James Van Der Beek y Ian Somerhalder en "The Rules of Attraction"
Esta noche Cinemax estrena un filme que nunca llegó a los cines, se trata de "The Rules of Attraction", basado en el libro de Brett Easton Ellis, si el mismo de American Psycho y Menos que Cero. El filme nos muestra las vidas cruzadas de tres jóvenes universitarios norteamericanos sin rumbo y que son la excusa perfecta para radiografiar una civilización decadente, en cuyas entrañas el amor verdadero es tan importante como difícil de encontrar.
La frustración imperante y la falta de ideales buscan el alivio en los placeres más inmediatos, pero los resultados no siempre convencen y acaban cansando. La orgía estudiantil es la máxima representación de lo antepuesto, pista de aterrizaje de un interesante golpe al sueño americano que pretende a su vez, en palabras del propio director, «acabar de una vez por todas con las películas de adolescentes».
Para mayor gloria de la incorrección política, "The Rules of Attraction" está protagonizada por James Van Der Beek, el popular rostro de la serie televisiva Dawson Creek. El conocido actor, delirio de adolescentes en celo, se ha pasado al lado oscuro, reafirmando el carácter iconoclasta del filme, cuyo plantel artístico se ve completado con Shannyn Sossamon (40 días, 40 noches), Ian Somerhalder (Lost) y Jessica Biel (Blade III).
No en vano, los condimentos preferidos de Roger Avary son el sexo, las drogas y la violencia. El tercer plato de su filmografía se sitúa a medio camino entre la vertiente comercial y la independencia, con interesantes juegos con el lenguaje cinematográfico. Al margen de la hábil utilización de la imagen hacia atrás, "The Rules of Attraction" goza de uno de sus mejores momentos cuando uno de los actores describe su reciente viaje por Europa, resumido con un aluvión de fotografías que ilustran la voz en off, sintetizando en segundos una aventura de semanas.
Con The Rules of Attraction era necesario ser selectivo, y Avary decidió tomar partido por tres de estos personajes, miembros todos de una residencia universitaria: Sean Bateman (hermano de Patrick, del que se esboza apenas alguna alusión indirecta y del cual es curioso intentar adivinar cómo podría Ellis inventar posteriormente su macabra vida), interpretado correctamente por James Van der Beek. Paul Denton (Ian Somerhalder), un gay que muestra su condición sin vergüenza ni complejos, obsesionado, al igual que el resto, por el sexo, las drogas y una vida desenfrenada, y Lauren Hynde, una joven más preocupada por cómo perder su virginidad que por explotar sus capacidades como filósofa, que en algún momento deja entrever (afirma sorprendentemente que "Nadie llega nunca a conocer a nadie", indefectiblemente una frase de Ellis que representa su pesimismo existencial).
El resto, aparecen y desaparecen, algunos con más presencia que otros, como la chica suicida o Víctor, el viajero, el primo pariente de George Michael, las madres (Faye Dunaway más como reclamo que como personaje) y Eric Stoltz, habitual colaborador de Avary y de Tarantino, que interpreta a un depravado profesor que no se entiende cómo aún puede mantener su trabajo. Todos ellos forman parte de un grupo social privilegiado, aunque a Sean le avergüence reconocerlo, y como parte de este grupo, se mueven y guían por las mismas bajas pasiones propias de su edad y de su condición: sexo, drogas, consumismo, y violencia (por suerte, ésta última no demasiado presente).
Avary apuesta, en la realización de la película, por mostrar los saltos temporales mediante la denominada técnica del rewind. Ésta consiste, como su nombre indica, en "rebobinar" la acción, invirtiendo el movimiento de las escenas para retomar el inicio de las mismas, y así seguirlas desde el punto de vista de otro personaje. Quizás esta técnica se hace un poco abusiva en la primera mitad de la cinta, pero sin duda está muy bien utilizada, y su estilizamiento formal está muy lejos de resultar molesto o gratuito.
"The rules of attraction" no es una película brillante, el guión peca en exceso de ser demasiado incoherente y seguir más bien una sucesión de sketches que no de narrar una historia sólida y con impulso narrativo (Ellis en sus libros también plantea las historias de manera bastante inconexa). Pero hay que reconocer que la película tiene secuencias memorables, como la increíble escena del suicidio de la admiradora de Sean, afortunadamente mostrada con las justas recreaciones en la sangre y los cortes en las muñecas, y que utiliza genialmente el fuera de campo para horrorizar aún más al espectador. También merecen ser destacadas las magníficas secuencias de la visita a la mamá de Paul y las locuras de su "amigo" y el viaje por Europa de Víctor (una de las mejores secuencias del film, rodada con un vertiginoso estilo doméstico, pero que no logra conectar con el resto de la trama, con lo que funciona como una especie de corto introducido en la línea argumental a empujones).
Hay que destacar de manera especial la banda sonora que, como en todas las películas que retratan alguna faceta de la adolescencia o la juventud (Reality Bytes, Ben Stiller, 1994; Réquiem por un sueño,; Trainspotting, Danny Boyle, 1996; por citar sólo algún ejemplo relativamente cercano) trata de llegar a ésta con una de sus armas más utilizadas. Tom Hadju, Milla Jovovich (!!) y Andy Milburn son los responsables de la selección musical, y ésta, al igual que el film, no está sujeta a una temporalidad determinada, sinó que mezcla ritmos de los ochenta con otros temas más relacionados con la música de los noventa la música electrónica (a este respecto, destacar los geniales ritmos que enlazan las inversiones de movimiento con el desarrollo temporal normal).
Las reglas del juego es una historia triste, de soledad y nihilismo existencial. Avary demuestra ser un buen deudor de Ellis, y reflejar a la perfección el espíritu del escritor, duro, frío y sin escrúpulos. El film merece al menos ser destacado, y sobretodo ser visto.