Con el Premio Príncipe de Asturias bajo el brazo, llegó Pedro Almodóvar a Cannes a presentar su película Volver. Sin embargo, más allá del premio y del éxito que tuvo el filme en España, el nuevo filme del director no está a la altura de lo mejor de su obra, y continúa una caída en términos de calidad ya iniciada con La mala educación.
A la tibieza con la que fue recibido su filme, hubo que agregarle otra "ofensa": la prensa del día se la robó en buena parte el norteamericano Richard Linklater, con su película Fast Food Nation, versión ficcionalizada del best seller de Eric Schlosser acerca de la industria de la comida rápida. Y si bien tampoco se trata de una gran película, por lo menos provocó bastantes debates y alguna que otra súbita conversión al vegetarianismo.
En Volver, Penélope Cruz simula cantar el tango que da título al filme en una versión con aires flamencos. Cruz parece no hacerlo del todo mal, pero en realidad sólo está doblando a una cantante profesional. De cualquier manera, para cuando llega esa escena la película ha perdido buena parte de su lógica.
Supuestamente una vuelta a cierta etapa algo más realista de Almodóvar (tiene más de un punto de contacto con ¿Qué he hecho yo para merecer esto?), Volver se centra en las vidas de dos hermanas (Cruz y Lola Dueñas) cuya madre, que aparentemente murió en un incendio, reaparece como un fantasma (Carmen Maura). Ese es sólo uno de los hilos narrativos de otra de esas enrevesadas miniseries de dos horas del manchego, que acumula complicación tras complicación, y varias vueltas de tuerca. Hay maridos asesinados, hombres abusadores, una subtrama hitchockiana, humor absurdo y coincidencias imposibles. Más allá de algunos momentos logrados aquí y allá, reina en Volver una cierta confusión respecto a qué se está contando y cómo.
En conferencia de prensa, el director dijo que el filme es "mi más profunda vuelta a las raíces". Escudado por la dupla Penélope Cruz y Carmen Maura, además de las actrices que completan el quinteto protagónico del filme, Almodóvar habló de su madre y de su infancia en La Mancha.
"He sentido en este filme una reconciliación con mi infancia —comentó—. Soy manchego, pero no militante. Mi infancia era como una etapa cerrada en mi vida y en las últimas dos películas me he detenido en ella. Aquí de manera más dulce, cálida y constructiva que en La mala educación.
"En el contexto de Cannes, nadie mencionó el tema del Príncipe de Asturias. Sí se habló, claro, de "las mujeres" de Pedro. "En Volver hablo de las mujeres que me rodeaban cuando era niño —explicó—. Me educaron las mujeres, a los hombres no los veía. Me crié escuchándolas hablar en los patios, acompañando a mi madre a lavar... Esa es mi auténtica formación dramática. Muchas de las mujeres que he escrito se basan en mi madre, mis hermanas y en el coro de sus vecinas.
"Respecto a la interpretación del tango que da título al filme, Almodóvar dijo: "Espero que los argentinos no se ofendan porque me haya metido con un tango tan gigantesco como ése, pero los tangos entran muy bien en ritmos flamencos y muchos cantantes jóvenes están cantando tangos por bulerías. El tango se mezcla muy bien con otras músicas y la cantante que lo hace es fantástica".
A la tibieza con la que fue recibido su filme, hubo que agregarle otra "ofensa": la prensa del día se la robó en buena parte el norteamericano Richard Linklater, con su película Fast Food Nation, versión ficcionalizada del best seller de Eric Schlosser acerca de la industria de la comida rápida. Y si bien tampoco se trata de una gran película, por lo menos provocó bastantes debates y alguna que otra súbita conversión al vegetarianismo.
En Volver, Penélope Cruz simula cantar el tango que da título al filme en una versión con aires flamencos. Cruz parece no hacerlo del todo mal, pero en realidad sólo está doblando a una cantante profesional. De cualquier manera, para cuando llega esa escena la película ha perdido buena parte de su lógica.
Supuestamente una vuelta a cierta etapa algo más realista de Almodóvar (tiene más de un punto de contacto con ¿Qué he hecho yo para merecer esto?), Volver se centra en las vidas de dos hermanas (Cruz y Lola Dueñas) cuya madre, que aparentemente murió en un incendio, reaparece como un fantasma (Carmen Maura). Ese es sólo uno de los hilos narrativos de otra de esas enrevesadas miniseries de dos horas del manchego, que acumula complicación tras complicación, y varias vueltas de tuerca. Hay maridos asesinados, hombres abusadores, una subtrama hitchockiana, humor absurdo y coincidencias imposibles. Más allá de algunos momentos logrados aquí y allá, reina en Volver una cierta confusión respecto a qué se está contando y cómo.
En conferencia de prensa, el director dijo que el filme es "mi más profunda vuelta a las raíces". Escudado por la dupla Penélope Cruz y Carmen Maura, además de las actrices que completan el quinteto protagónico del filme, Almodóvar habló de su madre y de su infancia en La Mancha.
"He sentido en este filme una reconciliación con mi infancia —comentó—. Soy manchego, pero no militante. Mi infancia era como una etapa cerrada en mi vida y en las últimas dos películas me he detenido en ella. Aquí de manera más dulce, cálida y constructiva que en La mala educación.
"En el contexto de Cannes, nadie mencionó el tema del Príncipe de Asturias. Sí se habló, claro, de "las mujeres" de Pedro. "En Volver hablo de las mujeres que me rodeaban cuando era niño —explicó—. Me educaron las mujeres, a los hombres no los veía. Me crié escuchándolas hablar en los patios, acompañando a mi madre a lavar... Esa es mi auténtica formación dramática. Muchas de las mujeres que he escrito se basan en mi madre, mis hermanas y en el coro de sus vecinas.
"Respecto a la interpretación del tango que da título al filme, Almodóvar dijo: "Espero que los argentinos no se ofendan porque me haya metido con un tango tan gigantesco como ése, pero los tangos entran muy bien en ritmos flamencos y muchos cantantes jóvenes están cantando tangos por bulerías. El tango se mezcla muy bien con otras músicas y la cantante que lo hace es fantástica".