La primera de esas películas, 'I'm not there', está firmada por Todd Haynes y enseña la vida de Dylan a través de múltiples protagonistas, entre ellos uno que ha traído a la Mostra la nueva estrella del día, Richard Gere.
El film, con pretensiones, trata de narrar la historia de los Estados Unidos en el siglo XX con esos personajes.
Así, el personaje de Richard Gere, dicen los expertos, intenta representar la América tradicional, la apegada a la tierra, la más rural y conservadora.
"¿Quién es mi personaje? Es Billy the Kid, pero es un arquetipo. Y es un arquetipo también artístico", explicó Gere en la rueda de prensa de presentación de la película, proyectada en la 64 edición de la Mostra de Venecia.
Otro protagonista es un niño negro, interpretado por Marcus Franklin, que vendría a simbolizar el racismo, pero también la aportación musical que esa minoría ha hecho a la historia del país, empezando por el blues, del que a su vez mama Dylan.
Y así hasta completar los siete personajes, uno de ellos, el del Dylan de los años 1964 y 1965, interpretado por la actriz Cate Blanchett.
La voz de Blanchett
La caracterización e imitación de la voz del cantautor hacen pasar a Blanchett por el mismo Dylan, lo que sin duda ha sido uno de los aciertos de Haynes.
Haynes comentó que la película es "una expansión sobre Bob Dylan y su obra y no una reducción, como han pretendido muchos" y señaló que, quizá por ello, obtuvo permiso de Dylan para esta biografía filmada.
Se trata así de la primera biografía autorizada sobre la vida de Dylan, Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2007.
La película exige el conocimiento previo de la vida de Dylan para poder comprenderse algunos de sus pasajes, lo que hace que caiga a veces en la mitomanía, reflejada por las declaraciones de Gere en la rueda de prensa: "No hay ningún otro artista en Estados Unidos tan influyente como él".
Gere llegó augurar que Dylan será reconocido como un gran artista dentro de trescientos años o cuatrocientos años.
La segunda película en concurso proyectada es 'Il dolce e il amaro', que narra la historia del hijo de un mafioso y de cómo, sin darse cuenta él, termina por ser también un miembro de 'Cosa Nostra'.
Como no podía ser de otra forma, el director es italiano, Andrea Porporati, y como no podía ser de otro modo, y parezca imposible por el argumento, la primera escena de cama se produce a los diez minutos de la película.
Con vocación de ser transmitida por televisión, el director sostiene que no ha hecho una película sobre Cosa Nostra, "sino acerca de un hombre cualquiera que, por casualidad, nace en un contexto social que lo lleva a afiliarse a la organización".
Con mirada escandandalosa
La tercera película proyectada ha sido la taiwanesa 'Bangbang wo aishen' (Help me eros), de Lee Kang Sheng, y tiene una aspiración más escandalizadora que provocadora, con escenas de alimentos, cocina y sexo que procuran provocar el asco, en medio de la psicodelia de las discotecas de la década de los años 2000.
"Es una película autobiográfica", ha asegurado Kang Sheng, que explicó que ha querido "representar la juventud de Taiwán y la del mundo entero, que vive bajo una gran presión, sobre todo del tiempo".
Otro tipo de presión la ha sufrido en sus carnes una de las actrices esa cinta, Yin Sin, quien ha explicado que los desnudos y escenas de sexo le han valido tensiones hasta con su familia, debido a que, según Kang Sheng, "la sociedad taiwanesa es muy conservadora".
Con la de Haynes, la Mostra ha terminado ya con las películas de procedencia estadounidense y se interna ahora más en un cine de autor, como el del español José Luis Guerin, cuya película 'En la ciudad de Sylvia' se proyectará el miércoles