18 noviembre 2005

EL EXORCISMO DE EMILY ROSE


En un momento en el que la educación americana se debate entre el creacionismo y la teoría de la evolución de las especies, el enfrentamiento entre religión y ciencia que propone la trama de El exorcismo de Emily Rose adquiere una gran importancia.

Basada en un hecho real, la película analiza las razones que pudieron llevar a la muerte durante un ritual religioso de bendición a una joven supuestamente demonizada: para unos, la culpa fue del medicamento que los doctores le suministraban, que la mantenía semidrogada y, por tanto, poco alerta para esforzarse en la expulsión del diablo; para otros, la culpa fue del cura que la trató espiritualmente, por dejarla aislada alimentaria y sanitariamente durante demasiado tiempo.

Más allá del dilema entre fe y razón, a El exorcismo de Emily Rose hay que agradecerle la ausencia de truculencia y su elegante dirección. Por otro lado, la estructura a base de flash-backs, con el juicio al sacerdote como elemento de unión, otorga a la historia claridad expositiva a la hora de apoyar el dato de su inspiración en una historia real. Sin embargo, a veces ser demasiado exhaustivo tiene una contrapartida: que se pierde garra e impacto, sobre todo porque desde el primer minuto se sabe que la chica murió durante el conjuro. Así, se espera un clímax final que nunca llega, ya que la postrera explicación de la carta escrita por la chica puede resultar clave en materia jurídica y religiosa, pero resulta nula en materia cinematográfica