Mientras Guy Ritchie asegura que "no pensé en mi esposa para el papel de la contadora corrupta" de RocknRolla, y eso que Thandie Newton tiene una escena de baile que mucho mejor le pudo salir a Madonna, es cierto, el festival prosigue en sus pantallas diseminadas por esta fantástica ciudad en la que al lado de un McDonald's hay un sex shop en plena avenida Yong.
Si bien Ritchie niega que "vuelva a dirigir video musicales", hay gente como el marido de Madonna que se dedica a innovar en materia de lenguaje cinematográfico. Claro que no a todos les sale.
Es el caso del estadounidense Rian Johnson -quien con Brick había ganado el Premio especial del Jurado en Sundance por "la originalidad de su visión"-, que en The Brothers Bloom se (entro)mete en la comedia de aventuras y el resultado no sólo es desparejo, sino que hasta logra que se pierda el interés por ver a Rachel Weisz, Adrien Brody y Mark Ruffalo deambulando alrededor del mundo.
Ruffalo y Brody son los hermanos del título, huérfanos dedicados a la estafa desde pequeñitos: el primero como cerebro de las operaciones y el segundo es el que va al frente. Un tiempo alejados, deciden dar un último golpe, teniendo en la mira a una joven millonaria (Weisz), quien acepta formar parte del juego sin saber bien qué pasa. Y, claro, se menciona a un "argentino" en medio de las estafas, y pasan por Praga, San Petersburgo, México, Montenegro, y cuando las postales cansan y agobian los viajes... En la platea del Varsity 1 no faltó quien sugiriera que les quitaran los Oscar a Weisz y a Brody, por El jardinero fiel y El pianista, respectivamente. Lástima que no se pueda.
Mucho más poética, al menos en sus inicios, es Two Legged Horse. En sus anteriores realizaciones, Samira Makhmalbaf puso el ojo en las injusticias que vivían niños o adultos, con o sin necesidades especiales (La manzana o Blackboard). A Toronto trajo su nueva película, que sucede en una región pobre de Afganistán en la que dos niños, uno con problemas físicos (una bomba le cortó las piernas) y otro con algunos problemas neurológicos traban relación. El padre del primero contrata al segundo para que haga de "caballo" y lo lleve a upa todos los días al colegio, mientras él se ausenta del pueblo. Lástima que todo termina en una relación casi sadomasoquista, con la brutalización del niño "rico" sobre el más pobre, poniéndole frenos y montura y hasta alimentándolo en un corral con paja. No fueron pocos los espectadores -en la primera función para prensa y distribuidores- que abandonaron la sala, por la crudeza con que la iraní retrata el dolor de los personajes.
Por otra parte, esta noche en el Roy Thomson Hall se producirá la gala de Quémese después de leer, la comedia con la que los hermanos Joel y Ethan Coen vuelven a la pantalla tras el resonado éxito de Sin lugar para los débiles, que presentaron hace año y medio en Cannes y este febrero les significó el Oscar a la mejor película. Como ni ellos ni Brad Pitt accedieron a otorgar ninguna conferencia de prensa, la de esta noche será la única oportunidad de estar cerca de ellos.
Y mientras desde la oficina de prensa afirman que George Clooney -coprotagonista con Pitt de Quémese..., no estará por aquí.
Si bien Ritchie niega que "vuelva a dirigir video musicales", hay gente como el marido de Madonna que se dedica a innovar en materia de lenguaje cinematográfico. Claro que no a todos les sale.
Es el caso del estadounidense Rian Johnson -quien con Brick había ganado el Premio especial del Jurado en Sundance por "la originalidad de su visión"-, que en The Brothers Bloom se (entro)mete en la comedia de aventuras y el resultado no sólo es desparejo, sino que hasta logra que se pierda el interés por ver a Rachel Weisz, Adrien Brody y Mark Ruffalo deambulando alrededor del mundo.
Ruffalo y Brody son los hermanos del título, huérfanos dedicados a la estafa desde pequeñitos: el primero como cerebro de las operaciones y el segundo es el que va al frente. Un tiempo alejados, deciden dar un último golpe, teniendo en la mira a una joven millonaria (Weisz), quien acepta formar parte del juego sin saber bien qué pasa. Y, claro, se menciona a un "argentino" en medio de las estafas, y pasan por Praga, San Petersburgo, México, Montenegro, y cuando las postales cansan y agobian los viajes... En la platea del Varsity 1 no faltó quien sugiriera que les quitaran los Oscar a Weisz y a Brody, por El jardinero fiel y El pianista, respectivamente. Lástima que no se pueda.
Mucho más poética, al menos en sus inicios, es Two Legged Horse. En sus anteriores realizaciones, Samira Makhmalbaf puso el ojo en las injusticias que vivían niños o adultos, con o sin necesidades especiales (La manzana o Blackboard). A Toronto trajo su nueva película, que sucede en una región pobre de Afganistán en la que dos niños, uno con problemas físicos (una bomba le cortó las piernas) y otro con algunos problemas neurológicos traban relación. El padre del primero contrata al segundo para que haga de "caballo" y lo lleve a upa todos los días al colegio, mientras él se ausenta del pueblo. Lástima que todo termina en una relación casi sadomasoquista, con la brutalización del niño "rico" sobre el más pobre, poniéndole frenos y montura y hasta alimentándolo en un corral con paja. No fueron pocos los espectadores -en la primera función para prensa y distribuidores- que abandonaron la sala, por la crudeza con que la iraní retrata el dolor de los personajes.
Por otra parte, esta noche en el Roy Thomson Hall se producirá la gala de Quémese después de leer, la comedia con la que los hermanos Joel y Ethan Coen vuelven a la pantalla tras el resonado éxito de Sin lugar para los débiles, que presentaron hace año y medio en Cannes y este febrero les significó el Oscar a la mejor película. Como ni ellos ni Brad Pitt accedieron a otorgar ninguna conferencia de prensa, la de esta noche será la única oportunidad de estar cerca de ellos.
Y mientras desde la oficina de prensa afirman que George Clooney -coprotagonista con Pitt de Quémese..., no estará por aquí.
Fuente : El Clarín