Exuberante y subversiva: así era la original Hairspray debida a John Waters, por 1988. La trama sobre la segregación -por razones de raza y /o peso, en la separatista Baltimore de 1962- saltó a Broadway como comedia musical, primero, y ahora llega al cine. Lo mismo le había sucedido a Los productores, de Mel Brooks: ficción convertida en musical, y así, con gente cantando por la calle, a la pantalla grande.
Claro que no tenía a John Travolta luciendo vestido y con apliques en su rostro y su cuerpo que aumentaron su figura hasta hacerlo parecer una mujer gorda...
Situada en 1962, con John F. Kennedy en la presidencia de los EE.UU., la historia se centra en Tracy, una adolescente decididamente rellenita que sueña con formar parte del The Corny Collins Show, un programa de TV local en el que se baila y canta. Y como hay una vacante, se presenta a la audición.
Lo mejor del guión es cómo intenta recuperar el brillo y la magnitud de los musicales de la época dorada de Hollywood. Todos cantan y bailan bien, el ritmo no decae en ningún momento y tiene una protagonista -la debutante Nikki Blonsky- con la que arranca la película cantando. Y en un musical eso es determinante: a partir de allí se mete o no al espectador en el bolsillo, y la joven Nikki es un auténtico imán.
Hairspray toma un tema como el racismo y los prejuicios en general, y los tamiza con humor. Las actitudes segregacionistas de Velma -la manager del canal de TV que interpreta Michelle Pfeiffer en un regreso tras cinco años-, que aceptó a regañadientes la inclusión del Día de los negros en el programa una vez por semana, no hacen más que promover la risa. Y Travolta, como la madre de Tracy, jamás se muestra paródico: él es Edna, la dulcísima ama de casa que plancha para afuera y se atreve a salir a la calle por primera vez en años para acompañar a su hija
El elenco incluye a Christopher Walken como su marido, y Zac Efron (pregúntenle a los chicos por Troy en High School Musical) como el sueño de Tracy, más otras jóvenes promesas, como Amanda Bynes como la mejor amiga de Tracy, Elijah Kelley (el eximio bailarín de color) y Brittany Snow, la hija de Velma y eterna candidata a quedarse con el concurso a la adolescente Hairspray para el que también compite Tracy.
El musical no suele tener suerte en los cines peruchos, pero con Travolta, Pfeiffer, Efron y el furor actual por los concursos de baile y canto..., ¿quién sabe?, tal vez sea el éxito que se merece.
Claro que no tenía a John Travolta luciendo vestido y con apliques en su rostro y su cuerpo que aumentaron su figura hasta hacerlo parecer una mujer gorda...
Situada en 1962, con John F. Kennedy en la presidencia de los EE.UU., la historia se centra en Tracy, una adolescente decididamente rellenita que sueña con formar parte del The Corny Collins Show, un programa de TV local en el que se baila y canta. Y como hay una vacante, se presenta a la audición.
Lo mejor del guión es cómo intenta recuperar el brillo y la magnitud de los musicales de la época dorada de Hollywood. Todos cantan y bailan bien, el ritmo no decae en ningún momento y tiene una protagonista -la debutante Nikki Blonsky- con la que arranca la película cantando. Y en un musical eso es determinante: a partir de allí se mete o no al espectador en el bolsillo, y la joven Nikki es un auténtico imán.
Hairspray toma un tema como el racismo y los prejuicios en general, y los tamiza con humor. Las actitudes segregacionistas de Velma -la manager del canal de TV que interpreta Michelle Pfeiffer en un regreso tras cinco años-, que aceptó a regañadientes la inclusión del Día de los negros en el programa una vez por semana, no hacen más que promover la risa. Y Travolta, como la madre de Tracy, jamás se muestra paródico: él es Edna, la dulcísima ama de casa que plancha para afuera y se atreve a salir a la calle por primera vez en años para acompañar a su hija
El elenco incluye a Christopher Walken como su marido, y Zac Efron (pregúntenle a los chicos por Troy en High School Musical) como el sueño de Tracy, más otras jóvenes promesas, como Amanda Bynes como la mejor amiga de Tracy, Elijah Kelley (el eximio bailarín de color) y Brittany Snow, la hija de Velma y eterna candidata a quedarse con el concurso a la adolescente Hairspray para el que también compite Tracy.
El musical no suele tener suerte en los cines peruchos, pero con Travolta, Pfeiffer, Efron y el furor actual por los concursos de baile y canto..., ¿quién sabe?, tal vez sea el éxito que se merece.