01 diciembre 2005

Geena Davis y "Commander in Chief"

"No sé, hacé lo que quieras", dice la mujer, con demasiadas ocupaciones y cansancio encima como para embarcarse en una discusión interminable con la hija adolescente que se niega a participar de un compromiso familiar. Podría ser una típica escena cotidiana, salvo por el hecho de que Mackenzie Allen, la mujer en cuestión, es presidente de los Estados Unidos. La primera mujer en ocupar ese puesto. Cosa que la disculpa bastante, convengamos, de haberle quitado un poco de atención a su familia.

La serie Commander in Chief, que protagoniza
Geena Davis (Sony, los lunes a las 20) levantó polémica en los Estados Unidos ya desde su propio planteo. Lo dijo la propia actriz cuando la presentó en público, en Los Angeles: "Encontré muy estimulante formular indirectamente una pregunta a los estadounidenses: ¿está listo este país para un presidente mujer?". Parece que los compatriotas se sintieron convocados, porque pronto la serie emparejó su audiencia con la vedette de la temporada anterior, Desperate Housewives (Amas de casa desesperadas). Los detractores dicen que se trata de una desembozada campaña promocional para la candidatura de Hillary Clinton, y hasta aventuraron que la propia pareja fue quien asesoró a los autores de la serie.

"Sí, es cierto, para mi "comandante en jefe" del mundo libre me inspiré en
Hillary Clinton. Pero también tomé algunas cosas, actitudes, gestos, ropa, de Condoleezza Rice. Las dos arman mi personaje, y también tengo libertad para inventar. Claro que si me preguntan por mis inclinaciones personales, es otra cosa: soy una demócrata de hierro", admitió hace muy poco la ex Thelma and Louise, nacida como Virginia Davis en 1956, alguna vez modelo y luego ganadora de un Oscar por El turista accidental. Con una performance matrimonial apenas superada por Liz Taylor, Geena fue madre hace apenas tres años, en el marco de su pareja con un médico iraní al que le lleva 15 años. "Estoy muy acostumbrada a desafíos feministas, a roles en los que tengo que llevar adelante la independencia que puede tener una mujer, aun cuando sea esposa y madre", confesó la actriz.

Y aunque
Geena las tenga manejadas, las cosas no le son así de sencillas a la presidente Allen. Llegada a la Casa Blanca como vicepresidente por fuera de las estructuras partidarias, asume tras la muerte del presidente, pese a la oposición del republicano Templeton (un brillante Donald Sutherland), presidente del Senado, dispuesto a hacer lo que sea necesario para lograr que Allen renuncie y vuelva a la rectoría de la Universidad. El duelo sordo entre ellos promete ser el duelo entre los aparatos partidarios y las voluntades individuales. "Mackenzie no es sólo una mujer fuerte e independiente, también tiene una postura ante cada problema del país. Todos piensan que ella no sabe lo que hace, pero es exactamente al revés. Espero que mi trabajo vuelva familiar la idea de una mujer en el Salón Oval", se entusiasma Geena