04 enero 2008

Across The Universe

Decía Stanley Donen, el genial «padre» de algunos de los mejores musicales de la Historia del Cine ('Cantando bajo la lluvia', 'Un día en Nueva York'...) que el motivo más plausible que tenían los personajes para echarse a cantar y bailar era expresar alegría.

Si algo define la música de los Beatles es, precisamente, su capacidad para contagiar el gozo de vivir a quien la escucha. Uniendo el género musical y las canciones de los Fab Four, Julie Taymor (directora de Titus, Frida y de la exitosa adaptación de 'El rey León' en Broadway) ha dirigido la que está llamada a ser la nueva referencia para el musical moderno, mezcla del barroquismo de Baz Luhrmann (Moulin Rouge) y la estética setentera de Hair.

'Across the Universe' intenta retratar a toda una generación, la de los jóvenes que a finales de los años 60 descubrieron en el pop la posibilidad de soñar que todo podía ser distinto. La contracultura empezaba a establecerse como única vía de expresión para los disconformes con la Guerra de Vietnam, aquéllos que se atrevían a reclamar los derechos civiles o a luchar contra la moral tradicional. El desafío era proponer, a través del ya clásico «sexo, drogas y rock & roll», una alternativa a la grisácea realidad imperante. A través de 33 canciones de los Beatles, el filme acompaña a Jude y Lucy, dos personajes inmersos de lleno en el ambiente rebelde de la época, que viven una gran historia de amor con la música como hilo conductor.

Rebeldía e inconformismo

Jude (Jim Sturgess) es un joven que trabaja en los muelles de Liverpool (¿dónde si no?) y viaja a Nueva York en busca de su padre. Allí, en el campus de la Universidad de Princeton, se hace amigo del rebelde e inconformista Max (Joe Anderson), hermano de Lucy (Evan Rachel Wood), una jovencita con pinta de princesa inmaculada que acaba de despedir a su novio, recién alistado en el ejército, enviado a la selva vietnamita y repatriado en un ataúd. Lucy, Max y Jude se mudan al Greenwich Village, donde comparten piso con Sadie (Dana Fuchs), una salvaje rockera con voz aterciopelada a lo Janis Joplin, Jo-Jo (Martin Luther McCoy), un guitarrista enganchado al LSD y emparentado con Jimi Hendrix, y Prudence (T.V. Carpio), una lesbiana secretamente enamorada de Sadie.

Liderados por Dr. Robert (el mismísimo Bono de U2, que canta una lisérgica 'I Am the Walrus') y Mr. Kite (el cómico inglés Eddie Izzard), todos se embarcan en los viajes de ácido y en la toma de conciencia, espantados por sucesos como los disturbios de Detroit en 1967 o la imparable cifra de soldados muertos en Vietnam. Como los fans de John, Paul, George y Ringo ya habrán podido observar, todos los nombres de los personajes se corresponden con los de canciones de los Beatles, y la película esta repleta de guiños a los beatlemaníacos y de más que explícitos homenajes a sus películas, desde '¡Qué noche la de aquel día!' hasta 'El submarino amarillo'. Los diálogos se entremezclan con las letras originales de 'I Want To Hold Your Hand', 'Because' o 'Come Together' y los numeros musicales, a cada cual más espectacular (con cuidadas animaciones en 3D y grandiosos efectos especiales incluidos), se suceden para presentar a cada personaje y desarrollar la historia de amor entre Lucy y Jude, el verdadero eje argumental del filme.

Sin embargo, cada canción está elegida para darle un nuevo giro. «Realmente, daba miedo tener el legado de los Beatles sobre nuestros hombros», afirma Taymor. «Es muy importante para mucha gente y las canciones originales eran perfectas. Sabíamos desde el principio que no queríamos competir con las versiones de los Beatles».

Producida por Revolution Studios, la cinta tuvo un presupuesto, oficialmente, de 77 millones de dólares, de los que 10 fueron a parar directamente a manos de Paul McCartney y Ringo Starr por ceder las letras de las canciones. Pero las malas lenguas dicen que la directora tuvo que sobrepasar los 100 millones para finalizar el proyecto, una de las causas de sus continuos rifirrafes con Joe Roth, presidente de 'Revolution'. La otra gran disputa se produjo en torno al montaje final de la película y, como suele suceder en estos casos, el productor impuso su opinión. El caso es que el filme es cabndidato al Globo de Oro en la categoría de mejor Película Musical o Comedia.

Para elegir a los intérpretes de los personajes principales, Taymor no se fijó en figuras consagradas, sino en jóvenes promesas con buena voz y sentido musical. Para el papel de Jude eligió incluso a un novato, como el inglés Jim Sturgess, que es la gran revelación de la cinta junto a Evan Rachel Wood. Los secundarios estan brillantes como cantantes y entre los cameos, además del de Bono y el de Salma Hayek, encontramos a un genial Joe Cocker como un vagabundo hippie