Nunca dejé que mis hijos me vean débil o vulnerable —decía Demi Moore en una reciente entrevista televisiva—. Y me arrepiento. Pasé toda mi vida con una especie de armadura de sobreviviente. Lo que más me importaba era que estuviesen seguros y protegidos y que sientan que una fuerza los rodeaba. Pero me parece que no funcionó como lo imaginaba. Ahora me doy cuenta que es más importante que vean todos los colores de una persona, que te vean caerte y levantarte también".
¿La habitualmente dura Demi Moore se nos ha vuelto tierna y sensible? A juzgar por sus recientes declaraciones parece que sí. Al volver al cine este jueves en Mr. Brooks, su primer rol protagónico en una película importante en una década (hizo pequeños roles en películas grandes como Los Angeles de Charlie 2 o protagonizó filmes pequeños y que pasaron desapercibidos como Half Light, pero aquí comparte cartel con Kevin Costner y William Hurt), Demi quiere mostrarse diferente, renovada... sensible.
Desde su época de oro —que va de Ghost, en 1990, a la debacle de Striptease, en 1996, época en las que hizo Cuestión de honor, Propuesta indecente, Acoso sexual y La letra escarlata, entre otras— y, especialmente, en su último rol importante (Hasta el límite, en la que interpretaba a un marine entrenando para combate), Moore hizo de la dureza, perseverancia y poder una bandera. Su posterior divorcio, su alejamiento casi total del cine y su sorprendente romance con Ashton Kutcher empezaron a cambiar su imagen. ¿Hacia dónde? Muy bien no se sabe. Sólo se adivina que, a los 44 años, la actriz pretende iniciar una nueva etapa.
En Mr. Brooks es otro actor con menos promocionadas pero similares idas y vueltas en su carrera (Kevin Costner) el que interpreta a un hombre en apariencia normal, un empresario exitoso, padre y marido ejemplar, que oculta un secreto siniestro: es un asesino en serie letal. Moore encarna a una detective obsesionada por revelar la identidad del "Asesino de la huella del pulgar". Y, ante la incredulidad de todos, empieza a sospechar del señor Brooks.
La detective Atwood viene de un difícil divorcio y, en su persecución de Brooks, parece querer liberarse de sus demonios y comenzar de nuevo. "Lo que me encanta de Atwood es que es el motor de la película; raramente se ve a una mujer a la caza de un asesino —comenta el director Bruce A. Evans, que fue guionista de Cuenta conmigo—. Disponer de Demi Moore en este papel es absolutamente emocionante. Estableció un lazo muy fuerte con Kevin, aportando a sus respectivos personajes mucho más de lo que jamás hubiera podido imaginar".
Moore oyó hablar de Mr. Brooks a través de Costner, cuando el actor estaba trabajando junto a Kutcher en Guardianes de alta mar. "Kevin estaba siempre hablando de Mr. Brooks, sobre cómo iba a encarnar a un asesino en serie. En su entusiasmo ya se percibía algo muy dinámico que me impresionó", recuerda la actriz.
Pero no fue hasta meses más tarde que los realizadores de la película se acercaron formalmente a ella y le enviaron el guión. "Cuando lo leí, entendí inmediatamente lo que tanto le atraía a Kevin —continúa—. El guión me estimuló pero al mismo tiempo me horrorizó. Me pareció que era muy inteligente y con personajes de carne y hueso. Me parece que es algo así como la encarnación de nuestros peores miedos. El hecho de que quien está frente a nosotros con apariencia corriente acaso pueda tener cadáveres en el sótano".
El divorcio de Moore y Bruce Willis, al menos según lo que reporta la prensa, no fue tan duro como el de su personaje de ficción. Al día de hoy, según cuentan, siguen siendo muy amigos y hasta se van juntos de vacaciones, con Ashton y las tres hijas que tienen en común tras trece años de matrimonio. De hecho, al tener custodia conjunta de los niños, Bruce y Demi decidieron vivir en ranchos enfrentados entre sí en el pueblo de Hailey, en Idaho.
En una entrevista reciente que dio a la revista Vanity Fair, Willis (que tendrá su propio regreso en pocas semanas con Duro de matar 4.0) contó: "Sé que a mucha gente le cuesta entenderlo, pero seguimos educando a nuestros hijos juntos, tenemos un lazo muy fuertes y, sí, nos vamos de vacaciones juntos. Demi es la madre de mis hijos y Ashton es el padrastro. Y es un gran tipo. Yo amo a Demi y sé que Demi me ama también".
