Esta es la trama de la nueva película de Wes Anderson (Los Excéntricos Tenenbaum, 2001), uno de los directores más destacados del último tiempo, que gracias a la cuidada puesta en escena de sus sofisticadas comedias -pobladas de relaciones imposibles, de seres siempre perdidos y melancólicos-, se ha transformado en un realizador de culto con sólo cinco películas a su haber.
Y Viaje a Darjeeling no ha defraudado a sus acérrimos fans -entre los que se cuenta el mismísimo Martin Scorsese- ni a gran parte de la crítica norteamericana, la que la ha calificado desde su estreno en septiembre pasado como "más divertida y emotiva" que su anterior y muy cuestionado filme Vida Acuática, con Steve Zissou (2004).
Elementos que la convierten en una de las cintas más atractivas a estrenarse este año en latinoamérica.
Contando también con la participación de los actores fetiches de Anderson, Angelica Huston y Bill Murray, el viaje por India de estos tres dispares hermanos nació a partir de una visita previa que hizo a ese país el director junto a Roman Coppola -hijo de Francis Ford- y al actor Jason Schwartzman. Estando ahí, los coloridos vagones de los trenes, las repletas ciudades y los desolados paisajes los inspiraron para escribir esta historia sobre un accidentado reencuentro familiar.
El resultado es una película de un humor efectivo, junto a una fotografía de lujo. Viaje a Darjeeling marca definitivamente un regreso más maduro de Anderson a la pantalla, que vuelve a hipnotizar con sus ya clásicas secuencias en cámara lenta acompañadas ahora con canciones de The Kinks y The Rolling Stones. Así, vuelve a lograr esa particular emotividad que lo convirtió en imprescindible.