Chris Martin, vocalista de Coldplay
Cuando acabaron la gira mundial de presentación de su anterior A rush of blood to the head, en el 2003, el líder de Coldpaly, Chris Martin, anunció que se disponía a "reinventar la rueda", es decir, anunciaba que deseaba remozar el sonido del grupo, alejándose de ese soft rock que les había definido hasta entonces.
Después de múltiples avatares, entre ellos unos retrasos que han ocasionado pérdidas millonarias a su discográfica, Coldplay parece que definitivamente ya tiene listo X&Y para ser publicado en junio. Coldplay es algo más que el grupo que ha renovado la escena del rock británico, cuyo disco se espera con más anhelo que el de U2 o el próximo (sin fecha concreta) de los Rolling Stones, que ha hecho olvidar el britpop más tópico y cuyo único interlocutor en las islas, hoy, es Radiohead.
También tiene su parte de crónica rosa, a raíz del matrimonio de su líder, Chris Martin, con la popular actriz Gwyneth Paltrow y de su turbulento pasado con las drogas duras y el alcohol. Obsesionado con la búsqueda de ese sonido y, también, con superar el listón dejado por el aclamado A rush..., Martin ha invertido tanto tiempo, dinero y neuronas, que, en confesión propia, estuvo en un tris de llegar al colapso.
Ahora, con la tarea finalizada, reconoce que han confeccionado su mejor obra hasta la fecha: "Después de trabajar con innumerables canciones y sonidos hemos compuesto algunos temas de puta madre. No creo que lleguemos algún día a superar este disco".
Tras una escucha de la mitad de su contenido, la onda que atraviesa X&Y es una superación tan variada como espléndida: desde la onda Eno/Bowie que impregna Square one hasta la contagiosa Talk (extraordinario corte para las salas de baile deudor de Kraftwerk), pasando por la beatleniana X&Y o el homenaje a Johnny Cash en formato dylaniano que responde por Til Kingdom come.
El resultado de todo ello se estuvo componiendo y grabando durante 18 meses en Gran Bretaña y Estados Unidos, y está producido por el grupo junto con Danton Supple (que ha trabajado con Morrisey o Elbow) y Ken Nelson (Badly Drawn Boy, Kings of Convenience). De hecho, y como reflejo de la larga cocción del plato, la banda comenzó trabajando con Nelson —su productor de siempre—, pero recurrieron a Supple para regrabar todo de nuevo.
El nuevo disco de Martin y amigos (Guy Berryman, bajo; Jonny Buckland, guitarra, y Will Champion, batería) se compone de doce temas: Square one, What if, White shadows, Fix you, X&Y, Speed of sound —el corte—, A message, Low, The hardest part, Let's talk, Swallowed in the sea y Twisted logic.