26 junio 2008

Anne Hathaway: La 99 está fuera de control

Mi personalidad es muy de chica burbujeante... Pero no actualmente. Estoy sombría". Anne Hathaway, la belleza sonriente y fresca de la nueva versión cinematográfica de Superagente 86, se nos apagó. De la futura revelación pizpireta de El diario de la princesa, de la que se reinventó a fuerza de topless en Havoc y Secreto en la montaña, de la elogiada intérprete en El Diablo viste a la moda, al pucherito por el corazón roto: se separó del novio y éste, encima, acaba de caer preso.

El diario... y su secuela convirtieron a
Anne en la enésima chica Disney en la enésima versión aggiornada del cambio de mendigo a millonario. Agentes y productores le vieron pasta de futura estrella. "Haría topless solamente si el papel lo requiere", se hizo la estrecha en una oportunidad e inmediatamente eligió dos películas al hilo para desligarse de la empresa del ratoncito: peló en Havoc y en Secreto... Más tarde, se atajó: "Que me haya animado no significa que vaya a aparecer desnuda en cualquier película". Pero si la exposición frontal la corrió del lugar ATP, esas dos películas terminaron de lustrar su talento para que el director David Frankel se convenciera de que ella era la indicada para protagonizar El Diablo.... El papel prometedor (y cumplidor) le cayó en 2005, igual que el amor: ese mismo año comenzó a salir con Raffaello Follieri.

Raffa es empresario, italiano, se desabrocha un botón extra cuando usa camisa y le crece un montón de pelo en el pecho.
Anne cayó ante sus encantos. Raffa la llenaba de regalos. La prensa la llenaba de elogios. Ella mostraba sus enormes dientes a tiempo completo. "No me imagino la vida sin Raffaello. Lo amo con todo y no sé si podría estar alguna vez con otra persona que no sea él", dijo en una entrevista. Pero no pudo escaparse de la ecuación hollywoodense que indica que a cuanto mayor es el estrellato, más desastrosa es tu vida amorosa. Su carrera promete más que nunca y Raffaello no para de darle dolores de cabeza.

Anne es una chica solidaria de la escuela de Angelina Jolie. En cuanto ve un chico pobre, llora y lo quiere ayudar. Causa solidaria que daba vueltas, causa solidaria que la tenía como abanderada. Y Raffaello, además de tórax piloso, pintaba como tipo comprometido y la acompañaba a cuanta gala benéfica iba. ¡Ay, divino! Pero no, no tanto. En 2007 resultó que todos los regalos que le hacía a su dama los pasaba como gastos de su compañía y los socios lo demandaron por... ¡55 millones de dólares!

En abril último, el muchacho de 29 años fue detenido cuando quiso pagar 250.000 dólares con un cheque sin fondos. Anne reaccionó bien. Que cualquiera puede tener este tipo de problemas, que yo lo perdono porque me ayudó a salir de una depresión... "Trajo tantos aspectos positivos a mi persona... Antes de conocerlo yo era una narcisista molesta", declaró.

Raffaello, esa vez, zafó de la ley. Llegó a un arreglo y lo del cheque quedó en la nada. Pero en la Follieri Foundation las cosas olían mal y un fiscal neoyorquino comenzó a investigar, a principios de este mes, supuestos problemas con el pago de algunos impuestos. Rápido, el publicista de Anne salió a defenderla: "Esta investigación no involucra a Anne. Ella no es más miembro de la fundación".

No soy yo, eres tu. Mirá, te quiero un montón, pero esto no va más, le dijo Anne a Raffa y la pareja que había enfrentado los problemas legales de él no existe más desde hace unos días, justo a tiempo para que a Raffa le cayera la policía en la casa. Ahora lo acusan de fraude y lavado de dinero luego de que, según el fiscal, dijera ante inversionistas tener conexiones en el Vaticano para conseguir inmuebles propiedad de la Iglesia Católica con descuentos sustanciales. Sí, zafaste, nena