24 agosto 2005

SARAH POLLEY


Sarah Polley, una actriz de grandes cualidades Posted by Picasa

Con ese rostro común y luminoso parecido al de Sandrine Bonnaire, según comentaba Agnès Varda a la revista española Fotogramas después de ver Mi vida sin mí, Sarah Polley (Toronto, 1979) es un ave extrañísima, casi anómala, en el planeta de las actrices que podrían ser estrellas pero prefieren abstenerse.

Lo sorprendente de la chica Polley, aparte de la perfección como actriz que alcanzó todavía adolescente, es que haya tenido unas cuantas cosas claras bien temprano en su carrera, y que se haya mantenido fiel a sus convicciones. Por ejemplo, decidió que quería actuar a los 5, siguiendo los pasos de varios miembros de su familia, y no hubo quien pudiera disuadirla. A los 6, con el film One Magic Christmas, ya era una niña estrella sin darse por enterada. Poco después entró en la serie The Road to Avonlea, sobre los populares relatos de Lucy Montgomery, y se quedó varios años (hasta que empezó a producirla Disney, y entonces consideró que debía de renunciar: “Fue una decisión política”, declaraba S.P. al New York Times en 1999).

Interpretó a la Sally Salt de Las aventuras del Barón de Munchausen (1989) un año antes de perder a su madre, abatida por el cáncer, desdicha absoluta que la llevó en el 2003 a hacer el protagónico de Mi vida sin mí (de la catalana Isabel Coixet).

A los 14, Sarah Polley pasó por una cirugía mayor para corregir su escoliosis. Una vez recuperada, se fue a vivir sola en el centro de Toronto. A los 15 ya militaba desde el Partido Demócrata Socialista contra el Partido Conservador gobernante, y en una manifestación que chocó con la policía le rompieron un diente. Chica dura en más de un sentido, Polley, cuya posición se consolidó luego de Exótica (1994) y The Sweet Hereafter (1997), no acepta producirse para las notas (“puedo ayudar a vender una película, pero no a Versace ni a Calvin Klein”) ni tampoco cumplir las convenciones del glamour de los estrenos: usó el mismo vestidito negro para la première en Cannes de The Sweet Hereafter que para la presentación en Nueva York, dos años después, de Guinevre. Ella puede filmar con David Cronenberg (eXistenZ, 1999) o con Hal Hartley (Monster), pero nadie le saca de la cabeza la idea de que Hollywood es un predador y siempre se resistió a la intención de la industria de catalogarla como ingenua.

Ella prefiere ser actriz a secas, aunque no descarta la posibilidad de dedicarse a la política en el futuro. No por nada su modelo a seguir es la británica Vanessa Redgrave.

Polley figura en el último filme de Win Wenders “Don`t Come Knocking” junto a Jessica Lange, Sam Shepard y Tim Roth. También en “3 Needless” junto a Stockard Channing y Lucy Liu. Finalmente será una mujer atrapada en un matrimonio con un alcohólico en “Cock and Bull” junto a Chris O’Donnell.