Jeremie Renier y Deborah Francois protagonistas de L'enfant
Dos buenas películas, 'L'enfant', de los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardenne, y 'Broken Flowers' del estadounidense Jim Jarmusch, levantaron el alicaído nivel de esta 58 edición del Festival de Cannes. También se presentó en concurso 'Shanghai Deams', de Wang Xiaoshuai, un discreto filme chino que revela los problemas de los integrantes de una familia que no comparten sus objetivos.
'L'enfant' es una cinta que a través de una ejemplar economía de medios, de pretensión y de retórica, nos muestra la vida de un joven bastante inocente que se gana la vida cometiendo pequeños robos y de su novia y su pequeño hijo.
Los directores, tras la proyección del filme, señalaron que la idea se les ocurrió en el 2002, cuando estaban rodando su anterior filme, 'El hijo'.
"Durante la mañana, la tarde y la noche -dijeron-, veíamos pasar a una joven mujer llevando un cochecito donde dormía un recién nacido. Ella no parecía tener un destino fijo, solamente empujaba el coche".
"Muchas veces, después, pensamos en esta joven y en el bebé dormido y, sobre todo, en el que no estaba allí, el padre del niño. El ausente se fue convirtiendo en el protagonista de nuestra narración. Se trata de una historia de amor y también, la historia de un padre", manifestaron. Los hermanos Dardenne han hecho numerosos documentales y entre sus largometrajes de ficción más conocidos, figuran 'La promesa', 'Rosetta' (que en 1999 obtuvo la Palma de Oro y el premio de interpretación femenina en Cannes) y 'El hijo' (que en el 2002 ganó el premio de interpretación masculina también en este certamen de la Costa Azul).
'L'enfant' es un filme sutil, hecho con verdadera emoción, que destaca como un diamante en este certamen en el que abunda el oropel y la aplicación de las frías fórmulas a filmes sin sentido.