'Obaba', la adaptación cinematográfica firmada por Montxo Armendáriz de la novela de Bernardo Atxaga 'Obabakoak', ha abierto con buen pie la sección oficial de la 53 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián. La cinta, que ya es una de las favoritas para hacerse con la Concha de Oro, se estrena el viernes en las salas.
Armendáriz llevaba 10 años detrás de llevar al cine el libro de relatos de Atxaga, pero no fue hasta hace año y medio cuando el cineasta navarro logró dar con la clave que se le escapaba, la de encontrar el hilo conductor que entretejiera los relatos que había seleccionado del total de las 28 historias que conforman el libro del escritor vasco.
'Obaba' es una película coral, con un reparto de lujo en el que figuran Pilar López de Ayala, Juan Diego Botto, Bárbara Lennie, Eduard Fernández o Mercedes Sampietro. Y la trama abarca el retrato de tres generaciones que viven en el misterioso y apartado lugar de Obaba, para lo cual, Armendáriz ha optado por los saltos temporales a lo largo de todo el metraje.
El hilo conductor de los relatos, ideado por Armendáriz, autor del guión, es el de una joven estudiante de audiovisual que se va hasta Obaba, cámara en mano, a intentar atrapar la realidad de ese peculiar y desconocido lugar.
Presencias y ausencias
Una vieja foto de la escuela, que se va llenando con las sombras de aquellos que ya no están en el pueblo, porque han muerto o se han marchado, sirve al cineasta para hablar de esas presencias y esas ausencias, sobre las que se irán tejiendo tramas como la de la maestra de escuela de posguerra introvertida y a la espera constante de la carta de un viejo amante que nunca llega.
La del hombre que sueña con irse a unas islas paradisíacas, pero a quien la realidad atrapa y le deja encerrado en su mente. O la del ingeniero alemán que llega al pueblo e intenta que su hijo no se quede para siempre cercado por ese ambiente y se abra a la vida, para lo cual inventará un efectivo truco.
'Obaba' mezcla ficción y ensoñación en una película que conserva la atmósfera mágica del libro original y habla del aislamiento, de la soledad y de cómo cada uno se encierra en sus propios fantasmas de un pasado que condicionará su vida futura.
Habla también del pasado atávico representado en el verde y magnético paisaje. Un pasado del que no se libran nunca, en una trama que mezcla el misterio, el amor, la violencia, las pasiones y las envidias que surgen entre unas gentes que habitan esta especie de paraíso perdido del que no logran escapar en un filme que mezcla el melodrama y el thriller rural.
Reflexión sobre la creación cinematográfica
El hilo conductor creado por Armendáriz, la joven alumna siempre cámara en mano, da al cineasta, como él mismo explicó en la rueda de prensa posterior, "la posibilidad de reflexionar sobre la creación cinematográfica, como Atxaga reflexiona sobre la creación literaria en su novela".
Por su parte, el escritor dejó constancia de que a la hora de llevar al cine 'Obabakoak' necesitaba "un hombre con el que me sintiera en concordancia y a Montxo, desde que vi 'Tasio', lo percibí como alguien muy próximo a mi universo", ha señalado.
Pilar López de Ayala -que da vida a la maestra del pueblo- ha explicado que 'Obaba' le había dado la oportunidad de hacer algo distinto a lo habitual, como es el hecho de "repartir la responsabilidad en un reparto coral". Para luego añadir: "No soy tan vanidosa como para elegir sólo papeles de lucimiento".
Mercedes Sampietro y Juan Diego Botto se declararon "incondicionales" de Armendáriz, con quien ya habían trabajado y con quien trabajarían, coincidieron en señalar, "aún antes de leer el guión". Botto añadió que 'Obaba' le había dado la oportunidad de "no hacer un personaje atormentado, ni sufridor, ni neurótico. Algo que es nuevo para mí".
