A 43 años de la muerte de Monroe, un fiscal que presenció su autopsia duda de que se haya suicidado
Sigue siendo uno de los mayores misterios de Hollywood. El 5 de agosto de 1962 se encontró el cuerpo de Marilyn Monroe en el dormitorio de su casa de Brentwood. La estrella de cine de 36 años estaba desnuda y boca abajo en su cama. Una autopsia realizada por el Dr. Thomas Noguchi determinó que la muerte se debía a una intoxicación aguda con barbitúricos y un equipo psiquiátrico vinculado a la investigación la catalogó de "probable suicidio".
Ayer, 43 años después, fans de todo el mundo se reunieron, como lo hacen desde hace años, cerca de la cripta de Monroe para celebrar su vida y llorar su muerte. Entre ellos se encontraba John W. Miner, un ex fiscal del condado de Los Angeles, que estuvo presente en la autopsia y que fue uno de los que investigaron su muerte. El no creyó que la actriz se quitara la vida en el '62 y tampoco lo cree ahora, y dice que escuchó cintas secretas que Monroe grabó días antes de morir que demuestran que la actriz no tenía intenciones suicidas.
Como jefe del departamento de medicina legal de la fiscalía del condado de Los Angeles, Miner se había reunido en su momento con el psiquiatra de la actriz, el Dr. Ralph Greenson. Durante la entrevista, dice Miner, Greenson le hizo escuchar las cintas de Monroe, pero sólo con la condición de que el investigador no revelara su contenido.
Miner dijo que tomó notas "casi textuales" y sólo rompió la promesa después de la muerte de Greenson, cuando algunos biógrafos de Monroe sugirieron que se considerara al psiquiatra sospechoso de su muerte. La transcripción de Miner muestra a Monroe obsesionada por los Oscar, describiendo un encuentro sexual con Joan Crawford, deseando un amor paternal con Clark Gable, añorando que la tomaran en serio como actriz y contando por qué sus matrimonios con Joe DiMaggio y Arthur Miller terminaron en divorcio.
En un momento, cuenta que está desnuda frente al espejo analizando el cuerpo que cautivaba al mundo, consciente de que estaba entrando en la mediana edad y comentando que "mi busto está empezando a caerse un poco", pero "mi cintura no está mal" y "mi trasero sigue siendo el mejor".
"Usted es la única persona que conocerá los pensamientos más privados y más secretos de Marilyn Monroe", le dice a Greenson, según la transcripción de Miner. "Confío absolutamente en usted y en que nunca revelará a nadie lo que le digo." Miner sostiene que cualquiera que lea la transcripción llegaría a la conclusión de que "no había ninguna posibilidad de que esta mujer pudiera haberse suicidado. Tenía planes específicos para el futuro. Sabía exactamente lo que quería". La viuda de Greenson le dijo a Los Angeles Times esta semana que no sabía a ciencia cierta si las cintas existían. Pero que no descartaba que Monroe se las hubiera dado a su marido y que él se las hubiera hecho escuchar a Miner