Walter Salles durante el rodaje de "Estación Central" junto a Fernanda Montenegro
Francis Ford Coppola lo soñó una y mil veces, pero nunca se atrevió a adaptarlo, y menos, dirigirlo. Algo así como La Biblia del movimiento beatnik, de la que se transformó en portavoz a partir de su publicación, en 1957 —su autor lo había escrito seis años antes—, en lo que comenzó a difundirse como prosa espontánea, finalmente En el camino, de Jack Kerouac, llegará al cine.
El realizador de El Padrino, que había adquirido los derechos de la novela por 1979, época en la que estaba en la gloria de su carrera tras estrenar Apocalypse Now, oficiará como productor ejecutivo, ya que la producción será de su estudio American Zoetrope. Y contrató al director brasileño Walter Salles (Estación Central, Diarios de motocicleta), según informó The Hollywood Reporter. Salles, que acaba de estrenar Agua turbia, su primera experiencia en Hollywood, contará con dos colaboradores de prestigio en la difícil misión de adaptar este clásico de culto. Por un lado, el puertorriqueño José Rivera —ganador del Oscar por el guión adaptado de Diarios de motocicleta— se le atreverá al texto, y Rebecca Yeldham, que fue productora ejecutiva de Diarios..., será coproductora.
La novela es narrada por Sal Paradise, alter ego de Kerouac, quien decide lanzarse a recorrer y ver los Estados Unidos. La historia lo sigue en sus momentos de alegría y de depresión, conociendo a otros viajantes y aventureros, y explora temas básicos como la libertad.No se sabe aún quién interpretará a Sal. Salles está terminando su segmento para el filme colectivo Paris, je t'aime, con Gael García Bernal, y a principios de 2006 pensaba comenzar Línea de pase, en San Pablo, un filme sobre cuatro hermanos, para el que deseaba contar con técnicos argentinos.
Nacido en Massachusetts, Jean-Louis de Kerouac, su verdadero nombre, murió muy joven, a los 47 años, de una hemorragia intestinal. Amigo de William Burroughs, su modelo había sido el escritor Thomas Wolfe. Nadie, hasta hoy, ha llevado su novela a la pantalla. Y el mismo que se atrevió con el Che, se abocará al beat.