11 noviembre 2005

PRONTO EN NUESTROS CINES: ELIZABETHTOWN

Una historia de amor, un viaje por Estados Unidos y una música que inunda las imágenes son los elementos con los que Cameron Crowe realiza Elizabethtown, protagonizada por Orlando Bloom y Kirsten Dunst, una película que el director compara con "un cuento sobre la vida y la muerte".

Elizabethtown, nombre de un pueblo de EE UU, narra la historia de un joven que en pocos días se enfrenta al fracaso profesional, a la muerte de su padre y al descubrimiento del amor. "Hay mucho de autobiográfico en esta película. Descubrí Kentucky cuando falleció mi padre y ante mí apareció una sociedad muy diferente a la que estaba acostumbrado a vivir. La muerte en los pueblos se asume de forma diferente y era lo que quería desvelar en la película", apunta Crowe.

El director incluye en la película numerosas canciones que acompañan en su viaje al protagonista -la banda sonora de Elizabethtown (Sony & BMG) sale a la venta el 15 de noviembre-. Crowe destaca de Bloom "el afán de superación que mantiene a diario" mientras que de Kirsten Dunst subraya su "sabiduría y su expresividad. Si eres capaz de hacer sonreír a la cámara sabes que has ganado".

"No es muy frecuente encontrarte con personajes como el que hago en Elizabethtown", dice Kirsten Dunst, "Acepté el papel porque me apetecía trabajar con Crowe, un director al que admiro. He decidido no aceptar papeles de quien no va a ser capaz de sacar de mí la mayor capacidad interpretativa, algo que ha ocurrido con anteriores proyectos cinematográficos". La actriz, que se considera una mujer romántica, asegura que "el nivel de romanticismo que ha sabido poner Crowe en el filme es el acertado, difícil de lograr si se tiene en cuenta que hay muchos elementos autobiográficos que tenían que ser muy medidos".

Habla del estreno de su próxima película, Marie-Antoinette, basada en la historia de la mujer de Luis XVI que acabó sus días en la guillotina. "Llevaba mucho tiempo sin hacer un papel protagonista y tenía ganas de tener un proyecto de estas características". Kirsten Dunst se descubre como una mujer de gran confianza en sí misma y de una fuerte personalidad, capaz de reconocer que ha hecho películas muy malas; algunas de ellas le gustaría que desapareciesen, y otras de las que está verdaderamente orgullosa como Vírgenes suicidas y Eterno Resplandor de una mente sin recuerdos. "Si tuviese que decidirme por alguna de las dos, tendría un gran debate conmigo, porque creo que mi interpretación en las dos es bastante buena. He cometido muchos errores desde que empecé a trabajar, y de ellos he aprendido mucho. En este oficio hay que tener mucho cuidado, porque los egos y las batallas por ponerse en el lugar del otro son muchos. He aprendido por haber tropezado".