21 diciembre 2005

Navidad de Premios....

Es imposible circular por esta ciudad sin escuchar un villancico en cada esquina, cada negocio y cada ascensor. Es lógico, cuando faltan apenas unos días para la Navidad, este lugar, dedicado principalmente a la industria del cine, es un gran escenario armado para recibir a Papá Noel y a las blancas navidades, aunque acá la temperatura esté más cerca de la primavera que del otoño. Pero hay otra temporada más allá de la navideña que se ve y se siente en cada rincón de Hollywood.

Es la temporada de premios, esa época del año en que el producto más fabricado de la ciudad busca ser reconocido.

Cada año, el puntapié inicial lo dan las nominaciones a los Globos de Oro, que se conocieron la semana pasada y se entregarán el próximo 16 de enero. El primer paso -bastante cuestionado en su legitimidad por los manejos del grupo que los entrega, la Asociación de Periodistas Extranjeros en Hollywood- para empezar a construir el camino hacia la ceremonia de los Oscar, que llegará el 5 de marzo. Pero más allá de las nominaciones y los reconocimientos de los críticos de los Estados Unidos que las diferentes películas empiezan a acumular como si fueran medallas, un fenómeno sólo visto en estas particulares tierras invade los medios.

Se trata de los anuncios publicitarios conocidos con la sigla FYC, que representa a los avisos de películas que antes de su título llevan la leyenda "For Your Consideration" (FYC), que se puede traducir como "para su consideración", un mensaje dirigido específicamente a los más de 6000 miembros votantes de la Academia de Artes y Ciencias de Hollywood. Claro que lejos de enviarles estos avisos por correo a sus hogares los estudios deciden publicarlos en cuanto diario y revista de circulación masiva y nacional puedan encontrar. Así, sin pudor alguno desde los estudios más grandes a los más pequeños e independientes publican enormes anuncios en los que sin sutilezas sugieren que se considere a sus películas dignas de la codiciada estatuilla dorada.

Hace dos meses comenzó el autobombo que ahora tomó dimensiones de campaña generalizada. Películas grandes como “King Kong” lanzaron avisos con la mencionada leyenda (para su consideración) con una foto de Peter Jackson bajo la que se puede leer la categoría que le corresponde al realizador: mejor director. Y lo mismo para Jack Black, actor de reparto; Naomi Watts (mejor actriz) y Adrien Brody (actor de reparto). Una estrategia gemela aplicaron los estudios Fox para promover las nominaciones de “Star Wars-Episodio 3: La venganza de los Sith”. Algo similar hicieron los responsables de los films “Johnny y June-pasión y locura”, “Memorias de una geisha”, “Las crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero” y “Match Point” , la más reciente película de Woody Allen.

En muchos casos, los avisos salen antes que la película se estrene y aun antes que los críticos hayan tenido oportunidad de verla. Films como “Munich”, que se estrenará aquí el 23 de diciembre (en la Argentina se verá el 26 de enero) aunque sólo de manera limitada, en pocos cines, para poder integrar la lista de oscarizables. Su lanzamiento nacional será el 6 de enero.

La estrategia de los estudios que producen películas independientes no se diferencia demasiado de la de sus hermanos mayores. Así, el film “Los tres entierros de Melquiades Estrada”, ópera prima del actor Tommy Lee Jones que este año ganó en el Festival de Cannes el premio al mejor actor y mejor guión, no sólo armó su aviso FYC si no que además preparó un estreno bastante particular: desde la semana pasada y apenas hasta pasado mañana este film se podrá ver en Los Angeles y Nueva York. El resto de los Estados Unidos deberá esperar hasta febrero para ver la película que pretende ser nominada en 14 categorías, entre ellas las más importantes: mejor película, guión, director, actor, fotografía y edición.

Alcanza con abrir cualquiera de las muchas revistas especializadas (Variety, Premiere, Entertainment Weekly y The Hollywood Reporter, entre otras) que se publican en esta ciudad o con ojear cualquier diario para encontrarse con páginas enteras que demuestran que cuando se trata de conseguir un Oscar la sutileza y la modestia no tienen cabida. El mensaje es siempre el mismo y tiene algo de desesperado: “Para su consideración, ésta es la mejor película. Vótela”.