Todos tienen problemas. Desde los casados tan pero tan convencidos del matrimonio como para lidiar con tres esposas juntas hasta los supuestos bohemios que viven (mejor o peor) de la playa y el surf. Para que esta afirmación quede demostrada, bastará ver el combo que estrena esta noche la señal premium HBO.
A las 22 llega la segunda temporada de Big Love, la serie protagonizada por Bill Paxton y producida por Tom Hanks que intenta explorar los resortes de la vida matrimonial, a través de la historia de una familia mormona. Por su parte, John from Cincinnati (domingos a las 23) se sumerge en el clima de misterios, hechos sobrenaturales y casi milagrosos, que comienzan a acontecerle a una familia de surfistas de California a partir de la llegada a esas playas de un extraño sujeto llamado John.
Protagonizada por Bruce Greenwood como Mitch y Rebecca De Mornay en el papel de su esposa Cissy, John from Cincinnatti repasa, a lo largo de 10 capítulos, la gloria, caída y posible recuperación de los Yost. Y todo, en medio de una relación más que problemática entre el abuelo Mitch, patriarca del clan ya casi retirado del deporte a nivel competitivo, su hijo Butchie (Brian Van Holt), un campeón hasta que lo ganó la adicción a las drogas, y el adolescente Shaun (Greyson Fletcher), el nieto lleno de talento en quien la abuela confía para que la compense de las frustraciones a las que la condenaron marido e hijo. En el medio está John (Austin Nichols), extraño enviado de quién sabe qué.
Para los Henrickson, de Big Love, la segunda temporada empieza con graves inconvenientes: un desconocido acaba de revelar públicamente la condición de polígama de Barb (Jeanne Tripplehorn), la primera esposa de Bill (Paxton). A esto se suma el embarazo de Margene (Ginnifer Goodwin) y una Nicki (Chloe Sevigny) con una excesiva necesidad de compensación: entre las tres harán que Bill no pueda conciliar el sueño. Pero Barb tampoco la tendrá fácil, porque en este primer capítulo se cuestionará hasta dónde influye en sus hijos su particular estilo de vida. Y tendrá que tomar una decisión
A las 22 llega la segunda temporada de Big Love, la serie protagonizada por Bill Paxton y producida por Tom Hanks que intenta explorar los resortes de la vida matrimonial, a través de la historia de una familia mormona. Por su parte, John from Cincinnati (domingos a las 23) se sumerge en el clima de misterios, hechos sobrenaturales y casi milagrosos, que comienzan a acontecerle a una familia de surfistas de California a partir de la llegada a esas playas de un extraño sujeto llamado John.
Protagonizada por Bruce Greenwood como Mitch y Rebecca De Mornay en el papel de su esposa Cissy, John from Cincinnatti repasa, a lo largo de 10 capítulos, la gloria, caída y posible recuperación de los Yost. Y todo, en medio de una relación más que problemática entre el abuelo Mitch, patriarca del clan ya casi retirado del deporte a nivel competitivo, su hijo Butchie (Brian Van Holt), un campeón hasta que lo ganó la adicción a las drogas, y el adolescente Shaun (Greyson Fletcher), el nieto lleno de talento en quien la abuela confía para que la compense de las frustraciones a las que la condenaron marido e hijo. En el medio está John (Austin Nichols), extraño enviado de quién sabe qué.
Para los Henrickson, de Big Love, la segunda temporada empieza con graves inconvenientes: un desconocido acaba de revelar públicamente la condición de polígama de Barb (Jeanne Tripplehorn), la primera esposa de Bill (Paxton). A esto se suma el embarazo de Margene (Ginnifer Goodwin) y una Nicki (Chloe Sevigny) con una excesiva necesidad de compensación: entre las tres harán que Bill no pueda conciliar el sueño. Pero Barb tampoco la tendrá fácil, porque en este primer capítulo se cuestionará hasta dónde influye en sus hijos su particular estilo de vida. Y tendrá que tomar una decisión