08 octubre 2007

Saving Grace : El infierno puede esperar

Grace Hanadarko está yéndose directamente al infierno. Al menos eso es lo que creen sus compañeros de trabajo en la policía de la ciudad de Oklahoma, su mejor amiga y hasta su vecino cada vez que la espía desayunar con whisky. Pero claro: si se trata de discutir en términos de cielo e infierno, una opinión está muy por encima de las otras. Observando sus pecados repetidos y la posibilidad cada vez más pequeña, pero cierta, de redención, Dios decide enviar un ángel a la Tierra para darle a Grace una última oportunidad de salvarse. Esta es la premisa central de Saving Grace , la serie que se estrena esta noche, a las 21, por Fox. Y si la mezcla de drama policial y relato sobrenatural ya alcanza para llamar la atención de algunos espectadores, el hecho de que la Grace del título esté interpretada por la ganadora del Oscar Holly Hunter termina de completar la atractiva propuesta. Claro que esta serie tiene una crudeza a la altura del lugar que ocupa en la grilla de Fox. Hasta la semana pasada esta franja horaria era el hogar de Tommy Gavin, el menos heroico de los bomberos de Rescue Me. Ahora, la nueva inquilina repite los desbordes, la incorreción política y el cinismo del personaje de Denis Leary.

Cosas de mujeres

De los mismos creadores de The Closer , esta serie tiene más de un punto de contacto con aquella. Ambas están encabezadas por mujeres policías extremadamente capaces en su profesión pero con más de un conflicto emocional por resolver en su vida personal.

Claro que, mientras que la detective en jefe Brenda Johnson que interpreta la maravillosa Kyra Sedgwick en The Closer (los martes y sábados por TNT), sufre una compulsión obsesiva que en la mayoría de los casos logra manejar, la Grace Hanadarko que creó la talentosa Hunter está un poco más complicada.

Fumadora empedernida, alcohólica y promiscua, Grace tiene su primer encuentro con el ángel en medio de una noche de descontrol que puede terminar en tragedia. Pero no lo hace. Porque Dios decide que esta mujer merece otra oportunidad. Aunque ella se resista a aceptar que Earl, su particular ángel de la guarda, realmente sea la respuesta a sus desesperadas plegarias etílicas. Que el ser celestial tenga aspecto de camionero y se dedique a mascar tabaco no ayuda a hacer más creíble su origen. Pero cuando extiende sus alas blancas y el mundo alrededor se transforma, algo le dice al espectador que todavía queda una oportunidad de salvar a Grace y que vale la pena quedarse para verlo