Nacida en Viena el 23 de septiembre de 1938, en pleno auge del nazismo, Rosemarie Albach-Retty Schneider vivió en el seno de una familia de actores de cine y teatro.
Descubierta por el director de cine Hans Depper a través de una fotografía que llevaba su madre cuanto ésta rodaba 'Lilas blancas'. Romy fue entonces contratada y trabajó junto a su progenitora en la misma película.
En 1953, su carrera ya estaba en progresión y rondó dos películas, 'Sueños de circo' y 'Los jóvenes años de una reina'.
Más tarde llegaron a las pantallas 'Sissi', con la que lograría sus mayores éxitos, 'Sissi emperatriz' y 'El destino de Sissi', que fueron rodadas entre 1955 y 1957. Todas ellas estaban basadas en la vida de la princesa Elisabeth de Baviera y su marido, el emperador Francisco José de Austria.
Con 'Sissi', Romy Schneider se convirtió en una de las actrices europeas más famosas de los 50.
Éxitos tras la emperatriz
Se suceden, posteriormente, 'Kitty', de Alfred Heidenman, y 'Llévame contigo', de Helmut Kautner, hasta que comenzó a rodar películas dramáticas de la mano del italiano Luchino Visconti. Romy tuvo un gran éxito con 'Lástima que sea una p...' junto a Alain Delon y Silvia Montfort.
Otras de sus actuaciones más destacadas fueron 'El proceso', de Orson Welles, 'El cardenal', de Otto Preminger y 'La piscina', de Jacques Deray, teniendo como pareja a Alain Delon, con quien mantuvo una relación sentimental.
Con 'Lo importante es amar', de Zulawski, obtuvo en 1974 el César a la mejor interpretación. En 1978 recibiría una segunda estatuilla francesa por 'Una vida de mujer', del director Claude Sautet.
La actriz austríaca tuvo también importantes papeles en el teatro. En la escena interpretó, entre otras obras, 'La gaviota', de Chejov, o 'El abanico de lady Windermere', de Wilde, que fueron éxitos en Berlín.
Estuvo casada en dos ocasiones. La primera con el director de cine alemán Harry Meyen, con quien tuvo un hijo, David, el cual murió accidentalmente en julio de 1981, al intentar saltar una verja, sumiéndola en una grave crisis. En 1974 se divorció de Meyen y contrajo matrimonio con el también cineasta Daniel Biasini. De esta unión nació su hija Sarah.
La heredera de Schneider
Hace dos años, Sarah Biasini, la única hija viva de Schneider, debutó como actriz en el teatro parisiense de Marigny, dirigida por Steve Suissa, en el papel de una joven y feliz recién casada que descubre la vida de pareja.
La pieza elegida para este debut fue 'Descalzos por el parque', de Neil Simon, uno de los dramaturgos de éxito en Estados Unidos, país donde Sarah Biasini siguió los cursos del método Strasberg, en Los Ángeles, cuando en 2003 decidió convertirse en actriz.
Biasini había debutado anteriormente con cierto éxito en la televisión, gracias a la serie 'Julie, chevalier de Maupin', telenovela de capa y espada inspirada por un personaje de una novela de Théophile Gautier.
Con estas actuaciones, Sarah Biasini proseguía la tradición familiar de los Schneider, pues la inolvidable 'Sissi' cinematográfica que fue su madre había nacido en Viena, en una familia de actores