Ryan Phillippe y Emily Watson parte del elenco de "Gosford Park"
El veterano y prestigioso director Robert Altman, quien filma desde los '50 y es uno de los padres fundadores del cine independiente norteamericano, obtuvo el Globo de Oro como mejor director por su último trabajo Gosford Park - Crimen de medianoche, película que consiguió además siete nominaciones a los Oscar en los rubros principales. El realizador de Short cuts, (1993) cruzó el Atlántico para filmar por primera vez en Inglaterra una historia en la que pinceladas de comedia costumbrista y misterio están resueltas a través de su incuestionable sello personal.
Corre el año 1932 y en Gosford Park, una finca de campo del aristócrata Sir William McCordle (Michael Gambon) y Lady Sylvia (Kristin Scott Thomas), se dan cita sus familiares y amigos para disfrutar de unos días de cacería. En la hermosa mansión habitan personajes tan disímiles como interesantes: una condesa anciana y entrometida, un supuesto héroe de la Primera Guerra Mundial, un famoso galán norteamericano de cine, un productor de películas, etc. Pero todos tienen algo en común. Cada uno ha arribado con su valet y sirviente personales, duplicando de esta manera la variada gama de personajes que se suman a la historia. La muerte repentina del dueño de casa en circunstancias dudosas invita a sumergirnos en un mundo de intrigas en el que no sólo se revelará al asesino, sino que además se conocerán las verdaderas relaciones que unen a los personajes entre sí a partir de amores y odios.
Así como en Las reglas del juego [The player, 1992] y Pret-à-Porter [1994], Altman mostró en código de misterio el "detrás de escena" del mundo de Hollywood y el de la alta costura, respectivamente, en Gosford Park - Crimen de medianoche desmantela la fachada hipócrita que oculta los auténticos lazos sociales entre señores y criados, mostrando cómo historias pasadas comienzan a revelarse sutilmente. Para esto utiliza la contraposición espacial que divide arriba de abajo, es decir, el lugar de los señores y el de los sirvientes. Pero el interés que aporta el film y que ayuda a configurar el real estado de las relaciones personales viene dado por los puntos espaciales de intersección que crea y en los que ambas clases sociales se encuentran, se reconocen y se mezclan.
Como no podía ser de otra manera, Altman repite una de sus ya conocidas artimañas: contar con un elenco numeroso que edifica una pluralidad de personajes tan distintos como esenciales y trenzados en diferentes historias intercaladas. Esto se logra mediante una excelente dirección de actores por parte del realizador, lo que muestra los frutos de años de experiencia en el oficio. Más que una comedia clásica se podría decir que es una comedia de situaciones en las que se refleja y retrata con humor refinado las extrañas relaciones que se entablan entre estos característicos personajes.
Al director le ha gustado transitar por muchos géneros a lo largo de su extensa carrera y no sólo los ha abordado, sino que también se ha burlado de ellos. Con Gosford Park - Crimen de medianoche apela al imaginario común de "lo inglés", mediante las costumbres, el humor, el vestuario y el lenguaje, para parodiar (desde adentro del género) al relato clásico de misterio al estilo de las obras de Agatha Christie. La parodia también se evidencia a partir del juego con la ya mítica idea de "el mayordomo es el asesino", estigma de lo que fue el género de suspenso en una época mejor. Además, haciendo gala de su estilo "anglófilo", el film asume los códigos del humor inglés, medido, preciso y moderado, que impone siempre una leve sonrisa y evita el despilfarro de una buena carcajada.
Aunque con su anterior cinta El Doctor y las mujeres [Dr.T and the women, 2000] Altman defraudó a más de un admirador suyo, con esta nueva película que puede además ganar el Oscar (a pesar del peso de las favoritas, como Una mente brillante y El señor de los anillos) el espectador podrá apreciar cómo el cine independiente norteamericano resiste agazapado, pero al acecho, detrás de las columnas de Hollywood.