14 setiembre 2006

Festival de Cine de Toronto: Los ojos en el Oscar

Era la película perfecta para un festival en el que, muchos de sus participantes, van al cine con los ojos puestos en los Oscar. Y las risas en la platea confirmaban la intuición: cada chiste, guiño o comentario era entendido y festejado por todos. Se trata de For Your Consideration, la nueva comedia de Christopher Guest, un actor y director de culto de falsos documentales humorísticos que se centra aquí en la histeria que generan en Hollywood los premios de la Academia.

Si bien en la Argentina no se estrenaron comercialmente, películas suyas como Waiting for Guffman, Best in Show y A Mighty Wind, se caracterizan por tomar un universo específico (en los casos anteriores, eran el teatro independiente, los entrenadores de perros y los músicos folk de los años '60) y divertirse mostrando con severidad los particulares y obsesivos personajes que los pueblan.

En For Your Consideration (que significa "Para su consideración" y que viene de los avisos de las películas hechos para que los miembros de la Academia "tengan en cuenta" un filme a la hora de las nominaciones), deja de lado el formato de falso documental que viene explorando desde su guión de This is Spinal Tap (eso sí, conserva el mismo grupo de actores de siempre) y plantea un relato de ficción acerca del rodaje de una pequeña película, con actores veteranos venidos a menos y jóvenes poco conocidos (se lucen Catherine O'Hara y Parker Posey), que se descontrola cuando —por internet— empiezan a circular rumores que uno u otro miembro del elenco tienen posibilidades de ser nominados para los Oscar.

No tan efectiva como sus anteriores (se extraña su formato de documental trucho) pero igualmente muy divertida en su catálogo de las miserias y crueldades, egos y delirios, miedos y tonterías de la industria del cine, la película de Guest tiene todo para triunfar. No en los premios Oscar, claro, sino en la taquilla.

Otro veterano del cine independiente que pasó por aquí fue Hal Hartley (La verdad increíble) quien, tras más casi una década de pobrísimas películas que no circularon mucho más allá del mundo de los festivales, regresa en parte a su nivel en Fay Grim, suerte de secuela de su última buena película, Henry Fool, de 1997.

También con Parker Posey de protagonista, el filme sigue, en tono de enrarecida comedia de espionaje, la historia de una mujer que descubre que su marido, Henry Fool, a quien ella daba por perdido o hasta muerto, está metido hasta el cuello en una conspiración política internacional y es ella la encargada de viajar a Europa y rescatarlo.

Si bien se extraña la severidad y el tono seco de aquellas extraordinarias primeras películas de Hartley, se puede decir al menos que Fay Grim, si bien un poco larga y despareja, tiene momentos realmente divertidos y originales. Siempre, claro, que el público le sea fiel al peculiar estilo de uno de los pocos cineastas independientes americanos originales que quedan