Lars Von Trier, Willem Dafoe, Bryce Dallas Howard y Danny Glover durante la presentación de "Manderlay"
El danés Lars von Trier, con 'Manderlay', y el canadiense David Cronenberg, con 'History of Violence', han presentado sus filmes en la sección a competición oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes.
Fuera de concurso se proyectó un interesante largometraje, 'Joyeux Noel', del francés Christian Carone, coproducido entre Francia, Alemania, Reino Unido, Bélgica y Rumanía.
La cinta de Von Trier es la continuación de 'Dogville'. En este sentido, no produce la sorpresa formal de la primera. Desde el punto de vista estético es muy parecida: un solo escenario con matices muy marcados de luz y sombra y unos decorados mínimos que por momentos nos hacen creer que estamos en un teatro.
La cinta, ambientada en el año 1933, se centra en el problema de la esclavitud o, mejor dicho, de las dificultades de salir de la rutina.
El gángster y su hija, acompañados por los miembros de la banda, abandonan Dogville y atraviesan varios estados en busca de territorios idóneos para sus actividades delictivas. En Alabama se detienen a comer frente a una plantación.
Una negra llega corriendo y les pide ayuda. La hija del criminal baja y entra en la propiedad. Se encuentra con que todavía existe allí la esclavitud. Ella decide ayudar a los trabajadores y se queda con algunos guardaespaldas y un abogado de su padre para tratar de arreglar los problemas jurídicos que puedan surgir.
El problema que plantea la cinta es cómo se pasa de la esclavitud a la libertad y cuánto tiempo lleva ese proceso.
Von Trier se inspiró en la 'Ópera de tres centavos' escrita en 1928 por Bertolt Brecht y Kurt Weil y en el epílogo de la célebre novela de Jean Paulhan 'Historia de O', de 1954.
En este epílogo se describe una rebelión de esclavos ocurrida en Barbados en 1838, cuando un grupo de negros, recientemente liberados por la justicia, vuelven a su antiguo patrón y le proponen convertirse nuevamente en sus esclavos.
El hombre rechaza la idea -por escrúpulos, por miedo, porque respeta la justicia- y los negros lo matan, al igual que al resto de su familia.
Como en Dogville, la acción se desarrolla sobre un suelo blanco pintado en negro con los nombres de las calles, de los lugares de la plantación y de las habitaciones de los personajes.
'History of Violence', de Cronenberg, está basado en un cómic de John Wagner y Vince Locke. Como la adaptación ha sido prácticamente automática, sin ninguna elaboración, el resultado es una película esquemática, sin matices, superficial y tópica, pero con un ritmo vibrante.
Un padre de familia, al parecer apacible, es atacado por unos criminales. Los mata y poco después llegan los jefes de los difuntos para vengarlos. Al final, resulta que el supuesto padre bonachón formaba parte de la banda antiguamente y había escapado de esa vida para retomar el buen camino.
Al ver las noticias en la televisión, los delincuentes lo reconocen y van en su busca. Para defender a su familia, el hombre debe ejecutar acciones muy violentas e inverosímiles.
Es curioso que un director como Cronenberg, que realizó una película tan personal como 'Crash' (1996), haya caído en convencionalismos tan groseros y burdos.