Ahora que están tan de moda los vampiros, en el cable se transmite True Blood, la serie creada por Alan Ball, guionista de Belleza americana y creador de Six Feet Under. Pero en realidad la cadena la estrenó en los Estados Unidos en septiembre del año pasado, y el capítulo 12 y último de la primera temporada se exhibió a dos días del estreno de Crepúsculo en los cines de Norteamérica. La serie tuvo dos nominaciones a los Globo de Oro, como mejor serie dramática y mejor actriz (Anna Paquin, la "nena" de La lección de piano).
El director de fotografía de True Blood es Checco Varese, iluminador de El aura, de Fabián Bielinsky quien habló desde Los Angeles.
"Fue un trabajo bárbaro, interesante, Alan es un tipazo, un extraordinario escritor como lo demostró en el guión de Belleza americana -dice-. El es un personaje muy abierto. 'Lo visual no te lo sé describir, sé lo que no me gusta', me dijo en nuestro primer encuentro. Ya para la segunda reunión, hace un año, yo comencé a ver tele, y haciendo zapping de un canal a otro me di cuenta de que, por lo menos en la TV por cable americana, a las diez de la noche todo es muy monocromático, muy CSI. La cámara se mueve mucho, entramos a través de la pupila, hay mucha posproducción con colores azules y todo es muy artificial. No lo estoy criticando, se puso de moda por CSI y otros productores comenzaron a seguir ese patrón, el de la cámara movida. Y en lo que quedamos es que, como todo transcurre en Louisiana, y es muy subtropical y húmedo, íbamos a cambiar ese registro."
La trama sigue a Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una mesera en Louisiana que tiene el poder de leer la mente de la gente, y que se topa con el vampiro Bill. Los vampiros ya no necesitan sangre humana, sino que beben sangre sintética y la pueden comprar en kioscos o tomar en bares.
"Hay una necesidad de acercarse al público adolescente -entiende Varese-, y de alguna manera los vampiros apelan, en los Estados Unidos, al público juvenil. La serie tiene un componente erótico muy fuerte, y, sin quererlo, es violenta, hay sexo, mueren, se apela a ese tipo de sensaciones."
Y también es cierto que, usualmente, en los Estados Unidos "se veía como un peligro a los homosexuales, a los negros... Su propuesta 'política' me pareció divertida e interesante", dice, sabiendo que Ball es abiertamente homosexual. "Six Feet Under fue en su momento como una bandera del movimiento gay", dice.
Varese hizo el capítulo cero -en el que se establece el look de la serie- y también los tres primeros capítulos Aunque salvo tres días de exteriores, todo se rodó en Los Angeles. "El resto se hizo en base a lo que habíamos establecido, algo muy cálido, lleno de colores, rojos y terracotas muy vibrantes. El planteamiento fue que haya poca luz, un exterior noche a 1500 asas para poder poner las luces bajas."
La otra cosa que combinaron fue que True Blood no tuviera efectos. "Fijate que es muy normal, a los vampiros les salen colmillitos, sí, pero Alan no quería ser efectista, es como muy tierno el asunto. Como que es muy normal que los vampiros hayan salido a la luz. La premisa en términos de iluminación tiende a lo naturalista." Para acrecentar el terror y/o el suspenso...
El director de fotografía de True Blood es Checco Varese, iluminador de El aura, de Fabián Bielinsky quien habló desde Los Angeles.
"Fue un trabajo bárbaro, interesante, Alan es un tipazo, un extraordinario escritor como lo demostró en el guión de Belleza americana -dice-. El es un personaje muy abierto. 'Lo visual no te lo sé describir, sé lo que no me gusta', me dijo en nuestro primer encuentro. Ya para la segunda reunión, hace un año, yo comencé a ver tele, y haciendo zapping de un canal a otro me di cuenta de que, por lo menos en la TV por cable americana, a las diez de la noche todo es muy monocromático, muy CSI. La cámara se mueve mucho, entramos a través de la pupila, hay mucha posproducción con colores azules y todo es muy artificial. No lo estoy criticando, se puso de moda por CSI y otros productores comenzaron a seguir ese patrón, el de la cámara movida. Y en lo que quedamos es que, como todo transcurre en Louisiana, y es muy subtropical y húmedo, íbamos a cambiar ese registro."
La trama sigue a Sookie Stackhouse (Anna Paquin), una mesera en Louisiana que tiene el poder de leer la mente de la gente, y que se topa con el vampiro Bill. Los vampiros ya no necesitan sangre humana, sino que beben sangre sintética y la pueden comprar en kioscos o tomar en bares.
"Hay una necesidad de acercarse al público adolescente -entiende Varese-, y de alguna manera los vampiros apelan, en los Estados Unidos, al público juvenil. La serie tiene un componente erótico muy fuerte, y, sin quererlo, es violenta, hay sexo, mueren, se apela a ese tipo de sensaciones."
Y también es cierto que, usualmente, en los Estados Unidos "se veía como un peligro a los homosexuales, a los negros... Su propuesta 'política' me pareció divertida e interesante", dice, sabiendo que Ball es abiertamente homosexual. "Six Feet Under fue en su momento como una bandera del movimiento gay", dice.
Varese hizo el capítulo cero -en el que se establece el look de la serie- y también los tres primeros capítulos Aunque salvo tres días de exteriores, todo se rodó en Los Angeles. "El resto se hizo en base a lo que habíamos establecido, algo muy cálido, lleno de colores, rojos y terracotas muy vibrantes. El planteamiento fue que haya poca luz, un exterior noche a 1500 asas para poder poner las luces bajas."
La otra cosa que combinaron fue que True Blood no tuviera efectos. "Fijate que es muy normal, a los vampiros les salen colmillitos, sí, pero Alan no quería ser efectista, es como muy tierno el asunto. Como que es muy normal que los vampiros hayan salido a la luz. La premisa en términos de iluminación tiende a lo naturalista." Para acrecentar el terror y/o el suspenso...