Hace pocos días, Demi confesó su deseo de volver a ser madre con Kutcher (sus hijas —Rumer, Scout y Tallulah— tienen entre 13 y 19 años), con quien se casó hace un año y medio ante la incredulidad de casi todo el mundo (ella le lleva quince años). "Me gustaría tener más hijos —dijo—. Y varones. Sería un buen balance para todo ese estrógeno junto".
¿La habitualmente dura Demi Moore se nos ha vuelto tierna y sensible? A juzgar por sus recientes declaraciones parece que sí. Al volver al cine este jueves en Mr. Brooks, su primer rol protagónico en una película importante en una década (hizo pequeños roles en películas grandes como Los Angeles de Charlie 2 o protagonizó filmes pequeños y que pasaron desapercibidos como Half Light, pero aquí comparte cartel con Kevin Costner y William Hurt), Demi quiere mostrarse diferente, renovada... sensible.
Desde su época de oro —que va de Ghost, en 1990, a la debacle de Striptease, en 1996, época en las que hizo Cuestión de honor, Propuesta indecente, Acoso sexual y La letra escarlata, entre otras— y, especialmente, en su último rol importante (Hasta el límite, en la que interpretaba a un marine entrenando para combate), Moore hizo de la dureza, perseverancia y poder una bandera. Su posterior divorcio, su alejamiento casi total del cine y su sorprendente romance con Ashton Kutcher empezaron a cambiar su imagen. ¿Hacia dónde? Muy bien no se sabe. Sólo se adivina que, a los 44 años, la actriz pretende iniciar una nueva etapa.
En Mr. Brooks es otro actor con menos promocionadas pero similares idas y vueltas en su carrera (Kevin Costner) el que interpreta a un hombre en apariencia normal, un empresario exitoso, padre y marido ejemplar, que oculta un secreto siniestro: es un asesino en serie letal. Moore encarna a una detective obsesionada por revelar la identidad del "Asesino de la huella del pulgar". Y, ante la incredulidad de todos, empieza a sospechar del señor Brooks.
La detective Atwood viene de un difícil divorcio y, en su persecución de Brooks, parece querer liberarse de sus demonios y comenzar de nuevo. "Lo que me encanta de Atwood es que es el motor de la película; raramente se ve a una mujer a la caza de un asesino —comenta el director Bruce A. Evans, que fue guionista de Cuenta conmigo—. Disponer de Demi Moore en este papel es absolutamente emocionante. Estableció un lazo muy fuerte con Kevin, aportando a sus respectivos personajes mucho más de lo que jamás hubiera podido imaginar".
Moore oyó hablar de Mr. Brooks a través de Costner, cuando el actor estaba trabajando junto a Kutcher en Guardianes de alta mar. "Kevin estaba siempre hablando de Mr. Brooks, sobre cómo iba a encarnar a un asesino en serie. En su entusiasmo ya se percibía algo muy dinámico que me impresionó", recuerda la actriz.
Pero no fue hasta meses más tarde que los realizadores de la película se acercaron formalmente a ella y le enviaron el guión. "Cuando lo leí, entendí inmediatamente lo que tanto le atraía a Kevin —continúa—. El guión me estimuló pero al mismo tiempo me horrorizó. Me pareció que era muy inteligente y con personajes de carne y hueso. Me parece que es algo así como la encarnación de nuestros peores miedos. El hecho de que quien está frente a nosotros con apariencia corriente acaso pueda tener cadáveres en el sótano".
El divorcio de Moore y Bruce Willis, al menos según lo que reporta la prensa, no fue tan duro como el de su personaje de ficción. Al día de hoy, según cuentan, siguen siendo muy amigos y hasta se van juntos de vacaciones, con Ashton y las tres hijas que tienen en común tras trece años de matrimonio. De hecho, al tener custodia conjunta de los niños, Bruce y Demi decidieron vivir en ranchos enfrentados entre sí en el pueblo de Hailey, en Idaho.
En una entrevista reciente que dio a la revista Vanity Fair, Willis (que tendrá su propio regreso en pocas semanas con Duro de matar 4.0) contó: "Sé que a mucha gente le cuesta entenderlo, pero seguimos educando a nuestros hijos juntos, tenemos un lazo muy fuertes y, sí, nos vamos de vacaciones juntos. Demi es la madre de mis hijos y Ashton es el padrastro. Y es un gran tipo. Yo amo a Demi y sé que Demi me ama también".
Hace pocos días, Demi confesó su deseo de volver a ser madre con Kutcher (sus hijas —Rumer, Scout y Tallulah— tienen entre 13 y 19 años), con quien se casó hace un año y medio ante la incredulidad de casi todo el mundo (ella le lleva quince años). "Me gustaría tener más hijos —dijo—. Y varones. Sería un buen balance para todo ese estrógeno junto".