El año pasado presentó 'Last Days', sobre los estragos de la droga en una gran figura del rock. Ahora regresa a la muestra cinematográfica francesa con 'Paranoid park', adaptación de la novela homónima de Blake Nelson.
En el nuevo trabajo de Sant, el espectador encontrará los mismos elementos que en 'Elephant', quizá con consecuencias menos trágicas. Ambientada también en una escuela americana de Portland, cuenta la historia de Alex (Gabe Nevins), un adolescente apasionado del 'skate'. Hijo de padres divorciados, el joven se está iniciando en las relaciones amorosas sin demasiado éxito.
Entre sus desafíos está participar en un lugar mítico para los amantes del monopatín, la pista 'Paranoid park'. Junto al parque hay una estación de ferrocarril y los jóvenes se divierten agarrándose a los trenes de mercancías en marcha. Una noche, un guarda de seguridad sorprende a Alex y a un amigo e intenta hacerlos bajar del tren. Alex le golpea con su monopatín provocando la muerte del vigilante.
Gus Van Sant pone de relieve a través de hora y media de película, el peso que recae sobre la conciencia del joven, su desesperación al no tener en quien confiar, ni su familia ni los amigos.
Austria y Ucrania
Por su parte, 'Import export', del austríaco Ulrico Seidl, muestra las relaciones entre el Este y el Oeste, en este caso entre Austria y Ucrania. El panorama que presenta el realizador no augura nada positivo en estas relaciones.
La trama cuenta la aventura de una joven ucraniana, Olga (Ekaterina Rak), madre soltera, que después de haber intentado una efímera carrera en la pornografía por Internet se marcha a Viena para trabajar de limpiadora un hospital para ancianos moribundos.
Paul (Paul Hofman), joven austriaco, tiene también una vida difícil. Después de ser agredido por un grupo de jóvenes, pierde su empleo y acepta trasladarse a Ucrania, en compañía del amante de su madre, un individuo que sólo parece interesarse por la bebida y el sexo. Su trabajo es el de instalar maquinas automáticas de distribución de caramelos en barrios desfavorecidos.
El espectador seguirá estos dos mundos en paralelo, donde todo es negativo. Lo peor es que el cineasta austriaco tiene una propensión a comunicar su pesimismo con imágenes terriblemente brutales. Un afán de provocación que ha producido en Cannes reacciones negativas.
Los directores mexicanos Alejando González Iñárritu y Alfonso Cuarón y el brasileño Walter Salles aplaudieron esta noche al mexicano Gael García Bernal en su debut como cineasta, con la película 'Déficit', y celebraron su trayectoria humana y cinematográfica.
El racismo, el deseo, la droga, la pobreza, las diferencias sociales, las amistades vacías y la naturaleza exuberante de México, son algunos de los temas que trata esta cinta 'experimental', según su autor.
Walter Salles anunció que, en realidad, ésta no era totalmente la primera cinta de Gael como director, sino "casi la segunda", pues "le consideró casi como coautor de 'Diarios de motocicleta'", aseguró.
"Gael pertenece al género de actor que hace que las cosas sean posibles", afirmó el realizador brasileño y añadió que lo que le caracteriza "es que se da completamente a un proyecto, lo hace con una integridad rara y con un talento también raro, y esto hace que sea alguien único".
Iñarritu y García Bernal, por su parte, recordaron cómo llegaron a esa misma sala hace siete años, con el estreno de 'Amores Perros', la cual estaba "medio vacía", según el primero, y "medio llena", según el segundo