26 setiembre 2005

ROMA

Sucia, corrupta, bulliciosa y sangrienta es la visión que el canal de cable HBO entrega desde el primer instante de Roma, la ciudad que da título a la gran apuesta 2005 de la cadena, una serie histórica que se estrena en Peru este sábado 8 de octubre. Con más de 100 millones de dólares en presupuesto (en los que participa como socio la BBC), el elenco de actores británicos y la producción se instalaron en los legendarios estudios italianos Cinecittà para recrear los años de violencia y corrupción en los que se alzó al poder Julio César.

Roma, más que tener referencias a series clásicas como Yo, Claudio, posee una línea dramática moderna. Y para darle el tono de actualidad, quienes llevan el corazón del drama son dos personajes ficticios, el centurión Lucius Vorenus (Kevin McKidd) y el soldado Titus Pullo (Ray Stevenson), un par de militares de personalidades opuestas que hacen camino juntos entre personalidades históricas.

La serie es una epopeya que muestra los acontecimientos que conducen al asesinato de Julio César por Brutus a la entrada del Senado y aborda las bases de la creación del Imperio Romano.

La producción usará también tecnología digital de última generación para narrar acontecimientos clave del período de la República de Roma, como la conquista de Julio César de Galia, desde la perspectiva de estos dos soldados, Lucius y Titus.

Historia y ficción

"No necesitas tener interés en Roma y saber su desarrollo histórico para ver este programa", apunta Bruno Heller, productor de la serie, quien junto con los actores del programa de HBO habló individualmente con la prensa internacional en Beverly Hills. Y agrega: "Es un drama que trata de satisfacer emocionalmente a la audiencia".

Heller tiene razón. Pese a las togas que visten los héroes romanos en pantalla, los protagonistas se ven más centrados en dramas familiares, ascensos económicos y traiciones entre camaradas.

"Lucius Vorenus se ve en el centro de eventos que son un verdadero cataclismo de cambios sociales. Y mientras todo ocurre alrededor suyo, él sólo quiere reconstruir su familia", cuenta Kevin McKidd sobre su personaje, actor con experiencia en producciones de época.

Ray Stevenson, el soldado Titus Pullo en Roma, hace el contrapunto de McKidd en la serie. "Lo que vio HBO en nosotros fue una química que hacía creíble nuestra amistad", explica. "Titus sólo quiere lograr dinero, tener sexo y vivir el día a día", agrega.

El poder del sexo

Y aunque los hombres predominan en las líneas de acción, una mujer se lleva toda la atención. "Ella no se siente como una mala persona", cuenta Polly Walker, quien se perfila desde el primer episodio como la atractiva villana que usa el cuerpo como arma de persuasión en su rol de Atia. En Roma el sexo es explícito en alcobas, escenas de violaciones y prostíbulos.

Walker reclama que explota el sexo "más por sobrevivencia". "Al inicio me sentí intimidada por esta exposición tan íntima (entre desnudos y posturas sexuales). Incluso empecé una dieta", dice entre risas.

"La serie es muy violenta y sexual, pero finalmente son puntos de referencia para el público de un mundo distinto en términos de la moralidad", explica McKidd.

Junto con Atia, uno de los que más explota su lado amatorio es Marco Antonio, representado por James Purefoy. El actor, ex pareja de Gwyneth Paltrow, apunta: "El sexo se aborda fuera de los parámetros de la moral cristiana". Con aires tan impetuosos como los de su papel, dice que no temió por las gráficas escenas.

"Mi trabajo es mostrar la humanidad en toda su gloria", finaliza.