Nadie es lo que parece. Y estar del lado de los nazis o de la resistencia no supone por sí mismo ser el "villano" o el "héroe" de la película. La protagonista de 'Zwartboek' ('The Black Book') del holandés Paul Verhoeven aprende esa lección en su lucha por la supervivencia en la Holanda ocupada por los nazis.
La película, presentada a competición en el Festival de Venecia, cuenta la historia de la cantante judía Rachel Stein que, tras perder a su familia, se une a la resistencia en La Haya bajo el nombre de Ellis de Vries.
Interpretada por Carice van Houten, quien se reveló como la primera seria candidata al premio a la mejor actriz, Ellis atraviesa un verdadero calvario, sobre todo cuando se enamora de un oficial nazi, que sólo su determinación y su instinto de supervivencia le permiten soportar.
La película, presentada a competición en el Festival de Venecia, cuenta la historia de la cantante judía Rachel Stein que, tras perder a su familia, se une a la resistencia en La Haya bajo el nombre de Ellis de Vries.
Interpretada por Carice van Houten, quien se reveló como la primera seria candidata al premio a la mejor actriz, Ellis atraviesa un verdadero calvario, sobre todo cuando se enamora de un oficial nazi, que sólo su determinación y su instinto de supervivencia le permiten soportar.
El director de 'RoboCop' y 'Bajos Instintos', residente en Hollywood, regresó a su Holanda natal tras 20 años para rodar esta película, a la que define como "un thriller de acción inspirado en hechos reales".
"Sentía que en Estados Unidos después del 11 de septiembre era difícil conseguir un guión que no fuera sólo de entretenimiento y efectos especiales", señaló. Por eso, retomó este proyecto en el que había comenzado a trabajar en los años 70 con su coguionista Gerard Soeteman. Entre otras cosas, Verhoeven quería mostrar lo mal que trataron los holandeses a los prisioneros tras el final de la guerra, "algo que nunca nadie hizo".
Ante la pregunta de si temía que el filme fuera considerado revisionista, respondió: "No en el sentido negativo y fascista de la palabra. Pero sí en el sentido de mostrar algo que nunca nadie mostró, a pesar de que hay muchos libros sobre el tema".
El director se centró en mostrar la falta de base moral del ser humano y, aunque no quiso relacionar los hechos de la película con la situación actual, se mostró pesimista: "Hay una crueldad en el ser humano desde siempre. Y es muy difícil creer que las cosas pueden mejorar en tiempos como los actuales en los que los seres humanos se tratan los unos a los otros como animales".
La película, una de las que más expectativas había creado en Venecia y la producción más cara realizada en lengua holandesa, fue bien recibida por la prensa, que en general opinó que la meta de entretener con una historia que al mismo tiempo haga reflexionar está lograda. 'Zwartboek' fue elegida para representar a Holanda en la competición por el Oscar a la mejor película extranjera.
La segunda cinta a concurso de la jornada, 'Daratt', de Mahamat-Saleh Haroun, oriundo de Chad, también trata de traiciones, asesinatos y venganzas, pero en el contexto de ese país africano.
Atim, un adolescente de 16 años, recibe de su padre el encargo de matar al asesino de su padre. Pero cuando lo encuentra, inicia una ambigua relación con él y lo convierte en la figura paterna que le faltó.
Haroun ganó en 1999 el premio a la mejor ópera prima en Venecia con el documental 'Bye Bye Africa'.