
"¿Sabes que es divertido? No hemos cambiado nada", dijo un levemente canoso Will (Eric McCormack) a Grace (Debra Messing) y sus amigos Karen (Megan Mullally) y Jack (Sean Hayes), mientras brindaban por ellos mismos en un bar de Manhattan.
Por favor, no sigan leyendo si no quieren enterarse de los detalles.
Al final el homosexual y la joven heterosexual que se querían tanto sobrellevaron con éxito sus incompatibilidades, terminando unidos por el matrimonio: El del hijo de Will con la hija de Grace.

Pero luego, inesperadamente, llega Leo (Harry Connick, Jr.), ex esposo de Grace, desde Roma, para decirle que quería regresar con ella, y para su sorpresa el hijo que ella esperaba era de él.
Dos años después, Grace, Leo y su hija Lila estaban juntos y felices. Y Will y su pareja Vince (Bobby Cannavale) estaban al lado de su hijo Ben.
Pero Will y Grace no se habían hablado en esos dos años. Ellos estaban enojados, sintiendo que se habían abandonado el uno al otro.

Luego, 18 años después, Ben y Lila se conocen en la universidad. Se enamoran. Sus padres, Will y Grace, vuelven a juntarse nuevamente.
Karen y Jack viven felices a todo lujo, cuidando e intercambiando indirectas con Rosario (Shelley Morrison), empleada doméstica de Karen