09 agosto 2005

NIP/TUCK


Joely Richardson y Vanessa Redgrave, juntas en Nip/tuck Posted by Picasa

Con más drama y menos humor y sarcasmo que el año pasado, empieza hoy a las 21 la esperada nueva temporada de Nip/Tuck, sin duda la mejor serie que estrenó Fox en 2004 y una de las mejores de la pantalla estadounidense, ganadora de dos premios Emmy y un Globo de Oro, entre otras distinciones.
Polémica y brutal por el modo en que presenta el mundo de las cirugías estéticas, el primer capítulo del segundo año anticipa un peso mayor de los personajes protagónicos y de sus historias personales. Al filo de los 40, los médicos Christian (Julian McMahon, de Los 4 Fantásticos) y Sean (Dylan Walsh) se replantean sus vidas. El primero, seductor incansable, enfrenta con sorpresa sus primeros fracasos con las jovencitas, al tiempo que decide probarse en la paternidad con el hijo de su ex pareja (al que hasta hace poco creía suyo), aunque sigue secretamente enamorado de Julia (Joely Richardson), la exquisita esposa de su socio. Como si fuera poco, en el primer episodio Christian tiene un reencuentro con la madre de Julia (Vanessa Redgrave, que es la madre de Richardson en la vida real), exitosa psicoanalista con quien él supo tener un affaire veinte años atrás, y que, a los 60, aparece para que su yerno le haga un lifting, empecinada en no renunciar a su condición de mujer atractiva y deseable.
La crisis de la mediana edad también afecta a Sean, que aunque logró remontar (provisoriamente) su matrimonio con Julia, no consigue encauzar sus ideales. El infalible cirujano comienza a experimentar un trastorno psicológico que le hace temblar el pulso durante las intervenciones, poniendo en peligro su futuro profesional. Un ingenioso autoboicot a la medida de sus culpas y frustraciones. El tema de la edad, la batalla contra la vejez, el deterioro y el inevitable paso del tiempo son los ejes del primer episodio. Tanto para los protagonistas, como, obviamente, para sus sufridos pacientes. Como la mujer a la que deben rehacerle por completo el rostro, destruido a causa de un misterioso disparo, en apariencia, accidental.