice), tal vez durante 2005 empiecen a cambiarla a la categoría a actriz que da su voz a personajes de animación. Pronto se la oirá (en las versiones subtituladas, claro) en Wallace & Gromit y El cadáver de la novia.

Los dos personajes tienen algunas similitudes, con la gran diferencia de que una está viva y la otra muerta. En la película de Nick Park, es Lady Campanula Tottington, una millonaria que organiza un concurso de vegetales en un pueblito inglés. Cuando conoce al bueno de Wallace, se interesa un poco en él (aunque él más en ella). Lady tiene un pretendiente, un tal Victor (Ralph Fieness), con el que no quiere saber nada.

En la película de su marido es el cadáver que da título al filme, una mujer que murió tras esperar en vano a su novio en el altar y que, por una circunstancia fortuita, se "casa" con un tal... Victor (Johnny Depp), y enreda al hombre en una situación complicada en la que la famosa frase "hasta que la muerte los separe" tiene un sentido completamente distinto al habitual.

"Mis escenas no las dirigió Tim sino Mike Johnson (el codirector) —cuenta—. El estaba con Charlie y la fábrica de chocolate. Lo interesante del personaje es que es alguien que está como congelado en el tiempo, eternamente joven. Y la aparición de Victor la moviliza".

Pese a su atuendo, su marido y su fama, Helena dice que "no hay nada gótico en mí. Soy una persona diurna, me gusta reír. Tim también, aunque no parezca. Deja correr su lado oscuro en su cine".

No tiene sentido preguntarle como fue actuar con Depp porque, de hecho, jamás se cruzaron en el estudio de grabación. "Hubiera sido más interesante poder hacerlo juntos, pero no podíamos hacer coincidir nuestros tiempos".

La actriz, de 39 años, dice que lo que más le gusta de películas como estas son "esos increíbles mundos que se crean para hacerlas. Son encantadores. Y ver a hombres adultos obsesionados por los pequeños detalles de los movimientos de muñecos es maravilloso. Para El cadáver...

Respecto a las dificultades de trabajar con su marido, la actriz de Las alas de la paloma, El club de la pelea y Frankenstein dice que "No siempre hablamos del trabajo cuando estamos en casa —explica—. Depende. A veces también está bien poder descargar".

¿Por qué trabajss tan poco últimamente?

Ahora tengo una familia de la que ocuparme, y actúo sólo cuando hay algo que me parece disfrutable. Antes trabajaba mucho pero me sentía mal. Ahora es al revés.

En "El planeta de los simios", Tim te vistió de gorila; en "El gran pez", de bruja, y aquí, de muerta. ¿No te parece raro?

Sí, no lo sé. Tendrías que preguntárselo a él. Tal vez le gusto de esa manera. Se enamoró de mí cuando me vio disfrazada de gorila... No se si eso te explica algo consiguieron un nuevo tipo de marioneta que tenía muchísimas posibilidades de movimiento y expresión. Pero en ambos casos son trabajos agotadores, que toman años y años, y en los que se avanza sólo un par de segundos en un día entero de filmación".

(El Clarín)