
En el sitio www.metacritic.com -donde se reúnen y sistematizan los comentarios de decenas de críticos- se calcula que el puntaje promedio que le dieron 14 especialistas al disco es de 64, sobre un total de 100. Es decir, la mayoría de las sentencias fueron favorables pero no por mucho. Si se compara con sus dos trabajos anteriores, le fue peor que con "Confessions on a dance floor" (2005), con el que logró un promedio de 80 y vendió 12 millones de copias, pero mejor que con "American life" (2003), que consiguió 60, y 6 millones de álbumes vendidos.
"Este estilo de producción top es un paso inusual para Madonna", escribió la BBC, uno de los medios más duros con el trabajo de la cantante. "Ella tiene una reputación de buscar productores dance relativamente desconocidos como Mirwais, Shep Pettibone y Stuart Price para manejar sus discos", continuó, "esta vez, en cambio, la reina de la reinvención está tratando de ganar de vuelta los corazones de la audiencia de EE.UU. que no se impresionó mucho con su disco anterior". Y aunque puede ser pronto para decir si logró ese gran éxito, la reina del pop ya puede ir esperanzándose: las ventas digitales de "4 minutes", el primer single donde canta con Timberlake, ya superaron el millón de copias y según los primeros datos que se han confirmado, en Holanda ya se adquirieron 60 mil unidades del disco y en Finlandia, otras 15 mil, que eran todas las que estaban disponibles y se fueron en pocos minutos