"Relaciones prohibidas" ("Ma mère" es el título original) resultó una de las películas más controvertidas de 2004. Basada en la novela homónima, inconclusa y póstuma del gran Georges Bataille (fue publicada en 1966, cuatro años después de su muerte), este tercer largometraje del francés Christophe Honoré suscitó críticas, ensayos y notas periodísticas muy encontradas respecto de los valores éticos y artísticos de esta historia centrada en la relación incestuosa entre una madre bastante libertina que acaba de enviudar y su hijo de 17 años.
Isabelle Huppert, en uno de los papeles más arriesgados de su prolífica y aclamada carrera (en comparación sus trabajos en "La profesora de piano" o "La escuela de la carne" parecen films para toda la familia), interpreta a Hélène, una mujer que -tras la misteriosa muerte de su marido- induce a su hijo, Pierre (el ascendente Louis Garrel, uno de los dos protagonistas masculinos elegidos por Bernardo Bertolucci para "Los soñadores"), a incursionar en todo tipo de experiencias íntimas y poco convencionales en plena etapa de iniciación sexual, mientras comparten un verano en un paradisíaco enclave de las islas Canarias.
Preconcebida para el escándalo, "Relaciones prohibidas" generó indignados cuestionamientos después de su estreno en Francia, en mayo del año último (lo mismo ocurrió tras su lanzamiento en Estados Unidos e Inglaterra), por una mirada tan extrema y patética que por momentos roza lo risible, pero al mismo tiempo obtuvo críticas muy positivas por parte de medios exigentes como el diario Le Monde o la revista Les Inrockuptibles.
Con apenas 35 años y dos largometrajes previos ("17 veces Cécile Cassard" y el telefilm "Todos contra Léo"), Honoré ya tiene una importante carrera como novelista, dramaturgo, guionista y autor de libros infantiles (toda una paradoja dado el tenor de este proyecto). Sus modelos, además de ese teórico de la moral que fue Bataille, resultaron otros escritores radicales como Bret Easton Ellis, Dennis Cooper y Sarah Kane.
El film contó con una audaz composición de Huppert -nominada a los European Film Awards como mejor actriz protagónica por este trabajo- y un impecable aporte de la fotógrafa Hélène Louvart, habitual colaboradora de directores como Dominique Cabrera, Claire Denis, Sandrine Veysset, Zaïda Ghorab-Volta, Christian Vincent, Nicolas Klotz y Marc Recha.
De todas maneras, ningún valor artístico podrá compensar la indignación o repulsión que cierto sector del público inevitablemente sentirá ante las bastante explícitas escenas de sexo, ante un desenlace muy chocante o ante los gráficos diálogos y encuentros que mantienen madre e hijo. Situaciones muy escabrosas que se acumulan y profundizan a medida que avanzan los 110 minutos de esta exploración edípica del amor posesivo y de los caminos que conducen hacia la autodegradación y la autodestrucción. Uno de esos films que ponen a prueba todos los límites del espectador.
Isabelle Huppert, en uno de los papeles más arriesgados de su prolífica y aclamada carrera (en comparación sus trabajos en "La profesora de piano" o "La escuela de la carne" parecen films para toda la familia), interpreta a Hélène, una mujer que -tras la misteriosa muerte de su marido- induce a su hijo, Pierre (el ascendente Louis Garrel, uno de los dos protagonistas masculinos elegidos por Bernardo Bertolucci para "Los soñadores"), a incursionar en todo tipo de experiencias íntimas y poco convencionales en plena etapa de iniciación sexual, mientras comparten un verano en un paradisíaco enclave de las islas Canarias.
Preconcebida para el escándalo, "Relaciones prohibidas" generó indignados cuestionamientos después de su estreno en Francia, en mayo del año último (lo mismo ocurrió tras su lanzamiento en Estados Unidos e Inglaterra), por una mirada tan extrema y patética que por momentos roza lo risible, pero al mismo tiempo obtuvo críticas muy positivas por parte de medios exigentes como el diario Le Monde o la revista Les Inrockuptibles.
Con apenas 35 años y dos largometrajes previos ("17 veces Cécile Cassard" y el telefilm "Todos contra Léo"), Honoré ya tiene una importante carrera como novelista, dramaturgo, guionista y autor de libros infantiles (toda una paradoja dado el tenor de este proyecto). Sus modelos, además de ese teórico de la moral que fue Bataille, resultaron otros escritores radicales como Bret Easton Ellis, Dennis Cooper y Sarah Kane.
El film contó con una audaz composición de Huppert -nominada a los European Film Awards como mejor actriz protagónica por este trabajo- y un impecable aporte de la fotógrafa Hélène Louvart, habitual colaboradora de directores como Dominique Cabrera, Claire Denis, Sandrine Veysset, Zaïda Ghorab-Volta, Christian Vincent, Nicolas Klotz y Marc Recha.
De todas maneras, ningún valor artístico podrá compensar la indignación o repulsión que cierto sector del público inevitablemente sentirá ante las bastante explícitas escenas de sexo, ante un desenlace muy chocante o ante los gráficos diálogos y encuentros que mantienen madre e hijo. Situaciones muy escabrosas que se acumulan y profundizan a medida que avanzan los 110 minutos de esta exploración edípica del amor posesivo y de los caminos que conducen hacia la autodegradación y la autodestrucción. Uno de esos films que ponen a prueba todos los límites del espectador.