Pero la gran sorpresa fue Everybody Loves Raymond, la popular comedia que finalizó este año y tuvo su mejor adiós con tres galardones y desplazando a la favorita, Desperate Housewives, como la mejor serie en su categoría en la versión 57 de los galardones de la industria televisiva estadounidense. Además tuvo los mejores actor y actriz secundaria.
Otra competencia feroz y seguida era la de mejor actriz de comedia, trofeo que se disputaban tres protagonistas de la popular Desperate Housewives. Y lo obtuvo Felicity Huffman. La esposa del también reconocido actor de William H. Macy superó a las más renombradas Teri Hatcher y Marcia Cross. Mientras que mejor actriz de drama fue una emocionada Patricia Arquette, por Medium. De blanco, rubia a lo Monroe y en un enjoyado traje del dúo Badgley Mischka, Arquette recibió su Emmy entre lágrima por esta serie que se planea estrenar en noviembre en Perú, en el canal Sony. De paso superó a la veterana Glenn Close.
Entre los hombres, Tony Shalhoub, de Monk, es el mejor actor de comedia; y James Spader, de Boston Legal, el mejor en serie dramática.
Sensibilidad y glamour
El huracán Katrina era tema obligado desde los estacionamientos -donde Ellen DeGeneres dejaba su BMW negro de última y David Letterman su Porsche Carrera- hasta el escenario de Shrine Auditorium. Una magnolia blanca fue el símbolo oficial del evento. La flor típica de la zona efectada por la catástrofe fue lucida al natural o como joya por las estrellas, mientras DeGeneres lo hacía de nuevo. Porque tras ser alabada en 2001 por animar estos galardones tras los atentados a las Torres Gemelas, anoche la comediante superó otra vez el sombrío ánimo sembrado por la tragedia.
La ceremonia abrió con un musical de Earth Wind And Fire y Black Eyed Peas e inmediatamente después Ellen envió un mensaje a quienes sufren en Nueva Orleans y sus alrededores, zona donde Degeneres precisamente se crió. Aunque tras el homenaje aplicó su conocido sentido del humor con los nominados -"si pierden no significa que sean malas personas sino sólo malos actores"-, con la primacía de la cadena HBO en las postulaciones e incluso con las Desperate Housewives.
El popular animador Jon Stewart también dedicó palabras a Katrina, con una rutina riéndose del desempeño de las autoridades.
Entre los perdedores de la velada estuvieron la actriz Halle Berry, el magnate Donald Trump y el director Quentin Tarantino. De lo emotivo, se destacó el homenaje de David Letterman al fallecido Johnny Carson.
La tendencia que se impuso en el desfile por la alfombra roja fue el del vestido strapless, sin cuello ni tirantes. Las mujeres de Desperate Housewives aparte de ser las estrellas, también lucieron este estilo. Teri Hatcher combinó un modelo corte imperio y con cola de J. Mendel -la marca que promociona la hija del rockero Mick Jagger- con brillantes enormes. La pelirroja Marcia Cross, de verde, siguió la misma línea.
Y Debra Messing, la famosa protagonista de Will & Grace, contó que "quería sentirme como reina, porque esta es la última temporada de la serie", en un Elie Saab con mucha pedrería. Y glamour.