La historia de "Extraordinary Machine", el tercer álbum de la compositora norteamericana Fiona Apple (28), parece sacada de una fábula. De ésas donde una frágil muchacha logra derrotar al poderoso gigante de tres cabezas (Sony Music), de una manera tan poética como irreal: con un puñado de canciones y la ayuda de un grupo de admiradores que la liberan de las garras de la comercialización.
Pero así fue. El disco, que estaba terminado en mayo del 2003, fue rechazado en repetidas ocasiones por los ejecutivos de Sony Music (hoy Sony BMG), quienes lo consideraban un álbum sin "potencial comercial". La ciega actitud del sello discográfico puso en duda la edición final del álbum y por mucho tiempo se pensó que quedaría como un proyecto con timbre de abortado. Sin embargo, la negativa de la compañía se expandió por internet, provocando la furia de sus fans, quienes llegaron a fundar la organización Free Fiona.
Como símbolo de su descontento, enviaron miles de manzanas a las oficinas del gigante Sony. La artista recuerda que en enero del 2005, mientras miraba "Columbo" en la televisión, supo de las protestas de sus fans. "Estaba llorando de felicidad, porque se habían organizado y se preocupaban por mí" señaló a la revista Rolling Stone.
Junto con estas muestras de adhesión, las canciones de Apple producidas por Jon Brion -el mismo de su trabajo anterior "When the Pawn hits the conflicts...", de 1999- de alguna manera se filtraron en varios sitios web, lo que hizo acrecentar aún más la leyenda. Total ya existía el antecedente del último álbum de Wilco, también rechazado por su sello, el cual todavía no logra ser editado oficialmente.
En medio del conflicto, Apple llegó a pensar que era mejor olvidarse del álbum y que las versiones que circulaban en la red podían ser bien utilizadas en obras de caridad. Incluso, la cantante le comunicó a Sony que nunca más volvería a grabar. Pero finalmente, tras arduas negociaciones, en el verano de este año, la compañía consintió que la norteamericana regrabara el álbum, pero con Mike Elizondo (Dr. Dre, 50 Cents, Eminem) como productor.
¿El resultado? Una obra que será recordada por sus dos versiones, la original de Jon Brion y la nueva de Mike Elizondo. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero para los fans resultan ineludibles y en los foros virtuales las controversias de cuál es el mejor ya se han iniciado. Lo curioso es que el álbum, a pesar de la reingeniería practicada por Elizondo, siguió siendo "no comercial", aunque un tanto más accesible y menos "artístico" que la propuesta de Brion.
De todas maneras, en "Extraordinary Machine" Fiona Apple vuelve a encandilar con esa voz agridulce. Ahí están las letras íntimas y el peso musical de un disco con historia propia. Como siempre debió haber sido.
Pero así fue. El disco, que estaba terminado en mayo del 2003, fue rechazado en repetidas ocasiones por los ejecutivos de Sony Music (hoy Sony BMG), quienes lo consideraban un álbum sin "potencial comercial". La ciega actitud del sello discográfico puso en duda la edición final del álbum y por mucho tiempo se pensó que quedaría como un proyecto con timbre de abortado. Sin embargo, la negativa de la compañía se expandió por internet, provocando la furia de sus fans, quienes llegaron a fundar la organización Free Fiona.
Como símbolo de su descontento, enviaron miles de manzanas a las oficinas del gigante Sony. La artista recuerda que en enero del 2005, mientras miraba "Columbo" en la televisión, supo de las protestas de sus fans. "Estaba llorando de felicidad, porque se habían organizado y se preocupaban por mí" señaló a la revista Rolling Stone.
Junto con estas muestras de adhesión, las canciones de Apple producidas por Jon Brion -el mismo de su trabajo anterior "When the Pawn hits the conflicts...", de 1999- de alguna manera se filtraron en varios sitios web, lo que hizo acrecentar aún más la leyenda. Total ya existía el antecedente del último álbum de Wilco, también rechazado por su sello, el cual todavía no logra ser editado oficialmente.
En medio del conflicto, Apple llegó a pensar que era mejor olvidarse del álbum y que las versiones que circulaban en la red podían ser bien utilizadas en obras de caridad. Incluso, la cantante le comunicó a Sony que nunca más volvería a grabar. Pero finalmente, tras arduas negociaciones, en el verano de este año, la compañía consintió que la norteamericana regrabara el álbum, pero con Mike Elizondo (Dr. Dre, 50 Cents, Eminem) como productor.
¿El resultado? Una obra que será recordada por sus dos versiones, la original de Jon Brion y la nueva de Mike Elizondo. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero para los fans resultan ineludibles y en los foros virtuales las controversias de cuál es el mejor ya se han iniciado. Lo curioso es que el álbum, a pesar de la reingeniería practicada por Elizondo, siguió siendo "no comercial", aunque un tanto más accesible y menos "artístico" que la propuesta de Brion.
De todas maneras, en "Extraordinary Machine" Fiona Apple vuelve a encandilar con esa voz agridulce. Ahí están las letras íntimas y el peso musical de un disco con historia propia. Como siempre debió haber sido.