05 enero 2008

Un estrambótico viaje a India trae la nueva comedia de Wes Anderson

En cada estación, los tres hermanos suben a tropezones al tren The Darjeeling Limited que ya ha retomado su marcha. Hace un año que su padre ha muerto y desde entonces Francis (Owen Wilson), Peter (Adrien Brody) y Jack (Jason Schwartzman) nunca más se volvieron a ver. Ahora, tras sufrir un accidente casi mortal, el mayor - Francis- ha pensado que recorriendo India en un místico ferrocarril podrían comenzar un nuevo camino en sus relaciones siempre llenas de baches. Pero no será fácil cuando los otros dos hermanos son escépticos ante este "camino espiritual" y aún más cuando cada uno aplaca sus dolores con medicamentos que intercambian sin asco, lo que no hace sino aumentar el absurdo sus conversaciones.

Esta es la trama de la nueva película de Wes Anderson (Los Excéntricos Tenenbaum, 2001), uno de los directores más destacados del último tiempo, que gracias a la cuidada puesta en escena de sus sofisticadas comedias -pobladas de relaciones imposibles, de seres siempre perdidos y melancólicos-, se ha transformado en un realizador de culto con sólo cinco películas a su haber.

Y Viaje a Darjeeling no ha defraudado a sus acérrimos fans -entre los que se cuenta el mismísimo Martin Scorsese- ni a gran parte de la crítica norteamericana, la que la ha calificado desde su estreno en septiembre pasado como "más divertida y emotiva" que su anterior y muy cuestionado filme Vida Acuática, con Steve Zissou (2004).

Elementos que la convierten en una de las cintas más atractivas a estrenarse este año en latinoamérica.

Contando también con la participación de los actores fetiches de Anderson, Angelica Huston y Bill Murray, el viaje por India de estos tres dispares hermanos nació a partir de una visita previa que hizo a ese país el director junto a Roman Coppola -hijo de Francis Ford- y al actor Jason Schwartzman. Estando ahí, los coloridos vagones de los trenes, las repletas ciudades y los desolados paisajes los inspiraron para escribir esta historia sobre un accidentado reencuentro familiar.

El resultado es una película de un humor efectivo, junto a una fotografía de lujo. Viaje a Darjeeling marca definitivamente un regreso más maduro de Anderson a la pantalla, que vuelve a hipnotizar con sus ya clásicas secuencias en cámara lenta acompañadas ahora con canciones de The Kinks y The Rolling Stones. Así, vuelve a lograr esa particular emotividad que lo convirtió en imprescindible.