Frank Miller, Clive Owen, Roberto Rodriguez y Jessica Alba en Cannes
El glamour y la espectacularidad de Hollywood fueron demasiado para una apenas discreta película francesa. No extrañó, entonces, que todos los flashes y el interés mediático de la jornada de ayer se posaran en la presentación de "La ciudad del pecado", lograda transposición del célebre cómic "Sin City", mientras que la tercera representante gala en la lucha por la Palma de Oro, "Peindre ou faire l´amour" -pese a su importante elenco-, pasó prácticamente inadvertida.
Tras la excelente respuesta obtenida en la sección oficial por las otras dos películas norteamericanas, dirigidas por Jim Jarmusch y Gus Van Sant, no era fácil estar a la altura para "La ciudad del pecado", una superproducción diametralmente opuesta en lo técnico, lo económico, lo estético y lo temático al espíritu de esos dos baluartes del cine independiente. Sin embargo, el trío conformado por el mexicano Robert Rodríguez, Frank Miller (el creador de la historieta original, publicada en 1991) y Quentin Tarantino ("director invitado" en un par de escenas) lograron traducir con absoluta fidelidad ese mundo retrofuturista de una ciudad del pecado digna del mejor policial negro, con cínicos detectives, peligrosos gangsters, asesinos a sueldo, marginales, prostitutas y mujeres fatales.
Una obra que se encuadra en la mejor tradición del pulp fiction y de los clásicos del cine negro. Película sórdida y nocturna, "La ciudad del pecado" subyugará a los fanáticos del cine de género y del cómic con sus por momentos sádicas y estilizadas escenas de acción y su fuerte carga de erotismo.
El film, que mantiene el blanco y negro con algunos pocos e ingeniosos detalles en color, contó con un impresionante elenco encabezado por Bruce Willis, Mickey Rourke, Jessica Alba, Clive Owen, Nick Stahl, Powers Boothe, Rutger Hauer, Elijah Wood, Rosario Dawson, Benicio Del Toro, Brittany Murphy, Michael Clarke Duncan, Carla Gugino, Josh Hartnett y Michael Madsen, y un impactante despliegue de efectos visuales generados por computadora. El resultado es uno de los títulos de 2005 más aclamados por la crítica norteamericana y una recaudación que ya llega a 75 millones de dólares sólo en los cines de su país.
Acompañados por cinco de los actores (Mickey Rourke, Jessica Alba, Benicio Del Toro, Brittany Murphy y Michael Madsen), Rodríguez y Miller explicaron a la prensa el origen de este proyecto. "Yo soy un fanático del cómic desde que leí la primera página -admitió el director de «El mariachi» y «Mini espías»- y a su vez siempre soñé con rodar un film noir. Fue la oportunidad de combinar ambos deseos y hacer algo moderno y salvaje a la vez."
Tras algunas experiencias no muy satisfactorias en Hollywood, Miller aceptó trabajar en la versión cinematográfica. Pero convencerlo no fue fácil: "«Sin City» es como mi bebe y, después de toda una vida dedicada a dibujar cómics, no tenía ni demasiadas ganas ni necesidad de compartirlo. Pero apareció Robert, que empezó a hostigar a mi editor, a mi abogado? hasta que logró seducirme".
Para convencer al autor, Rodríguez rodó la escena inicial en apenas 10 horas gracias al aporte de sus amigos Josh Hartnett y Marley Shelton, y de su habitual equipo técnico, y luego la posprodujo en sus oficinas. Le llevó el material y le dijo: "Si no te gusta, tenés un corto para mostrarles a tus amigos. Si te gusta, hacemos la película". Así fue.
Hoy, es un éxito mundial y -por qué no- un aspirante a un premio en esa meca que es Cannes.
La que no se posicionó precisamente como una candidata a la Palma de Oro fue "Peindre ou faire l´amour", largometraje de los hermanos franceses Arnaud y Jean-Marie Larrieu, que describe en clave de comedia adulta las vicisitudes de William y Madeleine (Daniel Auteuil y Sabine Azéma), un matrimonio que lleva 30 años juntos.
Con la hija radicada en Italia, una jubilación anticipada para él y pocas ganas de seguir al frente de su empresa en el caso de ella, deciden comprar una exquisita villa al pie de los Pirineos. Allí se relacionan con una pareja vecina más joven (Sergi López, en el papel de un ciego, y Amira Casar) que -producto de un incendio- terminan viviendo con ellos y proponiéndoles unos juegos sexuales bastante peligrosos. Meditación bastante banal y superficial (aunque con algunos pasajes graciosos) sobre el desencanto, el aburrimiento y el desapasionamiento que consume a cierta parte de la clase media acomodada, "Peindre?" no pareció estar a la altura del mejor cine francés y, mucho menos, de una competencia tan buena como la que Cannes está ofreciendo este año.
