Ser gorda y tener más de 40 es el beso de la muerte en Hollywood. Y Kirstie Alley lo estaba viviendo en carne propia. Hasta 2004, la actriz de "Cheers" y de la película "Mira quién habla" no tenía trabajo ni pareja, y los tabloides festinaban con su obesidad. Hasta que decidió hacer de su peso motivo de risa y creó el concepto de la nueva serie que la traerá a la pantalla de Fox a partir del 7 de septiembre a las 20:00 horas: "Fat actress".
"Ansiaba hacer otra comedia, y las distintas cosas que había visto simplemente no eran graciosas, y pensé: 'Eres gorda. Eso es como chistoso' ", dijo a un diario inglés. Alley le vendió el concepto de la serie al canal de cable estadounidense Showtime, incluso con la objeción de su mánager. Y le rindió frutos. La cadena no sólo le compró la idea, sino que invirtió en una gran campaña publicitaria. Los resultados fueron regulares: aunque partió con excelentes ratings, la audiencia fue bajando. De todas maneras, Showtime ya encargó una segunda temporada.
La premisa del programa es simple. Alley interpreta a una versión exagerada de sí misma: una actriz gorda, cuarentona, que intenta convencer a ejecutivos y productores de que la contraten a pesar de la obsesión actual de la industria con la delgadez. En la producción, la serie toma elementos de la exitosa "Curb your enthusiasm" (HBO), imprimiéndole una sensación casi documental, con mucha improvisación y abundancia de actores invitados. En el primer ciclo, de sólo siete capítulos, "Fat..." tuvo a John Travolta, Gwen Stefani y Kid Rock.
Gracias a su regreso televisivo, Alley se convirtió en la portavoz de un traje para adelgazar y publicó "How to lose your ass and regain your life" ("Cómo perder tu trasero y recobrar tu vida"), un relato autobiográfico en que aborda su adicción a las drogas, su aborto espontáneo y su subida de peso.
Detractores
Enemiga
La actriz y comediante Rosie O'Donell criticó a Kirstey Alley. Pero no por reírse de la gordura, sino porque, según ella, Alley no estaba siendo honesta sobre su peso. Según O'Donell, la protagonista de "Fat actress" tenía muchos más kilos de los 90 que confesaba. La pelea no pasó a mayores. Al final, O'Donell le pidió disculpas a Alley.
Oficiales
Rosie no fue la única en resistirse al concepto de "Fat actress". La Asociación Nacional de Desórdenes Alimenticios de Estados Unidos manifestó su descontento con el programa. En una declaración pública dijeron: "No hay nada gracioso acerca de los desórdenes alimenticios... Hacer referencias cómicas sobre la anorexia, la bulimia u otros desórdenes es peligroso".
"Ansiaba hacer otra comedia, y las distintas cosas que había visto simplemente no eran graciosas, y pensé: 'Eres gorda. Eso es como chistoso' ", dijo a un diario inglés. Alley le vendió el concepto de la serie al canal de cable estadounidense Showtime, incluso con la objeción de su mánager. Y le rindió frutos. La cadena no sólo le compró la idea, sino que invirtió en una gran campaña publicitaria. Los resultados fueron regulares: aunque partió con excelentes ratings, la audiencia fue bajando. De todas maneras, Showtime ya encargó una segunda temporada.
La premisa del programa es simple. Alley interpreta a una versión exagerada de sí misma: una actriz gorda, cuarentona, que intenta convencer a ejecutivos y productores de que la contraten a pesar de la obsesión actual de la industria con la delgadez. En la producción, la serie toma elementos de la exitosa "Curb your enthusiasm" (HBO), imprimiéndole una sensación casi documental, con mucha improvisación y abundancia de actores invitados. En el primer ciclo, de sólo siete capítulos, "Fat..." tuvo a John Travolta, Gwen Stefani y Kid Rock.
Gracias a su regreso televisivo, Alley se convirtió en la portavoz de un traje para adelgazar y publicó "How to lose your ass and regain your life" ("Cómo perder tu trasero y recobrar tu vida"), un relato autobiográfico en que aborda su adicción a las drogas, su aborto espontáneo y su subida de peso.
Detractores
Enemiga
La actriz y comediante Rosie O'Donell criticó a Kirstey Alley. Pero no por reírse de la gordura, sino porque, según ella, Alley no estaba siendo honesta sobre su peso. Según O'Donell, la protagonista de "Fat actress" tenía muchos más kilos de los 90 que confesaba. La pelea no pasó a mayores. Al final, O'Donell le pidió disculpas a Alley.
Oficiales
Rosie no fue la única en resistirse al concepto de "Fat actress". La Asociación Nacional de Desórdenes Alimenticios de Estados Unidos manifestó su descontento con el programa. En una declaración pública dijeron: "No hay nada gracioso acerca de los desórdenes alimenticios... Hacer referencias cómicas sobre la anorexia, la bulimia u otros desórdenes es peligroso".