Después de todo, ella interpreta uno de los seis Bob Dylan que aparecerán en la cinta. Los otros actores que encarnarán al músico son Richard Gere, Christian Bale, Heath Ledger, Ben Whislaw y el joven actor negro Marcus Carl Franklin, en su debut cinematográfico.
"Es ilógico, en el sentido de que es una narración no convencional. Creo que sin duda alguna tiene sentido, pero como musical parecido a un sueño. Tienes que dejarte sumergir por la película," dijo la actriz australiana sobre "I'm Not There."
"El hecho de que el director Todd Haynes haya dividido tanto la carrera musical de Dylan como su persona en seis personajes diferentes, ninguno de los cuales se llama Bob Dylan (...) es inusual," manifestó la actriz de 38 años en una entrevista en el Festival de Cine de Nueva York.
Aunque no debía mostrarse como una copia exacta de Dylan, el pelo de Blanchett es oscuro y rizado como el del cantante, y adopta algunos de sus gestos. Pero la actriz dice que necesitó la ayuda de varios calcetines bajo sus pantalones para lograr parecer más masculina.
"Había una escena en la que estaba sobre la cama, y vi que Todd tenía un aire dubitativo, y que un maquillador amigo mío tenía aire dubitativo, y ambos estaban pensando lo mismo al mismo tiempo: que quizá era un poco demasiado femenino (...) Necesitaba un poco de ayuda," dijo.
Su papel le ha llevado a obtener el premio a mejor actriz en el Festival de Cine de Venecia, y se habla de una nueva y merecida nominación a un premio de la Academia.
Blanchett ganó un Oscar a mejor actriz de reparto en 2005, por su interpretación como Katharine Hepburn en "El aviador."
Aunque su decisión de interpretar a Dylan podría parecer extraña, Blanchett dijo que de ningún modo hubiera podido rechazarlo.
"Es una idea tremendamente salvaje y loca," sostuvo. "No te ofrecen este tipo de cosas todos los días," agregó.
Tan sólo una semana después de terminar de rodar "Elizabeth: The Golden Age" interpretando nuevamente a la reina de Inglaterra, Blanchett se sumergió en el personaje de Jude, un retrato de Dylan a mediados de la década de 1970, cuando tocó la guitarra eléctrica por primera vez provocando la ira de aquellos seguidores que querían que se mantuviese como icono del folk protesta.