Siguiendo esta filosofía, son numerosos los títulos mencionados como posibles candidatos, aunque escasas las certezas. El único nombre que parece estar en boca de todos es el de Phillip Seymour Hoffman por su trabajo en Capote, como el escritor de A sangre fría. Pero el actor de 38 años ya escuchó esto antes, con The Incredible Mr. Ripley, Hapiness, Boogie nights o Almost famous y ni tan siquiera consiguió una candidatura. "Lo mejor es no pensar en ello porque las cosas cambian mucho a medida que avanza la temporada. Es agradable, pero ya hemos hecho ese camino antes", afirma socarrón Ralph Fiennes, otro posible aspirante por su trabajo en El jardinero fiel. Joaquin Phoenix se limita a mirar al cielo con ese gesto tan suyo de desidia de chico malo cuando se menciona la gran "O". En su caso también se da por segura la candidatura gracias a otra biografía, en este caso la de Johnny Cash, con la que el filme Walk the line se perfila como el Ray de los próximos Oscar. Pero las segundas partes nunca fueron buenas. "Si piensan que hemos hecho esta película con el Oscar en mente es que en esta ciudad son más cínicos de lo que pensaba", afirma su director James Mangold.
Walk the line es una de las posibles aspirantes, junto con Brokeback mountain, mencionadas en la página de Internet goldderby.com, encargada de elaborar quinielas sobre las estatuillas. Ninguna de las dos ha sido estrenada, pero ambas están en un circuito de proyecciones privadas dedicadas a cautivar a los miembros de la Academia. Brokeback mountain, la última obra de Ang Lee, llega además avalada por su gira triunfal por los festivales de Telluride, Venecia y Toronto. Y la promoción, lejos de ocultar el amor homosexual de sus protagonistas, lo promociona con lemas como "el amor es una fuerza de la naturaleza".
A pesar del año tan malo vivido en la producción cinematográfica en Hollywood, algunos títulos aún resuenan en la industria, quizá más por las campañas promocionales que por el impacto popular. Entre ellos están Crash, la primera película como director de Paul Haggis, guionista de Million Dollar Baby, una historia de vidas que se entrecruzan en Los Ángeles. El DVD promocional ya está en manos de los académicos, y uno de sus protagonistas, Terrence Howard, sigue escuchando su nombre como posible candidato gracias también a Hustle & flow, la historia de un proxeneta transformado por un himno de gospel, una cinta que encantó a la crítica y de la que New Line no deja de organizar proyecciones ahora que ya no está en cartel. Otro filme que se resiste a morir sin gloria es Cinderella man, el último trabajo de Russell Crowe y Renée Zellweger, una historia de boxeo que languideció en la taquilla a pesar de que los estudios Universal quieren encontrar en ella su nuevo Seabiscuit.
En sus zapatos, la última comedia de Curtis Hanson y Elizabethtown, el viaje de juventud de Orlando Bloom y Kirsten Dunst a las órdenes de Cameron Crowe, se han desinflado una vez llegadas a la pantalla, aunque, como dice Fiennes, las cosas pueden cambiar mucho hasta que lleguen los Oscar. Por el contrario, el drama sobre la primera guerra del Golfo, Jarhead, va ganando fuerza con su estreno, lo mismo que le ocurre a North country, la única clara contendiente en el terreno de mejor actriz, donde Charlize Theron podría volver a formar parte del selecto quinteto de mujeres. Y luego están Rent y The producers, que esperan ser los Chicago de esta edición. Pero no son sino hipótesis, fruto de una intensa campaña promocional, porque como dicen en Hollywood: todo filme puede ser el mejor hasta que llega la hora de demostrarlo en la pantalla. Ése será también el momento de la verdad para otro esperado título, King Kong. Nadie duda del atractivo en la taquilla de la nueva película de Peter Jackson, pero ¿les gustará a los académicos como El Señor de los Anillos: el retorno del rey? Habrá que esperar hasta el 5 de marzo. Una espera que se acabó para All the king's men, nueva versión del clásico de 1949 que ganó tres oscars, y que se ha retirado de competición retrasando su estreno hasta el año que viene